Durante el embarazo no solo cambian las necesidades nutricionales de la mujer, sino que también se vuelve más sensible a los riesgos que entrañan algunos alimentos. Este periodo requiere una atención especial a la dieta, no solo para asegurar el aporte adecuado de nutrientes esenciales, sino también para evitar alimentos que puedan suponer un riesgo para la madre y el feto. Las intoxicaciones alimentarias que quizá en otra época de la vida solo producen algunos síntomas gastrointestinales que se superan sin dificultad, en este período pueden causar un gran daño al embarazo y el desarrollo del feto, llegando a causar múltiples enfermedades congénitas o, incluso, en algunos casos un aborto. Por eso se recomienda, pese a que es una opción deliciosa y versátil entraña, no consumir salmón ahumado porque entraña numerosos riesgos para el embarazo. Te contamos por qué no deberías comer salmón ahumado en este período y, si decides hacerlo, algunas medidas de seguridad que deberías tener en cuenta.
Necesidades nutricionales y riesgos alimentarios durante el embarazo
Importancia de una dieta adecuada en el embarazo
Durante el embarazo la dieta de la madre es fundamental para el desarrollo saludable del feto. Nutrientes como las proteínas, los ácidos grasos omega-3 y las vitaminas son esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé, por lo que es imprescindible que formen parte de la alimentación en el embarazo.
Sin embargo, al igual que es crucial que las mujeres embarazadas sigan una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos ricos en estos nutrientes, es igualmente importante evitar aquellos alimentos que puedan contener sustancias o patógenos perjudiciales durante el periodo de gestaciójn (aquí te dejamos algunos alimentos que debes evitar durante el embarazo).
Aumento de la sensibilidad a riesgos alimentarios
El embarazo provoca un aumento de la sensibilidad a ciertos riesgos alimentarios, ya que el sistema inmunológico de la mujer se adapta para proteger al feto, lo que puede hacerla más susceptible a infecciones alimentarias.
Así pues, alimentos que en otras etapas de la vida podrían ser inofensivos durante el embarazo pueden llegar a causar graves complicaciones. Por esta razón, se recomienda evitar ciertos alimentos crudos o poco cocidos, como el salmón ahumado, que pueden estar contaminados con bacterias o parásitos peligrosos.
Por esta misma razón suelen surgir siempre las mismas dudas: ¿es seguro comer mozzarella durante el embarazo? ¿pueden comer queso parmesano las embarazadas? ¿y pescado crudo? ¿es seguro comer sushi durante el embarazo?

Salmón ahumado y embarazo: ¿Es seguro?
El proceso de ahumado y su estado crudo
El salmón ahumado, al igual que el resto de los pescados o carnes crudas y ahumadas, se encuentra en la lista de alimentos que se recomienda no consumir a una embarazada. El motivo está relacionado con su proceso de elaboración.
¿Sabías que en realidad el pescado ahumado está crudo? Para preparar esta deliciosa receta, se suelen escoger las mejores piezas de salmón crudas y se colocan en una habitación cerrada con unas brasas encendidas que se encargan de generar el humo que “cocina” el pescado.
Sin embargo, aunque al terminar el proceso el pescado adquiera una coloración y textura que simula una leve cocción, en realidad el pescado sigue estando crudo ya que no ha estado sometido al suficiente calor como para que se cocine. En parte es ese el secreto de que sea una receta tan deliciosa.
Riesgos de contaminación por Listeria y Toxoplasma
No obstante, al estar crudo aumenta el riesgo de que gérmenes patógenos como la bacteria Listeria monocytogenes o el parásito Toxoplasma gondii contaminen la carne y, a su vez, puedan pasar a la embarazada y afectar al feto.
En el primer caso, la embarazada puede sufrir listeriosis, una infección grave que cursa con fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, malestar estomacal y vómitos. Lo peor es que, incluso aunque la madre presente o no síntomas, la bacteria puede atravesar la placenta y llegar al feto, causando alteraciones neurológicas, un parto prematuro o incluso, un aborto como reveló un estudio realizado en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital 12 de octubre en Madrid.

Consecuencias de listeriosis y toxoplasmosis en embarazadas
En caso de contagiarse con el parásito Toxoplasma gondii la embarazada puede desarrollar una enfermedad conocida como toxoplasmosis. Se trata de una infección que, a pesar de ser benigna para los adultos, en el caso de la gestante puede ser muy peligrosa porque puede causar daños graves en el bebé.
Estos van desde defectos congénitos como hidrocefalia, calcificaciones, retardo psicomotor o sepsis hasta un aborto espontáneo, como comprobó una investigación realizada por médicos del Centro Clínico Quirúrgico Carali II.
Recomendaciones médicas sobre el consumo de salmón ahumado
Debido a ello, los médicos recomiendan no comer salmón ahumado durante el embarazo para minimizar el riesgo de estas enfermedades. A pesar de ello, el salmón ahumado puede brindarte algunos beneficios, por lo que, si decides consumir este producto, te proponemos algunas medidas que puedes tomar para comerlo de manera segura.
Beneficios nutricionales del salmón ahumado
Proteínas, ácidos grasos y vitaminas esenciales
A pesar de sus riesgos, el salmón ahumado es un alimento con un alto aporte nutricional. Es una gran fuente de proteínas de calidad, a la vez que aporta una alta dosis de ácidos grasos esenciales como los omegas 3 y 6 que resultan indispensables para el desarrollo saludable del sistema nervioso del bebé (recordemos aquí todos los beneficios del Omega-3 durante el embarazo)..
Además, contiene vitamina D que contribuye al crecimiento óseo del feto y una buena cantidad de vitamina A, B3 y B12 que son especialmente importantes para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, nervioso y cerebral. Esto además de aportar una cantidad interesante de yodo y hiero a la dieta de la embarazada.

Alternativas para comer salmón ahumado de manera segura
Obviamente sus beneficios para la salud no son suficientes para compensar el riesgo que puede suponer su consumo. Sin embargo, una alternativa para aprovechar los beneficios del salmón ahumado sin poner en riesgo la salud de la gestante y su bebé consiste en cocinarlo antes de consumirlo como harías con cualquier otro trozo de salmón.
Asegúrate de cocinarlo bien a una temperatura alta para eliminar las bacterias o parásitos que puedan haber infectado la carne. Es cierto que perderá parte de su sabor característico, pero podrás beneficiarte de sus propiedades nutricionales sin poner en riesgo a tu bebé.
¿Es eficaz la congelación del salmón ahumado?
Otro método que recomiendan algunos expertos para consumir salmón ahumado de forma segura es congelarlo antes de comerlo durante al menos 2 o 3 días para eliminar de esta manera posibles infecciones. Sin embargo, este es una técnica un poco controvertida.
Ya que, si bien puede ser un método útil para combatir el anisakis, se ha demostrado que algunas bacterias son capaces de resistir las bajas temperaturas. Por tanto, si eliges congelarlo, es recomendable igualmente que lo cocines para asegurarte de que no quedan bacterias.

Alimentos crudos a evitar durante el embarazo
Sushi, ceviche y boquerones en vinagre
El salmón ahumado es uno de los alimentos que deberías evitar cuando estás embarazada, pero no es el único. También deberías evitar otras preparaciones en crudo de este pescado como el salmón marinado.
De la misma manera, se recomienda no consumir algunas recetas a base de pescado crudo como es el caso del sushi, el ceviche o el carpaccio que, aunque originalmente se prepara con carne, también es posible encontrar recetas modernas con pescado.
Tampoco se recomienda el consumo de pescados secos y salados como es el caso de la mojama, a la vez que deberías evitar comer otras elaboraciones también en crudo como los boquerones en vinagre o las anchoas.
Por supuesto, también se desaconseja consumir almejas, mejillones u ostras crudos. En caso de consumir este tipo de productos, lo ideal es cocinarlos bien antes a temperatura alta para asegurarte de que no queda ningún agente patógeno.
