Dentro del conocido como ciclo menstrual, la ovulación consiste en el proceso mediante el cual la pared de un folículo ovárico se rompe, liberando un óvulo maduro para su posterior fecundación (en caso de producirse). Es decir, es el momento exacto en el que un óvulo se libera para llegar después hasta las trompas de Falopio, donde estará listo para ser fecundado y dar comienzo al embarazo.
Para que la ovulación ocurra, se producen en el cuerpo de la mujer una serie de cambios hormonales que controlan el proceso, y permiten que éste efectivamente se produzca con cada ciclo menstrual (esto es, mes tras mes).
¿En qué consiste la ovulación?
La ovulación suele tener lugar alrededor de la mitad del ciclo menstrual, y se produce cuando el folículo ovárico que más ha crecido -y por tanto madurado- se rompe, brindando la posibilidad a que el óvulo salga. A su vez, este folículo (conocido médicamente con el nombre de corpus luteum o "cuerpo lúteo") produce progesterona, una hormona que se convertirá en el sustento del embrión que comienza a desarrollarse y a crecer, hasta el momento en el que la placenta se encargue de este fin.
Teniendo en cuenta que el principio de la vida se produce a un nivel microscópico, probablemente te sorprenda descubrir que, en realidad, el óvulo posee un tamaño no mayor a una mota de polvo, consistiendo no más en un pequeñísimo punto que a simple vista sería difícilmente visible.
¿Cómo se produce la ovulación?
Justo en el momento en el que el folículo se rompe y permite la salida del óvulo, éste es recogido por el extremo de la trompa de Falopio, siendo trasladado posteriormente a lo largo de ella hasta alcanzar el útero, gracias a la presencia de los conocidos como cilios, que son unas protuberancias de pequeño tamaño.
En el interior de la trompa de Falopio, si el óvulo es fertilizado por un espermatozoide los niveles de la progesterona aumentan, a la vez que el revestimiento interior del útero empieza a espesarse.
Sin embargo, si la fecundación no se produce, el óvulo muere, produciéndose a su vez que el folículo roto se seque. Ello produce una bajada en los niveles de progesterona, el revestimiento interior del útero que ya ha empezado a esperarse se desecha, y finalmente se produce el conocido como período menstrual.
¿Existen síntomas que puedan ser útiles para saber cuándo se está ovulando?

En realidad, los síntomas de la ovulación pueden variar de mujer a mujer. Es más, la mayoría de las mujeres suelen no ser conscientes de que están ovulando, de manera que algunas no llegarán a experimentar señales que les ayuden a descubrir si están efectivamente ovulando o no.
No obstante, esto no significa que no pueda ser posible identificar qué señales pueden producirse durante la ovulación, y que precisamente permitan saber si se está ovulando o no:
Cambio en la mucosidad segregada por el cuello del útero
También conocido como moco cervical, un signo claro de que se acerca la ovulación -o se está ovulando- es que el flujo cervical se parezca a «clara de huevo»; es decir, se vuela más fina y húmeda.
Cambios en la temperatura basal del cuerpo
Existe un método conocido como el método de la temperatura basal que se sirve de estas señales para aumentar las posibilidades de embarazo. Así, cuando la temperatura basal aumenta, es un signo de que la ovulación se acaba de producir o es inminente.
Existen otros síntomas y señales que pueden ayudarte a saber si estás ovulando o no, aunque en realidad son menos claros. Por ejemplo, puede producirse un manchado leve, aumentar el deseo sexual, o sentir dolor en la parte inferior del abdomen (posiblemente en el lado del ovario que está ovulando).