Amigos imaginarios: ¿cuándo es normal que los tengan los niños?
Si tu niño tiene un amigo imaginario, y te saltan muchas dudas al respecto sobre si es normal o sobre cómo debes actuar, mira aquí algunos consejos.
¿Alguna vez has visto a tu hijo hablar con alguien “invisible”? ¿Te has dado cuenta de que juega con él? Puede que hasta incluso te haya comentado él mismo la existencia de su nuevo amigo imaginario. Si te preocupa si la situación es normal para su edad, por qué se produce y cómo debes actuar, mira a continuación algunas recomendaciones al respecto.
Puede ser que tu hijo tenga un amigo imaginario y tú te hayas dado cuenta de ello. Si te preguntas si es normal y si esto significa si hay algún problema o carencia detrás, deberías saber que en principio no.
Es cierto que puede haber algún peque que, intentando compensar alguna carencia afectiva, busca la compañía de un amigo imaginario. No obstante, generalmente los niños que tienen amigos imaginarios están teniendo un desarrollo normal de su imaginación y, de hecho, alrededor de un 30 % de los pequeños tiene un amigo invisible.
Normalmente, suelen ser de distintos tipos, bien un compañero que acompaña al niño a todas partes sentado en su hombro, bien un niño de su mismo tamaño, o incluso simplemente un peluche. Todo depende de la creatividad de cada menor.
¿A qué edad es habitual tener un amigo invisible?
Generalmente, la existencia de este amigo de tu hijo suele coincidir con la etapa del juego simbólico. Una fase del desarrollo infantil que empieza más o menos a los 2 años y finaliza hacia los 7 o 9.
El juego simbólico es aquel que permite a los peques poder hacer representaciones mentales y jugar con ellas. Seguramente todos hemos jugado de pequeños a imaginarnos que estamos hablando por teléfono o que somos médicos y tenemos que curar a nuestro paciente, por ejemplo.
Es por ello que los “amigos imaginarios” podrían formar parte de ese juego simbólico tan fundamental para el desarrollo de multitud de habilidades, como lingüísticas, cognitivas, sociales y emocionales.
Funciones de los amigos imaginarios

niña
Si te cuestionas para qué le puede servir a tu niño tener un amigo imaginario, ten en cuenta esto:
- Al crearse en la mente de un niño, se considera que este tendría más capacidad para entender las emociones de los demás.
- También sirve para potenciar su empatía, lo que luego es beneficioso para su interacción social.
- Se mejora su lenguaje interno, algo muy bueno para las habilidades lingüísticas.
- Fomenta la tolerancia del peque a la soledad, ya que le puede hacerse sentir acompañado y a aprender a estar sin adultos presentes.
- Se mejora su autonomía porque al sentirse de alguna manera “arropado”, aprende a hacer actividades solo.
- También le sirve para su propio apoyo, ya que, si alguna vez se siente triste o desanimado, puede encontrar consuelo dentro de sí mismo.
¿Cómo deben actuar los padres?
Los padres no deben preocuparse por la existencia de un amigo imaginario, siempre y cuando vean a su hijo contento y entre dentro de comportamientos normales para su edad.
Sería en el caso de que este amigo le produje algún miedo o inquietud, o que le impidiese realizar alguna actividad cuando se debería consultar con un especialista para evaluar el caso.
No obstante, lo normal es que sea una fase natural en los niños ya que son ellos mismos los que crean a sus amigos imaginarios de forma voluntaria. Y si estos deciden hablar a los padres de ellos, lo mejor sería no considerarlos como “enemigos” sino como una herramienta de utilidad para el desarrollo de los pequeños. Es fundamental entonces, no regañarles, ni mucho menos avergonzarles o burlarse de ellos. Lo más adecuado es escucharlos, hablarles y preguntarles con la mayor naturalidad posible.