¿Sabías que decir 'te quiero' mejora tu salud?
Es bueno demostrar amor con acciones, pero también con palabras. A todos nos gusta sentirnos queridos y recibir muestras de cariño. No es solo un capricho, sino una necesidad. Os traemos los múltiples beneficios que tienen estas dos palabras, 'te quiero':
Son muchas las cosas que expresamos a nuestros seres más cercanos a lo largo del día, pero cuando se trata de verbalizar nuestras emociones tenemos serias dificultades. No solo para decir "te quiero", sino también para comunicar cómo nos sentimos. Para muchas personas resulta un tema complicado porque les hace sentirse incómodos, experimentando vergüenza y vulnerabilidad.
Celia Rodríguez Ruíz, psicóloga clínica sanitaria, especialista en Pedagogía y Psicología infantojuvenil y directora de Educa y Aprende explica que "nos cuesta tanto expresar las emociones y decir cosas como "te quiero" porque vivimos en un entorno sociocultural en el que las emociones están consideradas como algo privado que no debe mostrarse, ni mucho menos expresarse. Expresar las emociones en público ha llegado a considerarse como signo de debilidad. Desde la infancia son muchos los mensajes que los niños y niñas reciben en este sentido, "no llores", "no te enfades", "controla tu risa", "aquí no es lugar para darnos un abrazo", etc. En la infancia, estos mensajes tienen un peso muy importante".
De niños adquirimos las habilidades necesarias que nos permiten integrarnos en la sociedad. Se produce lo que se conoce como socialización, que es un proceso de aprendizaje de reglas y normas sociales implícitas que conllevan diferenciar entre lo que se considera apropiado o no en una sociedad determinada. De este modo, podemos adaptar nuestra conducta y costumbres al entorno social.
Estos mensajes son interiorizados por el niño, convirtiéndose en un aprendizaje social básico y, en el caso de las emociones, el mensaje sería "no es adecuado mostrar o expresar emociones en público". La psicóloga Celia Rodríguez aclara que "esta idea queda interiorizada, aunque no seamos conscientes, y por eso nos llegamos a sentir incómodos cuando tenemos que expresar emociones y decir: te quiero".
La importancia de expresar que nos queremos
En algunas culturas, como en la oriental, se considera que decir "te quiero" a los seres queridos no es necesario y se tiende a justificar con un "sabemos que nos queremos, no hace falta decirlo". Sin embargo, no decir "te quiero" tiene consecuencias en nuestra manera de vincularnos y relacionarnos con los demás, sobre todo, en la infancia. Estados afectivos como el amor, el afecto o el cariño son básicos y decir "te quiero" ayuda a fortalecer el vínculo, permite ser consciente de nuestra emoción y hacer al otro consciente de la misma", asegura la psicóloga Celia Rodríguez Ruíz.
Una reciente investigación publicada por Wendy Suzuki, profesora de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York, dedicada al estudio de la mente, en su libro Cerebro activo, vida feliz, explica la importancia de decir y escuchar un "te quiero" de nuestros seres queridos. Además, en una reciente entrevista reveló, a través de su experiencia personal, cómo incorporó estas palabras en las conversaciones con sus padres, y los efectos positivos de las mismas.
Precisamente, en el caso de la relación entre padres e hijos decir "te quiero" al niño es muy importante ya que le hacemos saber que es una persona que merece amor y cariño, con lo que puede crear una imagen personal como alguien que puede ser querido y amado. En consecuencia, "cuando los padres e hijos no se dicen "te quiero", -afirma esta psicóloga- el niño no llega a ser del todo consciente de tal amor y cariño, desarrollándose con carencias afectivas que marcarán aspectos tan importantes como su autoestima y sus relaciones futuras".
Cuando no existen muestras de afecto verbales
La ausencia de muestras de afecto verbales tiene consecuencias negativas en el desarrollo afectivo de los niños y en la creación de los vínculos sobre los que construyen sus relaciones personales. En una sociedad donde la expresión verbal del afecto ha sido considerada como signo de debilidad, se suelen reducir las expresiones de amor verbales. No se dice "te quiero" ya que se considera innecesario, pero las consecuencias son tremendas.
Para entenderlo mejor, Celia Rodríguez señala que "con la ausencia de expresiones verbales de afecto estamos relegando el amor a un segundo plano, quedando como algo implícito y escondido. De este modo, las personas no se reconocen capaces de amar y tampoco se pueden reconocer como dignas de tal amor. El patrón de apego desarrollado será un patrón basado en la desconfianza y la inseguridad, la persona se ve como incapaz de llegar a ser amada por otros, lo que suele conllevar la incapacidad de amarse a sí mismo y a una imagen negativa de sí mismo. Cuando el amor no se expresa, no se consolidan determinadas redes neuronales sobre las que se apoya el desarrollo afectivo y se producen efectos negativos en la autoestima, la memoria, el estado de ánimo, etc".
Cómo enseñar a los niños a expresar su afecto
Es muy importante que los niños aprendan a expresar sus sentimientos de afecto y sus estados emocionales al igual que aprenden a expresar sus necesidades y deseos. Y los padres cumplen un papel determinante. Por este motivo, la psicóloga Celia Rodríguez Ruíz destaca que "no es suficiente con decirle al niño que tiene que expresar sus emociones, ya que los niños aprenden más de lo que observan en los demás, que de lo que les decimos que hagan. En este sentido es esencial enseñar con el ejemplo, si las figuras de apego del niño expresan sus sentimientos de afecto con naturalidad, el niño aprenderá de tal ejemplo y verá como algo normal hacerlo. Por lo tanto, resulta básico que los padres le digan al niño "te quiero" y que se lo digan entre ellos y a otros familiares".
Por otro lado, es importante dar oportunidades al niño para que exprese sus sentimientos de afecto y ayudarle a que lo haga, aceptando y validando la expresión de sus emociones. Y añade que "se ha de evitar tanto la burla o la broma, como la represión de la emoción, si nos burlamos o le decimos al niño que no lo exprese en ese momento, no aprenderá a expresar el afecto. Debemos recordar que los niños no tienen el mismo dominio del lenguaje y de la comunicación que los adultos y tampoco tienen un conocimiento preciso de sus estados emocionales, por eso pueden necesitar cierta ayuda o guía. Es muy importante establecer momentos para decir "te quiero" como antes de acostarnos, al despedirnos, etc., ya que facilitarán la expresión emocional en el niño".
También es importante que se sienta cómodo, no se ha de forzar en ningún momento la expresión de afecto. "Obligarle a decir "te quiero" es negativo para su desarrollo, ya que la emoción real es espontánea, y la obligación genera tensión", matiza esta psicóloga.
Beneficios de decir 'te quiero'
Decir "te quiero" tiene importantes y positivos beneficios para la persona que lo dice. Cuando lo decimos y expresamos nuestros sentimientos se desencadena en el cuerpo una serie de reacciones que nos ayudan a sentirnos mejor que antes.
La psicóloga Celia Rodríguez Ruíz explica que "decir "te quiero" supone la activación de áreas del cerebro determinadas, pero además se liberan algunas sustancias importantísimas como la oxitocina (hormona responsable de fortalecer el vínculo afectivo), dopamina (hormona responsable del placer y la relajación), y la serotonina (regula el sueño y genera estado de ánimo positivo). Este cóctel de sustancias implica tener más energía y sentirnos mejor". Todo esto influye en nuestro funcionamiento mejorando nuestra memoria, afectando al aprendizaje, la atención y la concentración.
Beneficios de que nos digan 'te quiero'
Escuchar "te quiero" tiene beneficios tan importantes como decirlo. Al escucharlo, se producen similares reacciones neurológicas y fisiológicas responsables, entre otras, cosas de la sensación de bienestar y del fortalecimiento del vínculo afectivo, que también contribuyen a mejorar el funcionamiento de la persona, mejorando la motivación, concentración, aprendizaje, memoria, atención, etc. Todo ello se traduce en un mejor rendimiento en el día a día de la persona. Pero, todavía más importante es que el sujeto puede identificarse como digno de afecto, percibirse como querido sin lugar a dudas o ambigüedades.
Cuando una persona se siente querida puede aceptarse y quererse a sí misma. Escuchar "te quiero" contribuye por lo tanto al desarrollo de una sana autoestima y al desarrollo de un patrón de apego seguro que determinará las relaciones que tenga el sujeto con los demás", asegura la psicóloga Celia Rodríguez Ruíz.
Querer y que te quieran no es suficiente, es necesario escucharlo también. Se tiende a dar por hecho que no es necesario expresar los sentimientos, pero el hecho de que una persona sienta afecto hacía otra no implica necesariamente que esta última sea consciente de ello. Debemos alejarnos de la idea de que con querer es suficiente y generar el hábito de decir "te quiero", ya que los demás necesitan escucharlo