¿Las camas pegadas al suelo son seguras para bebés y niños pequeños?

Todos tememos que, de un momento a otro el bebé o niño pequeño se caiga de la cama, con el riesgo que eso puede involucrar para su propia seguridad. Pero, ¿las camas pegadas al suelo son igual de seguras? Lo analizamos.
Camas pegadas al suelo

En los últimos meses las camas pegadas al suelo (que recuerdan a las típicas capas niponas), y que también son conocidas como camas de piso se están volviendo enormemente populares entre los padres, especialmente para los bebés y los niños pequeños.

Básicamente, podríamos decir que una cama pegada al suelo es una cama simple que consta únicamente de un colchón, o de un colchón y un armazón sin patas, la cual es directamente colocada en el piso. Las posibilidades evidentemente son infinitas, aunque la idea es en realidad muy sencilla: pueden ser un simple colchón de cuna, o incluso un colchón más grande.

La historia detrás de las camas pegadas al suelo Montessori

A comienzos de la década de 1900, Maria Montessori, una médica de origen italiano, desarrolló lo que hoy en día conocemos como principios educativos Montessori. Estos principios se centran en la experiencia práctica, la elección, el movimiento y el orden en el entorno del aprendizaje infantil.

En los últimos años esta metodología ha ganado en popularidad, hasta el punto que se ha transformado en lo que muchos hoy en día conocen como “El Método Montessori en casa”, que se refiere a que los padres escogen aplicar los principios Montessori a su crianza.

A menudo, esto significa tratar a los niños con respeto, fomentar su independencia y, además, prepara el hogar con cuidado y especial atención para apoyar su desarrollo individual.

Precisamente, es aquí donde nos encontramos con las camas pegadas al suelo, que podríamos concebirla como una extensión natural de estas ideas, dado que apoya el desarrollo de la independencia del niño al permitirle acostarse y levantarse de la cama de forma totalmente independiente.

Si bien es cierto que el enfoque Montessori podría estar impulsando el aumento actual de la popularidad de estas camas, lo cierto es que muchas culturas, a lo largo de todo el mundo, ya las usaban mucho antes del siglo XX.

Beneficios que ofrece el uso de una cama pegada al suelo

Apoyan las habilidades motoras gruesas y la propia conciencia corporal del niño

Desde el momento del nacimiento, el bebé realiza pequeños movimientos, y puede girar casi 360 grados. Cuando son un poco más grandes, pueden notar que cuando se encuentran con el borde de la cama, tienden a moverse hacia atrás y no se caen.

Esta sensación de su cuerpo dentro del espacio puede mejorar notablemente al utilizar una cama pegada al suelo. 

Además, añadir camas en el suelo también permite al niño disfrutar de una visión de su espacio sin obstáculos.

Beneficios de usos de camas en el suelo en los niños - Foto: Istock

Puede aumentar la confianza y el sentido de sí mismo

Esta cualidad sería atribuible a la capacidad del niño para decidir cuándo acaban de dormir. Además, también cuentan con una asociación positiva del sueño, porque su cama no es algo en lo que se encuentren atrapados y de la que no puedan salir.

La cama, en definitiva, se convierte en un lugar donde van a descansar, por lo que, cuando han terminado, simplemente pueden levantarse y empezar a jugar.

Es muy útil para ayudar al niño a desarrollar su independencia del sueño

Sus principales defensores señalan que usar una cama en el suelo proporciona al niño más acceso a libros y juguetes silenciosos mientras se preparan para dormir, además de cuando se levantan por la mañana o de la siesta, lo que les ayuda a conseguir una mayor independencia.

¿Cuál es la edad más apropiada?

Se estima que la mayoría de los niños pequeños suelen salir de la cuna alrededor de los 2 a 3 años de edad, una vez que pueden empezar a colocar la pierna en la parte superior de la barandilla de la cuna.

Efectivamente, esta época es ideal para empezar a considerar la instalación de una cama en el suelo. A medida que el niño/a crece, es una opción útil para reducir lesiones por caídas de la cuna o de camas elevadas, al tiempo que nos asegura que será menos probable que el niño sufra lesiones por este tipo de caídas.

Algunos consejos básicos para empezar

Aunque puedan ser consideradas como seguras, debemos tener en cuenta un aspecto fundamental: las camas en el suelo pueden ser peligrosas si la habitación del niño no se encuentra debidamente protegida, y si la cama no se ha instalado correctamente. A continuación, te descubrimos algunas pautas básicas que deberás tener en cuenta:

  • Es imprescindible ubicar el colchón lejos de paredes o de muebles, preferiblemente en el centro de la habitación, de forma que si el pequeño rueda mientras duerme, no hay riesgo de que quede atrapado contra una pared o un mueble.
  • Asegura los muebles a la pared.
  • Cubre los enchufes eléctricos y elimina cualquier elemento que pueda suponer un peligro de asfixia, incluyendo juguetes que pueden ser peligrosos. 

También es aconsejable considerar algunos elementos de seguridad fuera del dormitorio del niño, lo que incluiría la instalación de puertas de seguridad infantiles, especialmente en aquellas casas donde hay escaleras.

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