Comprobar la temperatura de la habitación, cambiar el pijama por uno más ligero, quitar algo de ropa a la cama…son muchos los hábitos que cambian algunos padres cuando observan que su hijo se despierta por la mañana empapado en sudor. Sin embargo, muchas veces, a pesar de hacer todo esto, el resultado no cambia: el niño sigue sudando mucho mientras duerme. ¿Por qué?
Es importante entender que, en muchos casos, la razón no está en la ropa de abrigo que tenga la cama o en el tipo del pijama que use el pequeño, factores que hay que comprobar claro está. Algunos niños sudan mucho mientras duermen y puede deberse a diferentes razones:
- Una cena excesiva o muy pesada: la cena debe ser ligera, de lo contrario el niño puede tener dificultad para dormir y puede sudar más, ya que al hacer la digestión, la temperatura del cuerpo sube y provoca sudoración. Es recomendable que pase algún tiempo entre la cena y el momento de ir a la cama, idealmente unas dos horas.
- Descenso de la actividad: cuando el cuerpo reduce de forma clara y rápida la actividad, es decir, cuando el niño pasa de estar activo, jugando e inquieto a dormir, se produce un descenso radical de la energía que necesita y esa reducción provoca un exceso de sudor. Ese cambio se produce al acostarse y durante las primeras horas de sueño, por eso es habitual que se produzca durante la primera fase del sueño. Si el niño ha estado muy activo y alborotado justo antes de ir a la cama, es más probable que sude al dormir.
- Temperatura de la habitación y ropa: Como decíamos, lo primero también es comprobar que el niño no esté muy abrigado, que la ropa de la cama no sea excesiva o que la temperatura de la habitación no sea muy elevada, ya que, evidentemente, estos factores también harán que el niño sude mientras duerme.
- Tipo de niño: hay niños que sudan mucho y niños que sudan poco, eso hay que tenerlo en cuenta también antes de alarmarnos. Si es un niño que tiende a sudar, es probable que también lo haga mientras duerme.
- Fiebre: Siempre hay que descartar que la sudoración se deba a la fiebre. Cuando aparece fiebre y está en fase de bajada se suele sudar más. Siempre hay que prestar atención a la fiebre y llevar al niño al médico para que pueda tratar de saber a qué se debe la fiebre y qué tratamiento dar para bajarla.
- Problemas de salud: si la sudoración es excesiva y va acompañada de otros síntomas como pueden ser dificultades o alteraciones en la respiración, reflujo y otras complicaciones es necesario llevar al niño al médico para que valore cada caso.
Por regla general, que el niño sude mientras duerme no es motivo de preocupación: solo es necesario controlar los factores de los que hemos hablado antes y observar si alguno puede ser la causa. Es cierto que la sudoración excesiva puede ser un síntoma de algunas enfermedades, pero en ese caso, no suele aparecer aislada y el sudor junto con otros síntomas sí pueden ponernos en alerta.