Muchos padres no conceden la suficiente importancia a los dientes de leche de los niños. Creen que al tratarse de dientes temporales no es necesario mantener una dedicada higiene bucodental como con los dientes permanentes. Sin embargo, ¿sabías que uno de cada tres niños menores de 6 años tiene caries como consecuencia de una mala higiene bucal? Uno de los tantos problemas que pueden derivar de una mala higiene dental en los más pequeños de casa.
¿Por qué es importante cuidar los dientes de leche del bebé?
Mantener una mala higiene dental, junto al consumo de azúcares, es una de las principales causas de caries en los menores de 6 años. Un problema que no solo puede causar mucho dolor, malestar y afectar la adecuada masticación sino también irritar al pequeño y alterar su ritmo regular de sueño. En algunos casos incluso puede derivar en la pérdida de la pieza dental con los consecuentes problemas para la masticación a corto y largo plazo.
Un mal cuidado en los dientes de leche también puede causar peligrosas infecciones como la periodontitis que no es más que una infección en las encías que daña el tejido blando y, si no se trata a tiempo puede afectar el hueso que sostiene los dientes. Más allá de ser un problema muy doloroso, puede causar complicaciones en la dentadura definitiva.
Además, es importante tener en cuenta que no todos los niños “mudan” los dientes primarios, lo que significa que es probable que alguno de esos dientes los acompañe para toda la vida. En cualquier caso, los dientes de leche suelen considerarse marcadores de posición para los permanentes ya que “guardan” el espacio hasta que el diente definitivo está listo para brotar, lo cual asegura tener una dentadura más recta y uniforme. De manera que, si los dientes de leche se dañan o pierden, puede causar malformaciones en la dentadura definitiva.
Asimismo, los primeros dientes desempeñan un rol esencial en el desarrollo infantil. Son necesarios para el proceso de masticación, es decir, para que el pequeño pueda comer alimentos sólidos y digerirlos de manera adecuada. Además, facilitan el proceso del habla y ayudan a los niños a pronunciar sus primeras palabras. De ahí que, en caso de sufrir daños en los dientes de leche, estos procesos también podrían verse afectados. Por eso, es importante cuidar los dientes de leche desde que salen para garantizar una adecuada salud dental.
¿Cuándo se debe comenzar el cepillado de los dientes de leche? Claves para un correcto cepillado
El cepillado y cuidado de los dientes de leche debe comenzar tan pronto como brote el primer dientecito a través de las encías, aproximadamente a los seis meses. A partir de este momento, los padres deben mantener una higiene regular de los dientes del bebé. Lo ideal es cepillarle los dientes dos veces al día durante dos minutos, una por la mañana y otra antes de acostarle, con movimientos suaves y circulares a lo largo de las encías.
Ten en cuenta que los niños pequeños no son capaces de escupir la pasta de dientes, por lo que es importante elegir un dentífrico de sabor suave y con un bajo contenido en flúor, según su edad y recomendaciones de su pediatra. En cualquier caso, la cantidad de pasta debe ser mayor que el tamaño de un guisante.
Asimismo, es fundamental elegir un cepillo de dientes suave, delicado y seguro ya que es probable que antes o después el pequeño lo muerda. Lo ideal es escoger un cepillo con el cabezal muy pequeño, para que pueda llegar a toda la boca, y con el mango largo, para que puedas manejarlo mejor.
Su tiempo de uso varía de un caso a otro, pero se recomienda cambiar el cepillo cada cuatro o seis semanas, cuando las cerdas estén mordidas o abiertas o notes que ya no cepillan con la misma eficacia. También se recomienda cambiarlo si el bebé ha sufrido una infección, tanto bacteriana como vírica, ya que los gérmenes pueden permanecer en las cerdas y reactivar el proceso infeccioso.