¿Por qué es importante para ti y tu bebé que te muevas durante el trabajo de parto?
En realidad no existe una posición única tanto para el momento del parto (ni para la dilatación ni para el expulsivo). Al contrario de lo que se cree, el movimiento puede ser muy útil.

Lo más importante a tener en cuenta en el momento del parto, es que no existe una posición única tanto para la dilatación como para el expulsivo. La mujer debe poder adoptar la posición que le sea más cómoda y alivie mejor el dolor.
Además, basta con entender las leyes de la física, en donde la gravedad ejerce un papel fundamental para que descienda la cabeza del bebé por la pelvis de la madre. Por ello, adoptar posiciones acostadas, van en contra del proceso natural del descenso del bebé.

La OMS afirmó en 1985 que “no se recomienda colocar a la embarazada en posición de litotomía durante la dilatación y el expulsivo. Debe recomendarse caminar durante la dilatación y cada mujer debe decidir libremente qué posición adoptar durante el expulsivo”. Algo tan sencillo pero que no siempre ocurre. La posición de litotomía no debe ser la elegida de entrada como primera opción.
La pelvis de la mujer es móvil y se puede transformar adaptando los diferentes espacios de la misma durante el parto y facilitar el paso del bebé. Caminar y moverse durante el trabajo de parto favorece la actividad del útero así como el descenso del bebé . Asimismo la mujer puede dominar mejor el dolor, en el caso de que no desee analgesia epidural, lo que va a permitir que la experiencia de la mujer durante el parto sea mucho mejor.
Caminar y moverse durante el trabajo de parto favorece la actividad del útero así como el descenso del bebé .
Debes moverte, uses o no la anestesia epidural
Si la mujer no utiliza analgesia epidural, lo ideal es que se mueva libremente, de acuerdo a lo que su cuerpo instintivamente le pide.

Pero, ¿qué ocurre si se utiliza la epidural? Este caso, será la matrona o el ginecólogo quien vaya movilizando a la paciente para favorecer el descenso del bebé, pero no obliga en absoluto a permanecer acostada. Solo dificulta estar de pie con seguridad, pero no moverse.
Siempre que sea posible, debemos ayudar a la mujer a permanecer en la posición que sea mejor para ella y para su bebé.