En ocasiones, a los niños les cuesta conciliar el sueño. Llega el momento de ir a dormir, pero este se alarga y parece que no consiguen cerrar los ojos para caer en un profundo sueño. Para estos casos existe un método creado por un médico de la Universidad de Harvard que es muy sencillo de aplicar y resulta muy eficaz.
Recibe el nombre de Técnica 4-7-8 y ha sido creada por el doctor Andrew Weill, licenciado en Medicina por la Universidad de Harvard y, actualmente profesor en la Universidad de Arizona.
La técnica se basa en el control de la respiración y su facilidad de aplicación la convierte en un método adecuado tanto para niños (que pueden integrarla como un juego) como para vosotros como padres si también padecéis algo de insomnio.
La técnica 4-7-8 explicada paso a paso
El doctor Weil explica en su web como realizar, paso a paso, esta sencilla relajación.
1.Preparación: Aunque se puede hacer en cualquier posición, recomienda sentarnos con la espalda recta mientras nos familiarizamos con su ejecución.
2. El siguiente paso es colocar la punta de la lengua, y mantenerla así durante todo el proceso, entre la encía y subdivisión posterior de nuestros incisivos superiores frontales.

3.Comienza la técnica en sí: 4 segundos de inspiración. Ya estamos preparados para comenzar con la respiración consciente, así que cerraremos la boca e inhalaremos por la nariz. Pararemos cuando hayamos contado mentalmente hasta cuatro.
4 Continúa la técnica: 7 segundos aguantando el aire. Continuaremos aguantando el aire en el interior unos siete segundos.
5: La última parte de la técnica: expulsar el aire durante 8 segundos. Ahora lo expulsaremos lentamente, dejando pasar la exhalación por los laterales de la lengua, hasta la cuenta de ocho, momento en el que habremos concluido una respiración completa.
6. Posteriormente, repetiremos el proceso tres veces más, momento en que empezaremos a entrar en un notorio estado de relajación.

En cualquier caso, el Doctor Weil resta importancia a la duración absoluta de cada fase. Lo verdaderamente relevante, afirma, es mantener la proporción 4-7-8, de manera que, si acortamos un paso, lo haremos en la misma fracción con el próximo. Con el tiempo, podremos ir reduciendo la velocidad de las respiraciones, alargándolas poco a poco y acercándonos cada vez más a los segundos inicialmente propuestos.
Otros beneficios de este método para los niños
Pero, además, este método tiene más beneficios añadidos. Saber controlar la respiración es vital para usarlo en los siguientes casos:
- Elimina estrés: Si se practica de forma habitual, es una excelente terapia contra el estrés acumulado durante todo el día. Los niños también pueden sufrirlo, sobre todo, en época de exámenes.
- Ayuda a superar miedos: El sentimiento de miedo es irracional y lleva a la excitación. El pulso se acelera y somos incapaces de controlar los nervios. Esta técnica ayuda a recobrar el estado de tranquilidad y racionalidad, y por lo tanto, a superar un momento de miedo e incluso un episodio de pánico.
- Ayuda a relajarse antes de una intervención en público: La respiración es muy importante para controlar el miedo escénico. ¿Tiene tu hijo al día siguiente una exposición oral? Si le enseñas a respirar de esta forma podrá relajarse antes de hablar en público.
- Antes de entrar en el médico: Si tu hijo es de los que sienten pánico al dentista o a las vacunas, este método les será muy útil.
- Ayuda a meditar La meditación tiene un montón de beneficios, también para los niños y les resulta muy útil para trabajar emociones.
- Ayuda al niño a concentrarse: Este sistema es muy útil para niños que ya tienen que empezar a memorizar. Controlar la respiración también les ayudará a concentrarse.
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