El método de la rosa y la espina para favorecer la comunicación con tu hijo

Si te preocupas por saber qué tal le va a tu hijo pequeño, pero a veces la comunicación es difícil, quizá el método de la rosa y la espina puede ayudarte. Descubre en qué consiste y los beneficios que puede obtener tu niño con él.
El método de la rosa y la espina para favorecer la comunicación con tu hijo

No es raro que los padres quieran interesarse por cómo les va a sus hijos en su día a día. Claro que, entre los padres que apenas tienen tiempo libre, y los niños a los que les cuesta más expresar sus sentimientos, a veces esta comunicación puede ser más difícil de lo que parece. Sin embargo, utilizar métodos como el de la rosa y la espina pueden ayudarnos enormemente para estar al día de lo bueno y lo malo que les pasa a los niños.

¿En qué consiste?

El método de la rosa y la espina es una técnica muy sencilla que puede aplicarse de varias formas. El objetivo principal es mejorar la comunicación entre niños y mayores, y que estos últimos puedan ser partícipes de las preocupaciones de sus hijos para ayudarles a reflexionar y orientarles si es necesario.

Se trata de utilizarlo como un juego didáctico con el que el niño debe relacionar las rosas con las cosas buenas y las espinas con las negativas. Se puede aplicar el método cuando queramos, ya sea cada día antes de dormir (es un buen momento en el que el niño está tranquilo), o quizá, solo el último día de la semana.

Para ponerlo en práctica, cada peque debe describir cuáles han sido las rosas de su día (las situaciones o cosas que más le han gustado, que le han hecho sentir bien o las que le divirtieron) y cuáles las espinas (las que menos ha disfrutado o las que le han entristecido). Tras esto, debe describir lo que le ha hecho sentir cada una, bien alegría, o bien dolor o tristeza.

Puede ser que las primeras veces que lo utilices, solo te cuenten cosas sin mucha relevancia, no obstante, para ellos sí que la tiene, pues para ellos son grandes acontecimientos que han pasado durante su día.

Por otro lado, también les podemos hacer partícipes de nuestras rosas y espinas (lógicamente, a un nivel que ellos comprendan) para que empiecen a entender cómo nos sentimos y ganen empatía.

¿Qué beneficios obtienen los niños?

Aunque parezca algo sencillo, que en cierta manera lo es, es una técnica que puede ayudar enormemente a tus hijos.

Los niños van sintiendo confianza y seguridad y, además de entender sus sentimientos y emociones, también serán capaces de expresarlos. Si les ayudamos además a distinguirlos y a saber enfrentarse a ellos, por lo tanto, irán ganando en inteligencia emocional.

Y es que, el crecimiento personal y el desarrollo de esta inteligencia emocional son muy importantes en la vida, por lo que enseñar a los niños a reconocer las cosas que suceden y reflexionar sobre ellas, les ayudará a aprender a resolver los problemas que se les presenten.

Lo que no debes hacer

Eso sí, cuando estés utilizando este método con tu hijo recuerda no cometer estos errores:

  • No le presiones. Piensa en que puede haber un día en el que realmente no le apetece hablar y contar sus cosas. ¿O tú tienes siempre las mismas ganas?
  • Déjale hablar. Aunque tarde en expresarse o en explicar sus cosas, ten paciencia.
  • Muestra interés. Por supuesto, aunque el niño te cuente cosas que aparentemente pueden no ser muy interesantes, para él sí lo son.

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