Cómo saber si el niño necesita ir al logopeda

En ocasiones muchos padres se preguntan si su hijo debería ir o no al logopeda porque, por ejemplo, todavía no es capaz de hablar lo bien que en teoría debería hacerlo para la edad que tiene, o cuando tiene algún problema concreto a la hora de pronunciar o hablar. Para ayudarte a salir de dudas, te explicamos en qué debes fijarte.
Cómo saber si el niño necesita ir al logopeda

Generalmente, los niños empiezan a balbucear alrededor de los seis meses de edad, aunque no tienden a decir sus primeras palabras hasta llegar a los diez o 15 meses de vida. De hecho, como coinciden en señalar la mayoría de los especialistas en este sentido, la gran mayoría suelen empezar a hablar cuando cumplen el primer año de vida. 

Luego, poco a poco y con el paso de los meses, comienzan a captar un número cada vez más creciente de palabras. Y empiezan, incluso, a combinarlas utilizando para ello oraciones simples. Algo que suele ocurrir alrededor de los 18 meses de edad.

En muchas ocasiones, tendemos a pensar que el lenguaje es solo el habla, y esto es un gran error. Es decir, el lenguaje no consiste únicamente en los sonidos que realizamos con la ayuda de nuestra voz. Y esto significa que, en realidad, entender el lenguaje que utilizan quienes nos rodean se convierte verdaderamente en una tarea muy compleja.

Por ejemplo, necesitamos tener conocimiento de las palabras que utilizamos, poseer un concepto aproximado de lo que significan en diferentes contextos, y finalmente comprender el significado que tendría una oración en función del orden de las palabras. Es lo que se conoce como habilidades de lenguaje receptivo.

Por este motivo, es fundamental que los padres sepan que, desde las primeras etapas que forman parte del desarrollo del lenguaje, los niños comprenden verdaderamente más de lo que en realidad son capaces de comunicar. No en vano, es precisamente a través de la comprensión que los niños tienen del idioma que al final acaban desarrollando sus propias habilidades lingüísticas (a partir de lo que dicen los padres, hermanos, cuidadores y demás familiares cercanos).

No obstante, algunas condiciones que tienden a afectar al habla, como podría ser el caso del tartamudeo, suelen ser bastante notorias. Por el contrario, los problemas que presentan los niños cuando no están desarrollando el lenguaje, al menos de la forma habitual a cómo deberían hacerlo, en ocasiones pueden quedar ocultos. Así, algunas instrucciones, aparentemente complejas o complicadas, podrían entenderse fácilmente debido al contexto general.

¿Cómo se desarrolla el lenguaje y el habla del bebé y del niño?

A lo largo del crecimiento del niño se producen una serie de hitos del desarrollo que también tienen especial relación tanto con el habla como con el lenguaje. Por lo que, desde un primer momento, es siempre muy útil averiguar cuáles son, antes de preguntarnos si nuestro hijo podría necesitar la ayuda de un logopeda. Es más, es fundamental tener en cuenta que los hitos del desarrollo, por edades, solo deben tomarse como meros ejemplos aproximativos, por lo que cada niño tendrá su propio desarrollo y esos hitos no tienen por qué ocurrir en los mismos momentos siempre:

A los 18 meses de edad, es común que el bebé sepa decir “no” correctamente, utilice un vocabulario de al menos diez palabras, es capaz de identificar algunas cosas comunes como un perro, un gato o una muñeca, y además siga determinadas instrucciones simples (como, por ejemplo, cuando le pedimos que se nos acerque o que se quite un zapato).

Niño en el logopeda - Foto: Istock

A alrededor de los 2 años de edad, es habitual que ya utilice consonantes en el habla, una dos palabras juntas, identifique partes del cuerpo cuando se le pregunta, pueda identificar las imágenes en los niños, tenga un vocabulario de al menos 50 palabras, diga rimas e incluso cante canciones infantiles sencillas.

A los 3 años de edad es capaz de pronunciar el sonido de las consonantes, mantiene una conversación, utiliza algo de gramática, dice palabras con terminaciones consonantes con claridad, suele hacer bastantes preguntas y puede hacer una oración más larga.

Algunas señales de que el niño podría necesitar acudir a un terapeuta del habla (logopeda)

Como manifiestan muchos especialistas, entre las edades comprendidas entre los 2 a los 4 años de edad es considerado como el punto en el que a los padres les debería quedar bastante claro si el niño puede presentar o no problemas o dificultades para hablar.

En estos casos, es posible que uno de los signos principales es si, al llegar a esa edad, todavía poseen un vocabulario muy limitado, y el pequeño no es del todo capaz de encadenar varias palabras.

Tener un bajo nivel de interacción también suele ser otra señal a tener en cuenta, aunque puede presentarse de diferentes formas. Por ejemplo, es posible que el pequeño no sea capaz de responder a las preguntas, no señala las imágenes cuando se les pregunta o incluso utilizar las palabras equivocadas con frecuencia. 

También puede ser habitual tener algunos problemas o dificultades para comprender lo que el niño quiere trasmitirnos, especialmente si ya se encuentra en una edad en la que no debería costarle tanto expresarlo.

En cualquier caso, ante la duda, siempre es aconsejable consultar directamente con el pediatra o con el logopeda infantil, quien nos ofrecerá una orientación personalizada, atendiendo a las circunstancias del propio niño.

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