Andar una hora varias veces a la semana durante el embarazo, es un ejercicio muy recomendable a la vez que recomendado por muchos especialistas.
Es un tipo ejercicio físico de baja intensidad pero de alto impacto para la salud ya que tiene gran cantidad de ventajas. Son muchas las mujeres embarazadas a las que realizar ejercicio físico durante la gestación les resulta difícil, por trabajo, o simplemente por falta de costumbre, por ello los expertos recomiendan andar todos los días. Un ejercicio muy sencillo que aporta muchos beneficios.

Caminar es el ejercicio más aconsejable para la madre durante el embarazo y para el bebé intrauterino: favorece la circulación sanguínea, evitando de este modo la aparición de problemas a nivel de miembros inferiores como varices o incluso la aparición de hemorroides, mejora la respiración, fortalece los músculos y ayuda a combatir el estrés.
Consejos para salir a andar
Se aconseja andar a buen ritmo, pero sin fatigarse, hay que poder hablar con normalidad mientras se camina. Si no estás acostumbrada, se puede empezar con paseos de 20 o 30 minutos y aumentar el tiempo sin que suponga un esfuerzo. Una caminata de una hora al menos tres o cuatro veces por semana por un terreno sin cuestas te ayudará a estar en buena forma y, si no surgen complicaciones (no tiene por qué), puedes andar hasta el día del parto.
Es fácil modificar el ritmo, añadir subidas y aumentar la distancia. Si estás comenzando a hacer ejercicio físico, empieza con un paso moderadamente ligero tres veces a la semana. Añade un par de minutos poco a poco cada semana, aumenta la velocidad de la marcha y acaba añadiendo pendientes en tu ruta, si te encuentras bien. Independientemente de cuál sea tu nivel camina despacio los primeros 5 minutos para entrar en calor y utiliza los últimos 5 para ir bajando el ritmo.
Otros ejercicios recomendados durante el embarazo
En la actualidad existen datos que permiten fundamentar y establecer guías de actuación lógicas para la prescripción de ejercicio físico en la mujer gestante, asegurando los mínimos riesgos y máximos beneficios.
El ejercicio en el agua, conocido actualmente como matronatación, también tiene efectos beneficiosos durante la gestación.
En el agua el organismo pesa menos y pueden hacerse ejercicios que en tierra resultarían más complicados. Además, el ejercicio en el agua relaja músculos y articulaciones, produce una agradable sensación de euforia, favorece la circulación y el drenaje linfático y combate la hinchazón de las piernas típica del embarazo.
También es bueno nadar, los estilos más adecuados son crol y la espalda (nadar a braza está contraindicado en la gestación porque aumenta la curvatura lumbar y predispone a sufrir ciática). Se puede nadar durante todo el embarazo, desde el principio o, por lo menos, tras las primeras semanas, entre 15 y 45 minutos por sesión.
Si el embarazo transcurre sin problemas y sin contraindicaciones médicas, el ejercicio físico personalizado, combinando un programa de acondicionamiento neuromuscular con un programa de acondicionamiento cardiovascular, resulta altamente recomendado para las mujeres embarazadas, ya fueran activas o sedentarias, previamente.