“La familia es el primer grupo social donde el conjunto de interacciones que se dan en ella determina gran parte de lo que somos”. La cita es de la antropóloga Margaret Mead y la recuerda la psicóloga Valeria Sabater al hablar de la influencia de la familia en la formación de la autoestima en un artículo publicado en la web “La mente es maravillosa”.
Según Sabater, para funcionar bien en la vida hay que ir con el depósito de la autoestima bien lleno y son los padres los que tienen el deber y la obligación de llenar el depósito de autoestima de sus hijos, en el que no debe faltar la seguridad, el afecto, la consideración y ese impulso vital capaz de animarles a caminar por el mundo haciendo que se sientan valiosos.
Para llenar ese depósito de autoestima de un niño es fundamental que exista un adecuado clima de comunicación familiar. Sin embargo, los hallazgos realizados por los expertos en este campo demuestran la dificultad de alcanzar una comunicación entre padres e hijos realmente efectiva en términos de autoestima.
En este sentido, cabe destacar las investigaciones realizadas por el psicólogo Ed Tronick, experto en desarrollo infantil y profesor de pediatría de la Universidad de Harvard que afirma que para favorecer en los niños una buena autoestima es necesario estar sintonizados emocionalmente con ellos.

Sin embargo, los estudios que Tronick ha realizado en este campo revelan un dato algo desalentador: los padres no consiguen sintonizar con sus hijos ni siquiera el 40% de las ocasiones.
El experto apunta cuál es la razón de esta falta de sintonía y por la cual los padres no consiguen conectar al cien por cien con las necesidades emocionales de sus hijos: “Esto es así porque ellos (los padres) tampoco lo hacen consigo mismos”.
El psicólogo explica que un padre o una madre que está continuamente estresado o tienen gran cantidad de resistencias internas o nudos emocionales no resueltos está enviando una serie de mensajes inconscientes y lenguajes al niño y el pequeño los va asimilando y absorbiendo hasta hacerlos suyos también.
Así, es difícil conseguir que los hijos tengan una alta autoestima, si los padres no la tienen a su vez: “Una adecuada y sana autoestima de los progenitores es fundamental para guiar a los hijos mediante el ejemplo”.

La psicóloga Valeria Sabater explica que en la formación de la autoestima a lo largo de la infancia intervienen tres factores determinantes: el aspecto físico, la conducta y el rendimiento académico: “La forma en que los padres manejen estas tres dimensiones puede alentar a los niños a crecer en seguridad y confianza o, por el contrario, situarlos en la caracola de la insatisfacción, la soledad y el miedo”, dice Sabater.
Según la misma psicóloga muchos padres y madres no son conscientes de esto y no actúan de la forma más adecuada a la hora de cuidar su lenguaje y comunicación. “Basta con escuchar algunas conversaciones en la puerta de los colegios e institutos para captar como, sin darse cuenta, algunos padres arrancan una por una las alas de la autoestima de sus hijos”, añade.
El uso de comparaciones, de afirmaciones absolutistas (eres un negado para las mates, nunca vas a aprobar…) o la incapacidad para ver problemas emocionales ocultos por parte de los padres impacta de forma nefasta en la autoestima de los niños , según explica Sabater.
Consejos para alimentar una sana autoestima en los niños
Por el contrario, cuando los padres cuidan su propia autoestima, por una parte y utilizan un lenguaje adecuado con sus hijos, por otra; el depósito de autoestima de los niños comienza a llenarse y a crecer.
Pero, ¿cómo pueden los padres comunicarse adecuadamente con sus hijos para verdaderamente conectar con ellos?
En este sentido pueden resultarte útiles los consejos que recomienda una psicóloga de Harvard para lograr conversaciones enriquecedoras con tus hijos. La terapeuta especialista en patologías del lenguaje, Roberta Rolland, cuenta en su libro "El arte de hablar con niños", los beneficios que aporta un diálogo significativo entre padres e hijos y proporciona las claves para lograrlo.

Rolland afirma, por ejemplo, que cualquier momento es bueno para hablar con tu hijo: "No es necesario esperar a qué se den unas circunstancias especiales, ni buscar temas profundos para tener una conversación de calidad. Cualquier momento del día y cualquier tema es válido para hablar. Caminando por la calle puedes preguntarle sobre cualquier nimiedad para dar pie a que se suelte a hablar contigo. Hazle preguntas del tipo ¿cómo? y ¿por qué? pues son las que le ayudan a ampliar su pensamiento", aconseja esta experta.
Por otra parte, la psicóloga y pedagoga, Cecilia Rodríguez Ruiz recomienda en el portal Educapeques diez sencillos consejos y efectivos para alimentar una sana autoestima en los niños:
1.Transmite confianza a tu hijo Hazle saber qué crees en él, ellos creerán en sí mismos si perciben que tú crees en ellos.
2.Demuestra tu amor. Los niños y niñas necesitan sentirse estimados por sus seres más cercanos, no dudes en darles muestras de amor y cariño.
3.Felicítales por sus cualidades y logros, pero con elogios creíbles.
4.Ten en cuenta sus sentimientos. Cuando hagan algo mal, critica a la acción y no a la persona.
5.Fija metas. Educarles para que sean responsables y capaces de asumir retos. Las metas han de ser alcanzables.
6.Olvida la perfección “te quiero tal como eres”, los pequeños deben ser conscientes que no son perfectos, pero que son dignos de estima.
7.Dales la oportunidad de experimentar y valerse por sí mismos. Es importante que prueben y comprueben que pueden hacer las cosas por sí mismos.
8.Muéstrales sus cualidades, y enséñales que pueden modificar aquellas cualidades que quieran, que con esfuerzo es posible mejorar.
9.Incítales a superarse, pero no les presiones demasiado. Es importante que conciban que a través de su esfuerzo pueden superarse, pero no deben sentirse presionados o verlo como un imposible, aconseja la psicóloga y pedagoga Rodríguez Ruiz. En el mismo sentido, los expertos de la Universidad de Harvard consideran que la presión académica por parte de los padres puede ser tóxica para los niños.
10. Déjales dar su opinión y participar en las decisiones y crecerán en un ambiente donde formen parte.
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