No, los animales puede que no sean el mejor regalo de reyes por muchas razones

Nadie duda de las buenas intenciones que puede tener regalar un animal a una persona pero son cada día más numerosas las voces que llaman a la reflexión antes de hacerlo porque, tristemente en demasiadas ocasiones se ha demostrado lo contrario, un animal no es un regalo.
Niño y perro

“Sigue habiendo muchas personas que regalan mascotas. Cuando llega la Navidad empieza a llegarnos un chorreo de petición de cachorros de gato y perro para regalar como si fueran un juguete”, esto dice Lola Bernardo, fundadora de la Asociación Abrazo Animal y directora del Centro Municipal de Protección Animal del municipio de Las Rozas, en la Comunidad de Madrid.

Para ella “resulta impensable que a día de hoy, aún tengamos que decirle a la gente que no regale animales en Navidad” porque sin poner en duda las buenas intenciones de la persona que regala el animal, en demasiadas ocasiones se confirma que no midió bien las implicaciones que tiene este regalo.

Un cachorro no es un juguete

Victoria Stilwell es una experta en el comportamiento de las mascotas y ha publicado distintos libros en los que da respuesta a muchas de las preguntas que tienen las personas que se plantean empezar a convivir con una mascota.

En “Educar a tu cachorro. La guía definitiva para adiestrar y cuidar a tu nuevo perro” (Ed. Pinolia), Victoria habla de la atracción que los seres humanos sentimos por los cachorros como algo innato que la ciencia se ha encargado ya de confirmar según señala ella misma, “Investigadores de la Universidad Rotgers de Nueva Jersey revelaron que si les das a elegir, los niños de entre uno y tres años pasan más tiempo interactuando con animales vivos que con juguetes inanimados”.

Lo que no quiere decir que los animales puedan ser nunca considerados como un juguete ni que un niño de uno a tres años pueda asumir la responsabilidad de cuidar a un ser vivo, ni siquiera su familia, como para hacerle un regalo semejante.

En más de un caso la persona que recibe el regalo se encuentra con un animal precioso, lleno de ternura y muy divertido. Puede que le encante a toda la familia pero también es posible que el animal tiene una serie de necesidades alimenticias, educativas e incluso emocionales que quizás no estén en situación de asumir.

Desde la Fundación Affinity señalan que regalar un ser vivo como es un animal está mandando un mensaje contradictorio a los niños, “regalar animales les codifica” señalan y añaden que “al ser un regalo, la reflexión previa no la hace quien recibe el animal y debe responsabilizarse después de él”.

Antes de adoptar un animal piénsalo bien

Convivir con un animal de compañía es una decisión que te va a acompañar como poco durante una década o más por lo que es una decisión importante que es conveniente que se consensue entre todos los miembros de la unidad familiar.

La persona que va a convivir con un animal es conveniente que tenga claro que es eso lo que quiere y que tenga la capacidad para cuidar de ese animal de forma responsable.

Si la idea es regalar un animal a un niño hay que tener muy claro que tiene interés por ese animal y que ese interés va más allá de una moda o una novedad. La responsabilidad nunca va a recaer al cien por cien en el menor por lo que los adultos deben estar dispuestos también a asumirla.

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Es importante que todos los miembros de la unidad familiar, todos los que van a convivir con el perro o el gato, participen en el proceso de búsqueda porque esa participación favorece la creación de un vínculo afectivo entre humanos y no humanos.

Para Helena Arce Surós, veterinaria experta en protección animal “la peor consecuencia de regalar seres sintientes sin haber meditado muy concienzudamente los deberes y obligaciones es el abandono.”

David Ordóñez es profesor en la Universidad de Jaén y CEO y fundador de Perruneando España, además del autor del libro “Vivir feliz con mi perro” (Ed.Pinolia) donde se plantea una realidad sobre los perros como animales de compañía que es que “para muchas personas son imprescindibles como asistencia en su día a día. Para otras, suponen un apoyo social o emocional de incalculable valor. Sin embargo, aunque la ciencia se ha encargado de relatar esta historia compartida y todos estos beneficios derivados de las interacciones con los perros, ¿nos hemos planteado si somos nosotros para ellos sus mejores amigos?” 

Adopta según tu estilo de vida

Más allá de dejarte llevar por la apariencia física o cuestiones más o menos superficiales si ya habéis tomado en firme la decisión de adoptar un animal debes valorar aspectos importantes tanto para él como para el resto de la familia.

Ten en cuenta el tiempo que le vas a poder dedicar al animal y los recursos disponibles para él, piensa en qué os gusta hacer en vuestro tiempo libre y cómo se puede integrar un animal en esa forma de ocio.

En “El lenguaje corporal de los perros”, Victoria Stilwell señala que “los perros han convivido con los humanos durante miles de años y a medida que se han ido adaptando también lo ha hecho su capacidad para comunicarse con nosotros. Al prestar mucha atención a nuestro lenguaje vocal y físico, los perros han desarrollado una rica inteligencia social y un lenguaje físico y vocal tan complejo y sutil como el nuestro.”

Ellos te van a entender cuando lleven un tiempo conviviendo contigo y con tu familia pero eso no quita para que su educación sea una de esas asignaturas que conviene tratar cuanto antes para que la vida de todos sea más sencilla y positiva.

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