Reposo relativo en el embarazo: ¿qué es y cómo llevarlo mejor?

De primeras, reposar durante unos días puede parecer apetecible, pero cuando se trata de un reposo exigido que puede alargarse en el tiempo por posible riesgo en el embarazo, no lo es tanto. Descubre qué es el reposo relativo, en qué se diferencia con el absoluto y cómo puedes asumir mejor esta circunstancia si es que pasas por ella.
Reposo relativo en el embarazo: ¿qué es y cómo llevarlo mejor?

Durante el embarazo de una mujer puede darse una serie de circunstancias que lleven a los médicos a considerar que lo mejor para la futura madre es hacer reposo durante varios días. No obstante, aunque al principio pueda sonar bien el hecho de “tomarse un tiempo de descanso”, lo cierto es que según el caso puede ser una situación mucho menos apetecible.

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Reposar unos días pueden convertirse en semanas, o incluso meses, según el problema de cada persona. Asimismo, no solo puede haber diferencias con la duración, ya que no será lo mismo una indicación de reposo relativo que de reposo absoluto. Vemos en qué consisten y sus diferencias.

¿Qué es el reposo relativo?

El reposo relativo permite a la embarazada levantarse por un rato de la cama, como ir al salón, prepararse algo de comer, darse una ducha breve o en algún caso, dar un pequeño paseo. Es decir, no está obligada a permanecer prácticamente las 24 horas en la cama de su habitación, pero debe llevar una vida muy relajada durante el tiempo que le hayan indicado.

Eso sí, lo que es algo seguro es que tendrá que suspender cualquier actividad que le suponga cualquier mínimo esfuerzo, aunque sea una tarea doméstica sin menor importancia. De hecho, ante cualquier signo de cansancio, debe parar completamente la actividad y volver a la cama.

Normalmente, este tipo de reposo suele indicarse cuando ya se ha superado la peor etapa de algún problema de riesgo, en un embarazo múltiple o si se padece alguna condición concreta como anemia.

Diferencias con el reposo absoluto

En cambio, si se ha indicado un reposo absoluto, la futura madre deberá permanecer el día en la cama por completo. En algunas situaciones, no se le permite ni siquiera darse una ducha de pie (deben ducharse sentadas) y simplemente puede levantarse para ir al baño y acostarse inmediatamente de nuevo.

Se trata de una medida algo drástica que se toma a favor de la embarazada, dadas ciertas situaciones de riesgo como pérdida de líquido amniótico, fuertes contracciones, la amniocentesis o cualquier condición que haga correr peligro a la mujer o al futuro bebé.

Consejos para llevar mejor el reposo relativo

Tanto el reposo relativo como el absoluto, si se alargan en el tiempo pueden resultar etapas frustrantes para una persona, especialmente para aquellas que llevasen una vida muy activa. Por ello, algunas recomendaciones para llevar mejor el reposo son las siguientes:

  • Mantener una actitud positiva, tanto la embarazada, como su pareja y el resto de la familia.
  • Acomodar la habitación donde se descanse con cosas que hagan más ameno el reposo y puedan entretener: almohadas y mantas, dispositivos electrónicos, mandos a distancia, bebidas...
  • Desahogarse en momentos de altibajos emocionales.
  • No aislarse y aprovechar el tiempo haciendo tareas que se puedan realizar desde la cama o el sofá

Baja laboral por repaso relativo

El reposo relativo te lo pueden mandar por diferentes situaciones: amenaza de aborto, placenta previa, contracciones en el último trimestre, rotura adelantada de la bolsa de aguas, anemia severa...

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