Es posible que, ahora que se acercan las Navidades, te hagas la siguiente pregunta: ¿por qué tantos niños lloran cuando se encuentran en el regazo de Papá Noel? A pesar de ello, a los más pequeños les encantan los cuentos navideños y las historias de este peculiar hombre grandullón con la barba blanca.
Paradójicamente, también es común que disfruten de la emoción de los dibujos animados donde aparezcan. Pero, ¿qué ocurre cuando, de repente, Santa Claus les empieza a dar algo de miedo?
¿Por qué Papá Noel de repente les da miedo a los niños?
Quizá recuerdes las primeras Navidades de tus hijos/as. Cuando llegó el ansiado momento de saludar a Papá Noel, y, de repente, el niño empezó a llorar asustado, desconsoladamente, lo que puede resultar desconcertante para muchos padres (Papá Noel, sin embargo, está mucho más acostumbrado).
Cuando conocen a personajes de la ficción como Papá Noel en la realidad, mucho más grandes que en sus libros o en la pantalla, tienden a perturbarse, de la misma manera que ocurre con otros personajes típicos, como los payasos o incluso ante la presencia de Mickey o Minnie Mouse en la calle.
Los más pequeños no comprenden y no hacen la conexión entre el libro, la caricatura o el cuento y la realidad. Sin mencionar que, además, en la mitología infantil, Papá Noel viene del cielo en un trineo, pasa por la chimenea solo una noche al año para traer regalos y se va inmediatamente para continuar su recorrido encantado. Por lo tanto, en teoría, no es posible verlo.
Los niños más perspicaces y lógicos, por ejemplo, no entienden lo que Papá Noel les puede hacer bien en su vida diaria. Necesitan que todo se encuentre en el lugar que le corresponde en el espacio y el tiempo: los personajes de las películas, las imágenes de los libros o cuentos, y los humanos reales en la realidad tangible.
¿Qué pasa si nuestro hijo le tiene miedo a Papá Noel?
No hay duda: para los niños pequeños, encontrarse cara a cara con Papá Noel puede acabar despertando fuertes emociones. De 0 a 3 años de edad, es común que los niños tiendan a tener miedo a su disfraz.
Aunque nos encontremos delante de Papá Noel, es esencial no confrontar al niño con su miedo, sino alejarlo del personaje y, en caso de ser posible, volver un poco más tarde, cuando nuestro pequeño se haya calmado y haya dejado de llorar.

Pero todo dependerá de la edad que tenga nuestro hijo. Por ejemplo, es conveniente hablar con ellos antes de la visita a Santa Claus, con la finalidad de prepararlos para este encuentro. Incluso muchos expertos aconsejan explicarle que, en realidad, no se trata del Papá Noel verdadero, sino de una persona disfrazada que lo está ayudando con las cartas y los regalos.
Lo que nunca se debería hacer es obligar al niño a ponerse cerca de Papá Noel o en sus rodillas, ni siquiera para una foto de recuerdo. Y es que, si nuestro hijo tiene un ataque de pánico, es posible que desee huir, refugiarse en los brazos de una persona que lo tranquilice, o incluso lugar, por lo que no debemos obligarlo a hacer algo que en realidad no quiere.
En este sentido, lo más aconsejable es sujetarlo por la mano y acercarnos a él a buena distancia de Papá Noel, para que pueda observar a los demás niños recibiendo una sonrisa, un regalo o un caramelo. Por efecto dominó, esto podría hacer que él quiera lo mismo que los demás, alentándolo a superar su miedo.
La importancia de no minimizar nunca su miedo
No es fácil encontrar las palabras adecuadas para tranquilizar a un niño cuando percibe a Papá Noel como una amenaza. De ahí que sea esencial decirle que no hay vergüenza en tener miedo. No tiene sentido dramatizar, ya que no se trata de una fobia incapacitante para el día a día.
No obstante, es posible que ese miedo desaparezca alrededor de los 5 años de edad, una vez que haya notado por sí mismo que no hay peligro. En cualquier caso, es importante reaccionar siempre sin minimizar su miedo, muy real, aunque nos parezca irracional, especialmente sin regañarlo ni ridiculizarlo.