Ser Padres

¿Hay que hablarles de la masturbación?

Muchos padres consideran que deben dar educación sexual a sus hijos, pero pocos les hablan directamente de la masturbación.

La mayoría de los padres coinciden en que es importante dar una buena educación sexual a sus hijos, pero muy pocos abordan directamente el tema de la masturbación con sus adolescentes. Tal vez porque lo consideran algo más íntimo, porque no lo ven como una práctica arriesgada (de ella no se deriva un embarazo) o porque no se sienten cómodos para charlar sobre ello, el caso es que muchos chicos y chicas revelan que sus padres, profesores y educadores no les han explicado nunca nada al respecto.

Cumple una función importante

Sin embargo, la masturbación es la manera de iniciarse en la sexualidad para la mayoría de las personas y cumple un papel muy importante en la vida afectiva y sexual. Prácticamente desde que nacemos, las caricias en nuestros genitales externos nos producen una sensación agradable. Algunos niños y niñas se masturban desde una edad muy temprana, otros tardarán más.

Antes de que llegue la pubertad, las niñas deben saber lo que es la regla antes de que ésta aparezca y los chicos deben saber que son los primeros sueños eróticos y las primeras poluciones (eyaculaciones durante el sueño), antes de que aparezcan. Los chicos (incluyendo a ambos sexos) necesitan una información lo más práctica posible. Es bueno que como padres (no tiene por qué ser varón en el caso de los chicos, ni la madre en el caso de las chicas, aunque lógicamente esto lo facilite) les explique que es normal que tengan sueños excitantes, y en el caso de los varones que se despierten después de haber eyaculado. Esto significa que su cuerpo está creciendo con normalidad. Por ejemplo, una manera de naturalizarlo es pedirles que por la mañana ellos mismos echen las sábanas a lavar.

Hay que comentarles que la masturbación es algo natural y sano, y la principal expresión de la sexualidad en la adolescencia. No se trata de explicarles toda la fisiología (podemos dejarles un libro sobre educación sexual adecuado a su edad). Lo más importante es transmitirles que se trata de algo positivo, una manera de relacionarse con el propio cuerpo en la intimidad (recalcando este aspecto: lo mejor es que lo hagan en la cama o en la ducha). Y que además de ser una forma de ir preparándose para la vida sexual adulta, sirve para relajarse, aliviar tensiones o conciliar el sueño.

A las chicas se les debe educar en que no tiene nada de malo conocer su cuerpo (coincidiendo o no con la primera regla): observar con un espejo sus genitales, descubrir el clítoris y, poco a poco, explorar en la intimidad esa zona y las sensaciones que les produce.

Conocerse mejor

A menudo, las adolescentes tienen dificultades para aceptar y querer su cuerpo. Saber que su cuerpo les permite experimentar el placer por ellas mismas suele ayudarlas a aceptar mejor los cambios que están experimentando. Podemos aconsejarles que prueben a acariciarse antes de dormirse o en la ducha, por ejemplo. La masturbación es una forma de expresar el cariño hacia el propio cuerpo y, en ese sentido, puede favorecer la autoestima.

En ambos casos, tanto chicos como chicas necesitan que les expliquemos también cómo ocurren estos cambios en el otro sexo. Es bueno preguntarles sobre lo que dicen sus amigos o amigas. A menudo han oído cosas o expresiones que no entienden o que les preocupan, pero no se atreven a preguntarnos nada. También hay que señalarles que una cosa son las fantasías, imágenes que nos vienen a la cabeza cuando nos masturbamos, y otra la realidad. No deben tener miedo, pues, de sus fantasías: al fin y al cabo solo son eso, imaginaciones que no tienen por qué suceder.

Como padres, probablemente prefiramos que practiquen la masturbación a que tengan relaciones sexuales a una edad temprana o de manera traumática. Han de saber que en las relaciones de pareja hay una serie de pasos y un camino que se recorre poco a poco. La masturbación nos permite conocer muy bien nuestro propio cuerpo y saber lo que nos gusta. Así el día en que se planteen tener relaciones sexuales pueden empezar con la masturbación en pareja, que es una buena forma de conocer al otro y de ir practicando un sexo seguro.

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