Planes caseros en familia para sacar a tu hijo adolescente de la habitación
La habitación es el templo de un adolescente por lo que a priori puede parecer complicado lograr que la abandone para pasar un rato en familia pero, si tratas de incentivarle con diferentes actividades, puede que consigas tu objetivo antes de lo que crees.
Cuando uno es joven, su imaginario vive alimentado por grandes historias y retos personales. La edad, y la experiencia, además del hecho, logro en algunos casos, de dejar atrás la adolescencia, hace que la visión sobre la vida cambie. Con la paternidad, por ejemplo, se aprende cada día; se trata de una de las experiencias más apasionantes que se pueden vivir, y eso conlleva sus vaivenes, sus subidas y bajadas, loopings incluso, sus momentos dulces y complicados, en definitiva. Y, sobre todo, lo que supone es un golpe de realidad: aquel cerebro lleno de retos dignos de una gran historia literaria, de repente, no para de darle vueltas a ecuaciones tan terrenales como la de cómo sacar de su habitación a su hijo adolescente. ¡Qué difícil resulta encontrar la solución!
Bromas y fábulas aparte, qué difícil es a veces conectar con los adolescentes, ¿verdad? Por mucho que te hayas documentado para anticiparte a la irrupción en casa de este peculiar y complicado tramo de la vida, siempre aparecen momentos en los que temes que te supere aunque hayas ido cultivando vínculos enormes durante años con tus hijos. Es en esos baches es cuando empatizar con ellos cobra más sentido que nunca, y para ello es un ejercicio fantástico intentar ponerse en su piel, meterse en su cerebro y darle una vuelta de tuerca a qué tipo de actividades que se puedan hacer en familia dentro de casa pueden gustarle.
A nosotros se nos ocurren unas cuantas que vamos a compartir contigo por si te sirven de ayuda. Seguramente habrá muchas más, pero al menos estas cinco sabemos que, según sean los gustos del adolescente en cuestión y las circunstancias de vuestro hogar, son exitosas en muchos escenarios.
Juegos de mesa
Sin duda alguna, el plan que mejor se ajusta al objetivo que buscamos. Motivos de peso hay varios para creerlo así: el hecho de que los juegos de mesa se hayan vuelto a poner de moda entre los jóvenes, y no solo en formato digital, sino también físico; la enorme variedad que hay en el mercado, lo que facilita mucho encontrar títulos que se adapten a vuestros gustos; lo mucho que gustan también a los adultos, que en la mayoría de los casos recuerdan tardes y noches alrededor de un tablero llenas de grandes recuerdos; y porque son didácticos y divertidos como pocas otras actividades son capaces de conseguirlo.
Sesión de cine o serie
La televisión puede ser una gran herramienta de cohesión familiar si se utiliza de forma adecuada. Si cada miembro de la familia tiene la suya en su habitación, es probable que tus hijo adolescentes no quieran pasar ni un solo minuto en la del salón. En cambio, si tenéis una televisión central, por llamarla de alguna forma comprensible, que sea la única que disponga de los servicios que incluyen las pelis y series favoritas de los adolescentes, como es el caso de las plataformas tipo Netflix, podéis instaurar una noche de cine casero a la semana o incluso compartir el “capítulo del día” después de la cena. Eso sí, lo suyo es sentar unas bases en la negociación previa de forma que los contenidos puedan ser variados, adaptados al gusto de todos. Si cedéis un poco al principio, seguro que ellos le cogen el gusto y lo hacen después siguiendo vuestro ejemplo.
Videojuegos grupales
Nos consta que no es sencillo convencer a un hijo adolescente de que sus compañeros de juego pueden ser sus padres y no los amigos a lo que escucha al otro lado de los cascos, pero hay tiempo para todo. Juegos de bailar, tipo karaoke, incluso tipo quiz y hasta los escape room digitales que están proliferando en la red últimamente son opciones magníficas para disfrutar en familia. Es altamente improbable que no encontréis entre todas las opciones aquellas que animen a vuestros hijos adolescentes a salir de la habitación durante un rato para echarse unas risas con su familia.
Hacer deporte
Si algo hemos descubierto con la situación extraordinaria que nos ha obligado a estar tantos días encerrados en casa es que con imaginación y buenas referencias digitales que nos hagan de guía se puede uno mantener en forma en casa. Si tenéis la fortuna de tener un pequeño patio o jardín en casa, tenéis mucho ganado porque podéis practicar en grupo deportes como el baloncesto o el bádminton incluso, ahora que se venden soluciones portátiles baratas fantásticas para jugarlo en casa, pero vivir en un piso no es excusa que impida entrenar juntos si a tus hijos adolescentes les motiva el deporte. Hay, de hecho, muchísimas sesiones de yoga o entrenamientos de fitness colgados en la red pensados para llevarse a cabo en pareja. De hecho, no hay color con los individuales porque son mucho más divertidos y así, además de pasar tiempo juntos, podéis exigiros más gracias al pique personal.
Actividades específicas
Actividades como la cocina, el bricolaje, la botánica, el modelaje, el diseño o la pintura son demasiado específicas como para recomendarlas de forma genérica, de ahí que las integremos en este epígrafe final. Lo hacemos porque en muchas ocasiones se nos olvida que este tipo de actividades pueden ser la excusa perfecta para cultivar la vida familiar al dar por hecho que por ser adolescentes no tienen por qué gustarles. No descartes nada y no te canses de proponer porque es muy probable que, además de conseguir encontrar aquello que os haga pasar más tiempo en familia, descubráis la vocación desconocida de tus hijos.