Una de las grandes batallas perdidas en el mundo de la crianza es conseguir que los niños hagan caso siempre. Los expertos están de acuerdo al afirmar que es normal que un niño desobedezca y que no haga caso a sus padres porque forma parte de su desarrollo.

Pese a ello, todos queremos que el comportamiento de los niños sea ejemplar. Y también sabemos que existen veces en las que no funciona ninguna técnica o táctica para conseguirlo. Aún sabiendo que no hay comportamientos buenos y malos y que lo único que debemos hacer como padres es ayudar a nuestros pequeños a consolidar un comportamiento cívico y respetuoso, tanto consigo mismos como con los demás, es bueno que atiendan a órdenes y límites que deben tener muy presentes.
Para ello, son muchos los expertos que se encargan de proporcionarnos herramientas que, de acuerdo a su casuística, son buenas para ese fin.
Una de ellas es Elaine Taylor-Klaus, una famosa educadora y coach estadounidense que acaba de publicar el libro Niños complejos, en el que da a los padres diferentes trucos para mejorar el comportamiento de los menores de cualquier edad.
Palabras en código: la estrategia para mejorar el comportamiento infantil
Dice la experta que una de las formas más comunes con las que controlamos a nuestros hijos es a través del lenguaje. “Ya sean positivas o negativas, las palabras son poderosas”, asegura en su obra. Y esto, a su modo de ver, ‘sabotea’ de alguna manera la necesidad de independencia de los más pequeños.
A sabiendas de ello hace una serie de recomendaciones para cuidar la manera de dirigirnos a ellos. Y entre las recomendaciones asegura que las palabras en código son una de las formas más efectivas de conseguir que corrijan su comportamiento sin poner en entredicho su necesidad de independencia y autonomía.
“Las palabras en código, como una contraseña o una abreviatura, sirven para comunicarse de manera rápida y breve”, explica Taylor-Klaus. Palabras en clave serían las muletillas que utilizamos en español: ‘Tío’, ‘jo’, ‘¿sabes?’ o el famosísimo ‘en plan’ de los adolescentes.
“Colabora con tus hijos para crear palabras en código que señalen un comportamiento a mejorar. Consigue su consentimiento, dejando que sea él o ella quien elija la palabra”, aconseja a todos los padres en su libro.
En otras palabras, lo que propone la profesional es tener una especie de palabras secretas que, al decirlas, sepamos exactamente qué pasa por la mente del niño sin necesidad de preguntar o de alzar la voz. Por ejemplo, un “para” podría indicar que está a punto de perder el control y nosotros como padres podemos anteponernos a la situación antes de que aparezca una rabieta o pataleta.
Cómo crear palabras en código para mejorar un comportamiento infantil
Parece fácil pero, ¿es tan sencillo formular palabras en código y conseguir que los niños las utilicen en cada situación? Siguiendo cada paso que la profesional argumenta en su libro, lo cierto es que puede ser bastante efectivo:
- Primero habrá que hacer una lluvia de ideas entre todos para elegir las que serán nuestras ‘palabras en código’ (puede ser cualquiera: árbol, brócoli, helado, para, sigue,…)
- Después, habrá que definir qué comportamiento queremos mejorar con cada palabra. Eso sí, la experta recomienda empezar por lo simple
- Será el peque el que escoja la palabra que utilizará
- Acuerda junto a tu hijo un tiempo de prueba, para cerciorarte de que la palabra funciona
- Por último, habrá que dejar espacio para revisar y modificar las palabras cuando sea necesario; “aprende de lo que funciona y de lo que no”, asegura

Ejemplos de palabras en código para niños
Para que todo quede más claro, Elaine Taylor-Klauss aporta la lista de palabras en código que utilizan en su familia:
- Helado de brócoli para expresar el momento en el que alguien de su familia tiene hambre
- Chicle: esta palabra la utilizan cuando saben que al niño no le va a gustar lo que mamá o papá le van a decir, pero sin embargo, tienen que decírselo: “No te va a gustar, pero te lo tengo que decir, vale?”
- Para: para situaciones en las que se está a punto de perder el control
- Cuerda: la formulan sus hijos cuando están a punto de perder la calma
- No provoques al oso: esta la formulan tanto ella como su pareja cuando quieren que los niños dejen en paz a su hermano