La higiene bucodental es algo que no debería ser tomado a la ligera ya que es fundamental para el correcto desarrollo de la dentición y para evitar caries que puedan comprometer la dentadura. Es algo que se debe reforzar en todas las visitas del programa de salud infantil y que deben realizar todas las familias como una rutina diaria más.
La limpieza de los dientes en niños
La erupción de los primeros dientes es el momento de realizar la primera visita al odontopediatra, que se debería repetir cada 6 meses. Este experto será el encargado de dar las instrucciones precisas para que el niño continúe con su higiene dental y quien aconseje sobre el manejo de los principales problemas de salud bucodental.
Es importante comenzar con técnicas de higiene bucal desde antes de que le salgan los dientes, cuando el niño es un bebé: desde el nacimiento y hasta la erupción de los primeros dientes (alrededor del año), se deben limpiar la boca y las encías con una gasa humedecida en agua o con un dedal de silicona, una vez al día.
Cuando aparezcan los primeros dientes de leche, es recomendable utilizar un cepillo de dientes infantil humedecido en agua, de filamentos redondos y cabezal pequeño, adecuado al tamaño de la boca. Desde el inicio de la higiene dental se debería utilizar una pasta dental de alrededor de 1000ppm de ión Fluor y que conforme pasen los años irá aumentado según indicaciones del odontopediatra.
Lo ideal es cepillarse después de las tres comidas importantes. Pero, si no es posible, los niños deben limpiarse los dientes como mínimo dos veces al día: justo antes de ir a dormir y después del desayuno.
Los padres tenemos que realizar la limpieza hasta que nuestros hijos sean capaces de cepillarse por sí solos. Y, aunque puedan hacerlo de manera independiente, es necesario estar presentes para supervisar el proceso. Lo ideal es que empiecen ellos solos, para que se acostumbren a hacerlo ellos mismos, y que los padres repasemos después y hagamos un cepillado final. Será a partir de los 6 años cuando se haya adquirido en la mayoría de los casos una independencia absoluta para la higiene dental.
¿Cómo se debe realizar el cepillado?
Existen diferentes técnicas, pero la más sencilla y, por tanto, recomendada para los niños, consiste en hacer movimientos circulares sobre las caras internas y externas de los dientes, y movimientos cortos de adelante hacia atrás y viceversa, en las zonas de masticación.
El cepillado de dientes debe durar entre dos y tres minutos, y se completa pasando la seda dental y utilizando enjuague bucal en caso de que lo recomiende el odontopediatra.