Tres consejos de una profesora para ayudar a los niños a adaptarse al colegio

Cualquier cambio en la vida genera incertidumbre, por lo que prevenirlo es fundamental para que el resultado sea positivo.
Vuelta al cole

Hay veces que los padres sienten culpa antes incluso de que llegue el momento de dejar al niño en la puerta del colegio. “Tenemos que ser conscientes de que escolarizar al niño pequeño en la sociedad posindustrial en la que vivimos es habitual”, explica Pilu Hernández Dopico, profesora y formadora de formadores.

Vuelta al cole - Getty Images

Míralo como algo positivo

La escolarización es una etapa en la que nuestros hijos van a desarrollar diferentes capacidades cognitivas que nosotros, en casa, no podríamos lograr de manera tan eficiente. Verlo como algo positivo, saber que nuestro hijo va a empezar a desarrollar sus capacidades.

 “Si nosotros estamos angustiados, temerosos, pensando en que no le va a ir bien, que va a estar llorando todo el día… el pequeño estará angustiado, temeroso, sintiendo que todo es malo y llorando. No hay que predisponer al menor de esta manera, hay que hacerlo con alegría y positividad, aunque al separarse de ti pueda llorar”, señala.

Háblale del centro

Conviene ir contándole al niño el estupendo centro al que va a ir: con un montón de niños para jugar todo el tiempo, lo divertido que va a ser y lo buena que es la profe (o el profe). “Comentar con los menores esta nueva etapa abre una vía de comunicación que nos va a permitir cerciorarnos de que eso, efectivamente, sea así. 

Luego puede darse el caso de que tu hijo, en concreto, no disfrute o no se lo pase tan bien como esperas, pero la generalidad es que las dos primeras semanas estén ciertamente descolocados y después se acostumbren”, apunta Pilu Hernández.

Actúa con tranquilidad

Hasta que llega el momento de escolarizarlos, los niños son los protagonistas de la familia. “Hay altas probabilidades de que llore cuando empiece el cole, de que no participe e, incluso, que pegue a otros niños. Y también las hay de que pegue a otros niños. Y también las hay de que vomite o tenga una pequeña regresión de aprendizaje. Todo ello es normal y no hay que cortar esas sensaciones, hay que saber manejarlas”, apunta la experta.

No des opción a que piense que si llora más fuerte o se enfada más vas a quedarte un rato más con él o a llevártelo de allí. Lo mejor es dejarle en la puerta y despedirte de manera breve y con una sonrisa. De igual manera, si cuando vas a recogerle está triste o llorando, actúa con normalidad.

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