¿Qué podemos hacer con los juguetes que ya no usan?
Los niños van creciendo y, a medida que eso ocurre, se van acumulando los juguetes que ya no utilizan. La idea de que hay que hacer algo con esos juguetes se nos presenta de manera clara, pero, muchas veces, ahí está el conflicto: ¿qué hacemos con ellos? Te damos algunas ideas.
Los juguetes inundan normalmente la habitación de los más pequeños de la casa. Van creciendo de manera exponencial con cada cumpleaños, navidad, o un día cualquiera. Además, los niños crecen y se van quedando cada vez más juguetes arrinconados.
Es importante tenerlo todo organizado y accesible para facilitarles el juego, pero también hay que estar pendiente de los que ya no son acordes a su edad, aquellos con los que ya no juegan o no funcionan.
Es muy importante controlar la cantidad de juguetes que tienen, deben ser capaces de valorarlos y de gestionar sus cosas y esto se consigue con una cantidad adecuada que les permita ser responsables de ellos. Para jugar no es imprescindible acumular muchos juguetes, verás que cuanto menos tienen más juegan, además podemos mejorar la conciencia sobre el consumo responsable y hacer reflexionar al menor sobre el valor SER y sobre el TENER.
Cada juguete tiene una función, por lo que cuando ya no resultan útiles por diversos motivos toca deshacerse de ellos y darles así una segunda vida. Cuando vayamos a hacer una reorganización de los juguetes o de cualquier cosa de los niños puedes hacerlo con ellos, haz que sean partícipes, son sus cosas y su espacio. Deben ser ellos quienes decidan con qué se quieren quedar y aquello que no. Así que empieza por sentarte en el suelo con ellos y mantén un diálogo en el que comprendan que eso que no les hace falta le puede servir a otro niño. Un aprendizaje que les ayudará a ser responsables, a compartir, a valorar y ganar en autonomía.
Evita los “por si” o el procrastinar. De nada sirve que acabemos llevando todos los juguetes que ya no queremos a casa de los abuelos o que los dejemos abandonados en el trastero. Así que veamos que opciones tenemos:
Regalar juguetes a niños que conocemos
Desde muy pequeños podemos hacerles partícipes de la decisión a tomar con cada juguete, en este caso implícale para que sea él quien decida a quien regalárselo. Es importante explicarles que esos juguetes no tienen que estar guardados, que hay diversas opciones y que una de ellas es regalarlos para que otros niños puedan divertirse con ellos y que él puede elegir a quién quiere regalar cada uno de ellos. De esta forma les estamos familiarizando con conceptos como compartir y no acumular.
Donarlos a alguna organización
Podemos animar a que los niños participen en acciones solidarias y regalen los juguetes que quieran y fomentar así la solidaridad. Sin embargo, es importante hacerles entender que no se trata de desprendernos de aquello que ya no nos sirve; los juguetes que se donan deben estar en buen estado. Donemos las cosas tal y como nos gustaría que nuestros hijos las recibieran.
Lo cierto es que, pasadas las navidades, hay pocas campañas de recogidas de juguetes y no siempre resulta fácil deshacerse de ellos. Estas son algunas de las organizaciones que recogen juguetes durante todo el año:
- Tiendas piel de mariposa: son establecimientos de venta de artículos donados por particulares y empresas, cuya labor es la sensibilización de la enfermedad piel de mariposa. La recaudación derivada de la venta de estos productos se destina a ayudar a las familias afectadas por dicha enfermedad. Recogen juguetes, peluches, libros, ropa o cualquier otra cosa siempre que esté en buen estado.
- Bicis para la vida: una iniciativa conjunta de la Asociación de Minusválidos de Pinto (AMP), Fundación Alberto Contador, Fundación Ananta y Fundación SEUR. Consiste en la reparación de bicicletas donadas en un taller de reparación que emplea a personas con discapacidad para la posterior distribución gratuita a colectivos desfavorecidos.
Juegaterapia: recogen consolas, mandos y videojuegos para que los niños con cáncer jueguen durante su estancia en el hospital.
- Fundación valora: esta organización está especializada en la donación de artículos de segunda mano, entre ellos los juguetes. Una vez se ha hecho la donación, las personas interesadas pueden consultar la lista de artículos disponibles en la página web de la fundación.
- Bene bene: una aplicación que permite donar lo que ya no te hace falta a personas que lo necesitan cerca de ti, en tu barrio o tu ciudad. Comida, ropa, juguetes, muebles, electrónica, libros y cualquier artículo que pueda ser donado para ayudar a personas que lo necesitan.
Además, también puedes preguntar en los colegios o escuelas infantiles de tu zona, en hospitales o parroquias ya que en muchos de ellos recogen juguetes.
Venderlos
Hay diversas plataformas de ventas de productos de segunda mano, en las que podremos obtener un ingreso extra por esos juguetes que estén en buen estado. Si decides optar por esta opción establece una fecha límite de venta en la que, si no lo has vendido, puedas pasar a otro plan, ya que si no corres el riesgo de que se vayan acumulando cada vez más cosas y nunca llegues al objetivo deseado que es deshacernos de ellos.
Reciclarlos en un punto limpio
Cuando los juguetes se encuentran estropeados, en mal estado o rotos y queremos deshacernos de ellos, podemos llevarlos a un punto limpio donde puedan hacerse cargo de todos esos residuos. Presta especial atención a los juguetes electrónicos ya que tienen componentes altamente contaminantes. Los juguetes de plástico también se pueden reciclar, pero ojo, porque aunque sean de plástico, no van al contenedor amarillo, deben ir al punto limpio.
Reutilizarlos para manualidades
Algunos juguetes o piezas sueltas de algunos de ellos pueden servir para hacer algún tipo de manualidad y darle así una segunda vida, pero cuidado con la cantidad de ellos que guardamos para este fin. Selecciona solo aquellos que veas claro que te pueden servir para ello, dejad volar vuestra imaginación y manos a la obra!
Escojas la opción que escojas, es importante que los niños no se queden con la sensación de que las cosas que no queremos se dan y ya está. Es importante tomar conciencia de la cantidad de cosas que tienen y ver realmente con cuáles juegan. Se trata de ver otra perspectiva, de cuestionarnos cosas y de cambiar las que no nos gusten, de reducir, de controlar cuántos necesita realmente el niño y cuántos compramos. En definitiva, de llevar a cabo un consumo responsable.
Artículo escrito por Patricia Ferrández, professional organizer en Armonía Home, estudio de orden.