¿Por qué tengo el pelo más fuerte y brillante en el embarazo?
Los cambios hormonales propios de la gestación siempre afectan al cabello, pero no siempre de la misma manera ya que influye en ello tanto el tipo de pelo como lo responsable que sea cada mujer con él durante el embarazo.
Los cambios hormonalesdel embarazo afectan de forma muy diversa a las embarazadas. Y una de ellas es en el pelo. “El cabello sufre una alteración durante el embarazo debido a la presencia de las hormonas placentarias, que pueden empeorar el aspecto del cabello, engrasarlo y debilitarlo o bien mejorarlo y fortalecerlo, según cada mujer y cada fase de la gestación”, explican desde Natalben al respecto. Dependiendo de tu tipo de pelo, es posible que te lo notes más fuerte y brillante que nunca. ¿Será así para siempre? La respuesta es no. A continuación profundizamos en ello.
"Los cambios hormonales producidos durante la etapa de gestación favorecerán las fases anágena (de crecimiento) y catágena (estacionaria) y reducirán la telógena o de caída. Por lo que el cabello lucirá con más vitalidad y lustre", indica el doctor Germán Delgado, de Svenson, clínicas especializadas en el cabello./
Dicho de otro modo, el doctor se refiere que durante el embarazo, los cambios hormonales hacen que el pelo permanezca en una fase denominada de descanso o estacionaria, por lo que se pierde menos cabello diariamente. Esta fase se da, sobre todo, desde el segundo trimestre del embarazo, tal y como apuntan desde Natalben: “En el primer trimestre del embarazo el pelo se debilita y se cae con más facilidad que de costumbre. Después suele adoptar un aspecto brillante y se frena su caída”.
A esto hay que sumar el hecho de que el pelo produce más grasa durante la gestación. Pero esto no siempre es bueno, tal y como advierte el doctor Delgado: “Si tenemos un cuero cabelludo seco puede que mejore su hidratación y el brillo del cabello. Sin embargo, en pieles con tendencia grasa se convierte en un franco inconveniente, puesto que el aspecto del cabello puede ser especialmente graso“. Por lo tanto, no significa que el pelo esté creciendo más por el hecho de estar embarazada o lo haga con más grosor de lo habitual, sino que simplemente se cae menos y se ve, por ende, más lustroso.
Particularidades de cada cabello
El tipo de pelo influye en cómo le sentarán a este los cambios hormonales del embarazo y se puede afirmar que no todas las mujeres embarazadas tienen el cabello más fuerte y brillante durante la gestación; también las hay en las que el exceso de grasa es un inconveniente. “Una mujer con el cabello seco notará cómo éste está más brillante y con más vitalidad. Esto se debe al aumento de la secreción de grasa del cuero cabelludo. Quien lo tenga ya de por sí graso, aún lo tendrá más y deberá lavárselo más a menudo con champús de uso frecuente. A las de cabello normal, se les engrasará algo más de lo habitual”, añaden desde Natalben.
En cualquier caso, el embarazo es un momento importante para la salud del pelo, por lo que los expertos inciden en la importancia de cuidarlo. Y más teniendo en cuenta que “después del parto a muchas mujeres se les vuelve a debilitar y ofrecerá un aspecto más apagado” advierten desde Natalben. El cabello, después del parto, suele tardar unos meses en recuperar su ciclo normal, y el estrés, sumado a la falta de descanso y a los cambios hormonales propios del final de la gestación, suelen debilitarlo de forma notable.
“Adicionalmente, puede existir una pérdida acentuada del cabello debido tanto al estrés que comporta la gestación como a un estado nutricional carencial, dado que los nutrientes durante la gestación han ido encaminados al crecimiento y desarrollo del futuro bebé“, cuenta el doctor Germán Delgado.
Prevenir la caída
Por ello, los especialistas recomiendan trabajar no solo el cuidado del pelo durante el embarazo, sino también la prevención de la caída de forma anticipada. Y esto se puede hacer, sobre todo, de tres formas: mediante una alimentación equilibrada y saludable, rica en frutas y verduras, que permita proteger el folículo piloso, estimulando el crecimiento y la fortalece del pelo; prescindiendo de fuentes de calor directas -planchas y secadores- sobre el pelo en la medida de lo posible porque lo debilitan mucho; y evitando también en la medida de lo posible recogerlo a menudo con trenzas, coletas y moños que tiren del pelo con riesgo de dañarlo.