Cuando un bebé llega al mundo, y en especial cuando se trata del primer hijo, aparecen cientos de dudas sobre su crianza. Y si bien algunas son muy típicas y tienen que ver con su alimentación o con su sueño, por ejemplo, otras pasan más desapercibidas, pero son igual de importantes. En esta ocasión hablamos del cuidado de la boca del bebé. Y es que, mantener una buena salud bucal es esencial desde sus primeros días.
¿Cuándo empezar a limpiar sus encías?
La respuesta a esta pregunta es sencilla: se debe empezar incluso antes de que le salga su primer diente de leche. Por lo que, desde el primer momento, debemos tomarnos un tiempo en cuidar de las encías del bebé. Esto puede ser la base para que tenga una buena salud en su boca en el futuro.
De hecho, unas encías saludables contribuyen a una sonrisa saludable en el momento en el que aparezca la dentición. Veamos por tanto, algunos consejos para que el peque tenga unas encías sanas y unos futuros dientes fuertes.
Consejos para mantener la salud bucal del bebé
Aunque el bebé no tenga ningún diente, puedes limpiarle las encías con una gasa o una toallita suave mojada. No hace falta que uses pasta dental, solo colócate la gasa o toallita alrededor del dedo pulgar y frota con suavidad sobre sus encías. Si lo prefieres, también puedes usar un cepillo de dientes especial para bebés, normalmente tienen un cabezal pequeño y cerdas suaves.
Como no se puede saber a ciencia cierta cuándo le saldrán los dientes a tu pequeño, no debes esperar a que le aparezcan para comenzar con la limpieza de su boca. Además, crear una rutina y acostumbrar a tu hijo a limpiarse la boca hará que entre dentro de sus hábitos diarios y cuando sea el momento de lavarse los dientes solito le será mucho más sencillo.
En general, a los bebés les suele salir el primer diente entre los 6 y los 10 meses, y a partir de entonces puedes comenzar a limpiarle los dientes con pasta con fluoruro dos veces al día. Cepíllale tanto por delante, como por detrás. Incluso puedes levantar su labio para limpiar la línea de la encía por encima de los dientes y si te deja, también cepíllale con suavidad la lengua.
Si el peque tiene las encías algo hinchadas porque le está brotando algún diente puedes darle un masticador o una toallita mojada en agua fría.
Recuerda que los gérmenes pueden pasar de tu boca a la de tu hijo, por lo que a la hora de comprobar si el biberón está muy caliente, no lo hagas chupando la tetina, usa una cuchara para ello. Asimismo, si se cae la tetina al suelo, lávala con agua por mucho que pienses que solo ha sido un segundo.
Además, es importante que cuides su alimentación porque esta también afecta a su salud bucal. Ofrécele alimentos saludables y evita los dulces en exceso como bebidas azucaradas.
No olvides hacer una revisión de los dientes y encías del bebé al menos una vez al mes. Presta atención y observa sus dientes comprobando que no tengan manchas blancas, en caso de ser así llévalo al dentista para que lo examine. De igual forma, antes de que cumpla su primer año, acude al especialista para que le haga una revisión.