5 claves para combatir el sobrepeso infantil

En nuestro país, el número de niños con sobrepeso se ha multiplicado por tres en los últimos 20 años y se calcula que al menos uno de cada cinco chavales tiene exceso de peso.

La obesidad infantil se está convirtiendo una de las principales pandemias del siglo XXI en el mundo occidental. Para combatirlo, los pediatras y los endocrinos aconsejan:

Una dieta más saludable

Se recomienda reducir el consumo de proteínas (carne, pescado, huevo), evitar las grasas (carne roja, alimentos precocinados), aumentar la ingesta de frutas y verduras, tomar más pescado, consumir legumbres y cereales con moderación (la pasta y el arroz, que tanto gustan a los niños, hay que servirlos en pequeñas cantidades y, a ser posible, mezclados con verduras). Un error frecuente es abusar de los lácteos: los niños deben consumir diariamente medio litro de leche o derivados (no hace falta que sean desnatados), pero no más. La calidad de los preparados lácteos es clave para la salud futura de los niños.

5 comidas al día

Hay que procurar un reparto calórico equilibrado a lo largo del día. Es bueno hacer un desayuno completo (que incluya leche, cereales y fruta), un tentempié a media mañana (se debe evitar la bollería industrial), una comida no excesivamente copiosa, una merienda equilibrada (puede ser un lácteo o una fruta y un pequeño bocadillo) y una cena ligera y más sencilla que el almuerzo.

Comer menos

Algunos críos se dan auténticos atracones en la mesa, parece que nunca tienen bastante. A estos niños conviene servirles la comida en platos más pequeños, no trocearles los alimentos (si lo hacen ellos, comerán más despacio) y evitar las distracciones: si se sientan a comer viendo la tele, no son conscientes de lo que ingieren ni en qué cantidad. Hay que animarles a comer sin prisas, a masticar bien, saboreando los alimentos.

Hacer más ejercicio

Los niños pequeños tienen que tener la oportunidad de jugar mucho: no hay que perder la costumbre de llevarles al parque a correr, a montar en bici, a patinar y, sobre todo, a jugar con otros niños. Si ya tienen edad, podemos animarles a participar en actividades deportivas extraescolares. Pero no es indispensable apuntarles a clases de yudo o natación. Una alternativa saludable es caminar: podemos volver con ellos andando del colegio o salir a hacer recados a pie, y estimularles con juegos, como cambiar de itinerario o proponer retos («a ver cuánto tardamos hoy yendo por este otro camino»).

Evitar el picoteo

El consumo constante de calorías vacías (refrescos, chucherías, aperitivos de bolsa, zumos azucarados, etc) es una costumbre muy extendida entre los críos. Si el niño tiene hambre fuera de las comidas, se le debe ofrecer un alimento saludable (como una fruta). Un buen consejo para los padres es cambiar los hábitos de compra y evitar tener en casa depósitos de dulces, bollos, chocolates, etc., que suponen una tentación para los pequeños.

Es importante tener en cuenta que una cosa es un capricho puntual, algo que tanto adultos como niños podemos concedernos de vez en cuando, de manera esporádica y sin abusar, y otra cosa distinta es convertir eso en un hábito y descuidar la alimentación, cosa que no deberíamos hacer los adultos y mucho menos favorecer que los pequeños lo hagan.

Asesora: Dra. María Antonia Molina Rodríguez, médico adjunto de Endocrinología Infantil del Hospital La Paz, de Madrid

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