Álvaro Bilbao nos ayuda a todos los papás y mamás de este país (y a quienes deseen aprender sobre el cerebro de los peques aunque no tengan hijos) a conocer, entender y acompañar mejor a nuestros peques. Pero, además de todo esto, que lo consigue a través de sus publicaciones didácticas basadas en la evidencia científica y de sus consejos en función de su propia experiencia como padre y experto en la materia, también nos ayuda a no perder el norte cuando nos sentimos malos progenitores.
Algunas veces sus publicaciones se centran en esto, en cuidar el autoestima de papás y mamás, sobre todo de los primerizos, que a menudo sienten que no pueden más, que son incapaces de llegar a todo cuando sus hijos o hijas son todavía bebés.
A ellos y ellas precisamente les dedica un post reciente el neuropsicólogo con la intención de que no pierdan el norte, de que sepan que no están solos, que a muchas personas en situaciones familiares parecidas a la suya les pasan algunas cosas similares.

Estas cosas parecidas pueden ser frustrantes en ocasiones e incluso pueden ser contradictorias, como bien recuerda el propio Álvaro Bilbao,, pero por encima de todo “son cosas normales en padres primerizos”, subraya el neuropsicólogo.
Estos ejemplos que pone Álvaro Bilbao son muy comunes, tanto en cantidad como en recurrencia. Es decir, pasan a menudo en cada familia de padres primerizos con bebés en casa y ocurre muchas veces. No creas que no pasa en hogares con más peques, pero la experiencia hace que uno se tome las cosas de otra manera, de una forma mucho más saludable para uno mismo. Por eso, Álvaro Bilbao de centro en las mamás y papás primerizos. “La verdad es que la mayoría no se dan cuenta del GRAN TRABAJO que están haciendo…”, dice de ellos y ellas.
Estas son las ocho cosas “normales”
Álvaro Bilbao pone, como decíamos, cuatro ejemplos dobles de situaciones que parecen contradictorias y, sin embargo, se repiten muchísimo si hay un bebé en casa.
Son situaciones que nos pueden hacer sentirnos como padres o madres, o que pueden “castigarnos” mucho a nivel mental si llegamos a pensar que no es normal que nos pasen, que no deberían pasarnos. Pero Álvaro Bilbao insiste y recalca en que son completamente “normales” y así hay que tomárselas.
Son las siguientes:
- Su hijo o hija les hace sentir muy felices e ilusionados… pero en muchos momentos se sienten agotados y desdichados
Además de que lo dice Álvaro Bilbao, que es lo que más valor tiene, añado mi propio testimonio como “bipadre” de dos peques por si le sirve a alguien: me pasa a menudo desde hace casi siete años, los que tiene mi maravillosa hija mayor.
- Se despiertan muy temprano… Pero llegan tarde a todos lados.
Puedo dar fe también a nivel personal de que esto ocurre una y otra vez cuando son pequeños. La cosa va cambiando poco a poco con la edad; tanto lo del despertar, que se regula a horas algo más normales, como lo de llegar tarde, aunque esto también depende de los adultos…

- Dedican mucho tiempo a su bebé, pero tienen poco tiempo para cuidar de ellos mismos.
Me ha ocurrido personalmente, tanto que he tardado más de cinco años en poder hacer deporte de nuevo de forma regular, pero sobre todo lo he visto en la madre de mis hijas. Es muy difícil obtener tiempo para cuidarse de una misma cuando se atiende un bebé, y cuesta separarse, pero es muy positivo hacerlo.
- Están haciendo algo muy difícil juntos y deberían sentirse orgullosos pero a veces no ven el buen trabajo que hacen y discuten demasiado.
Esto forma parte de la vida y yo diría que no termina de corregirse cuando nuestros hijos e hijas crecen. Pero no por discutir les quieres menos, ni mucho menos.