Hipotiroidismo y fertilidad en la mujer y el hombre

Aunque parezca no tener relación, la fertilidad se encuentra estrechamente ligada al buen funcionamiento de la tiroides. Y el hipotiroidismo puede influir en la aparición de infertilidad.
Hipotiroidismo y fertilidad en la mujer y el hombre

La tiroides consiste en una glándula endocrina cuya función principal es la de regular los sistemas hormonales de nuestro cuerpo. Por tanto, las distintas condiciones y enfermedades que lo afectan (como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo) pueden influir en nuestras hormonas. Y, a su vez, en la fertilidad.

De hecho, se sabe que el desequilibrio hormonal puede también tener efectos y consecuencias en la evolución del embarazo, y en la capacidad para poder comenzar uno. Pero, ¿qué ocurre con el hipotiroidismo? ¿Puede verdaderamente afectar a la fertilidad, y a las posibilidades de conseguir el embarazo?

¿Qué es el hipotiroidismo?

Antes de descubrir qué es y en qué consiste el hipotiroidismo debemos tener en cuenta que la tiroides es una glándula con forma de mariposa formada por dos lóbulos conectados por un istmo. La encontramos ubicada en la base del cuello, frente a la tráquea, la cual se sitúa debajo de la nuez de Adán, y normalmente no puede ser palpada.

Secreta las conocidas como hormonas tiroideas, principalmente triyodotironina o T3 y tiroxina o T4. Además, para su producción la tiroides depende de la glándula pituitaria, situada en la base del cerebro, la cual produce a su vez TSH, la hormona estimulante de la tiroides, que se encarga de la propia regulación de la secreción de las diferentes hormonas tiroideas.

La tiroides regula el organismo y tiene una función relevante en la reproducción y la fertilidad femenina. En relación a esta glándula, existen algunas disfunciones que son más frecuentes en mujeres que en hombres.

Cuando el hipotálamo detecta niveles muy bajos de la hormona tiroidea en la sangre libera TRH (hormona liberadora de tirotropina), la cual estimula la secreción de TSH de la glándula pituitaria y la secreción de hormonas tiroideas por parte de la tiroides, restaurando con ello los niveles sanguíneos normales de estas hormonas.

Lo cierto es que las hormonas tiroideas son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Por ejemplo, regulan el metabolismo de las células, controlan la temperatura corporal y la energía muscular, actúan sobre la frecuencia cardíaca y ejercen un papel importante en el uso y transformación de los carbohidratos, proteínas y lípidos de los alimentos. Y, como han mostrado distintos estudios, también parecen tener un papel esencial en la fertilidad.

Tiroides - Foto: Istock

El hipotiroidismo se considera una afección realmente común, que se estima puede afectar a entre un 2 y un 4 por ciento de las mujeres en edad fértil. Es más, se calcula que es 3 veces más común en mujeres que en hombres.

Se encuentra directamente relacionada con la secreción de anticuerpos similares a la tiroides, que son las anti-tiroglobulinas y anti-TPO.

De hecho, suele ser causada por una tiroiditis autoinmune, que médicamente es también conocida con el nombre de enfermedad de Hashimoto, y que se debe a la hiperactividad del sistema inmunitario, produciendo anticuerpos contra las células tiroideas, lo que al final origina que la tiroides produzca menos hormonas.

Por tanto, se habla de hipotiroidismo cuando la glándula tiroides segrega muy poca hormona.

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¿Por qué el hipotiroidismo puede afectar a la fertilidad?

El hipotiroidismo a menudo se asocia con la hiperprolactinemia, que se refiere a un aumento de la hormona responsable de la lactancia en el torrente sanguíneo, acompañado a su vez de distintos trastornos de la ovulación y un riesgo incrementado de aborto espontáneo.

Por ello, el hipotiroidismo puede afectar tanto a la menstruación como a la propia ovulación normal, al originar niveles elevados de prolactina, lo que puede hacer que durante la ovulación no se libere ningún óvulo, o se produzca una liberación irregular del huevo, con la evidente dificultad para concebir.

También puede causar una reducción de la segunda mitad del ciclo menstrual, lo que puede hacer que un óvulo fecundado no tenga el tiempo suficiente para poder adherirse al útero e implantarse con normalidad.

A su vez, es posible que origine una temperatura corporal basal baja, quistes ováricos y una presencia elevada de anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea (TPO), lo que aumenta los problemas a la hora de conseguir el embarazo, o incrementa el riesgo de pérdida del mismo.

Por todo ello, en caso de hipotiroidismo es fundamental el control de los niveles de la TSH (hormona estimulante de la tiroides) y la tiroxina (T4) antes de quedar embarazada, sobre todo cuando la gestación no llega, se tienen niveles bajos de hormonas tiroideas o ya se ha sufrido un aborto espontáneo.

¿Cómo se trata el hipotiroidismo?

El tratamiento médico se centra principalmente en la complementación de la hormona tiroidea. Aunque esta afección no puede ser curada, el tratamiento sí puede ser de utilidad a la hora de ayudar al control de los síntomas y complicaciones (como la infertilidad).

Aunque parezca que no, la fertilidad se encuentra estrechamente ligada al buen funcionamiento de la tiroides. Y el hipotiroidismo puede influir en la infertilidad.

Los fármacos a base de tiroxina sintética pueden ser muy útiles, el cual se caracteriza por ser un fármaco idéntico a la hormona tiroxina (T4), tomada principalmente por la mañana antes del desayuno.

Dado que el yodo es un mineral esencial para una adecuada función de la tiroides, su deficiencia podría ser una causa común de agrandamiento anormal de la glándula tiroides, por lo que las personas con hipotiroidismo deben discutir con el médico cualquier cambio dietético importante, dado que podrían ser particularmente sensibles a los efectos de este mineral.

Por suerte, en la mayoría de las ocasiones el hipotiroidismo suele controlarse de forma adecuada siguiendo los consejos del médico, tras la administración de un tratamiento útil. Si es así, es común que los niveles de la hormona tiroidea vuelvan a la normalidad, y se restaure la fertilidad.

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