"Los cuentos de Lucía, mi pediatra": una solución para que los niños pierdan el miedo a ir al médico

Con esta serie de cuentos, los más pequeños aprenden a entender su cuerpo y sus emociones y, a la vez, les sirve para liberarse del temor que suele producirles acudir a consulta
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"Los cuentos de Lucía, mi pediatra" acompañan a niños y niñas en su desarrollo y les ayudan a entender su cuerpo y sus emociones, además de favorecer que pierdan ese miedo tan común que suelen sentir todos cuando tienen que ir al médico.

Aunando su dilatada y reconocida trayectoria profesional como pediatra y su propia experiencia como madre de dos hijos, Lucía Galán transmite sus conocimientos a los más pequeños a través de Lola, la niña de cinco años que protagoniza esta serie de cuentos.

¿Qué siente Lola cuando visita su pediatra? ¿Cómo y cuándo hay que lavarse los dientes? ¿Qué es un constipado? ¿Por qué es importante vacunarse? ¿Qué cuento le lee su mamá antes de ir a dormir? Con las aventuras cotidianas de este personaje, los pequeños lectores se divierten leyendo a la vez que aprenden hábitos saludables.

“Educar a nuestros hijos probablemente sea la responsabilidad más grande que tengamos en esta vida, transmitir nuestros aprendizajes a nuestros hijos, lo más difícil, pero ahí está el reto”, declara Lucía Galán en su web www.luciamipediatra.com a la hora de presentar estos relatos.

"Los cuentos de Lucía, mi pediatra" promueven las conversaciones entre padres e hijos planteando reflexiones y preguntas sobre los temas tratados - Getty Images

“En este viaje maravilloso, viajamos todos en el mismo barco. Compartimos las mismas alegrías, las mismas penas, los mismos miedos: la enfermedad, la fiebre, las vacunas, la alimentación infantil, el sueño y ¿cómo no? la educación en la diversidad, en el respeto al prójimo y en el amor. De todo ello hablo en esta serie de cuentos de mano de la pequeña y maravillosa Lola”, apunta la conocida divulgadora que asegura que ha aprendido a ponerse en los zapatos de tantas y tantas familias cuyos hijos a diario pasan por sus manos.

Al final de cada cuento hay una sección titulada “Y ahora, ¿hablamos?” que sirve para que los niños consoliden lo aprendido además de incluir preguntas para generar conversaciones padres e hijos alrededor de los temas planteados.

También hay “mensajes para llevarse a casa” dirigidos a las familias con una breve explicación de cada dolencia expuesta en los cuentos. “El aprendizaje de los niños es constante, pero el nuestro como padres, también”, nos recuerda Galán.

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