La capacidad de espera es una cualidad que no viene “de fábrica”. Debemos cultivarla en los más pequeños porque su ausencia deriva a menudo en frustración, una emoción que deben aprender a manejar, controlar y tolerar lo antes posible porque no siempre van a conseguir aquello que quieran o necesiten a lo largo de su vida.
“Aprender desde pequeños a tolerar la frustración permite que los niños puedan afrontar de manera positiva los diferentes retos y dificultades que se les presentarán en la vida”, explica el equipo del hospital infantil Sant Joan de Déu de Barcelona. “Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, y las molestias o incomodidades que puedan causarnos”, añade. Como actitud que es, puede trabajarse con independencia de cómo sea el carácter del niño y el clima familiar, y una de las mejores herramientas que podemos ofrecerles como padres es la capacidad de espera.
La vida nos enseña el impacto positivo de la paciencia, pero si somos capaces de mostrárselas a nuestros hijos pequeños y adelantar su aprendizaje en este sentido, les estaremos haciendo un gran favor. Hay que tener en cuenta, como advierten desde el hospital Sant Joan de Déu que los niños “No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los otros”, pero existen consejos prácticos que se pueden aplicar con ellos para que aprender a ser más pacientes, a saber esperar.
Cómo enseñarles a ser pacientes
El equipo del centro psicológico El Teu Espai aporta una lista larga de ellos. Uno de ellos es ser capaces de pedir perdón cuando perdemos la paciencia con ellos si no somos capaces de controlarnos en un momento dado. Ellos aprenderán así que somos humanos y todos nos equivocamos; lo importante es reconocerlo y tratar de rectificar.
Utilizar la metáfora con ejemplos que conocen como los animales, dialogar y razonar todo lo posible, o recurrir a los cuentos e historias son algunos de los consejos que ofrece El Teu Espai para desarrollar la paciencia y la capacidad de espera en los niños pequeños. Pero por encima de todos los tips que aporta el equipo especializado en psicología infantil, hay dos que son especialmente interesantes para desarrollar el hábito de la espera: introducir desde muy pequeños esperas limitadas en el día a día y enseñarles la importancia de respetar el turno de palabra.
Introducir a los niños momentos de espera
Acerca de las esperas, desde El Teu Espai recomiendan introducirlas desde las edades tempranas. “Por ejemplo, a la hora de darles el postre, hacer cola en el supermercado, esperar a abrir los regalos de su cumpleaños…”, apuntan. Sobre la importancia de no interrumpir una conversación, recomienda que si insisten en hablar cuando otra persona lo está haciendo, “se les ha de ignorar (al menos 2 minutos) para que aprendan que no se les puede atender siempre que quieran y así incrementamos su tiempo de espera”.
Y en todo caso es muy interesante aprovechar las oportunidades que se nos ponen delante en distintas circunstancias rutinarias para enseñarles por qué deben aprender a esperar. “Mediante ejemplos cotidianos podemos enseñarles a que cuando se tiene paciencia las cosas salen mejor. Por ejemplo, podemos mostrarles que cuando hacemos un sándwich con tranquilidad queda más elaborado que con prisa”, concluyen desde El Teu Espai.