Pediatras aseguran que ordenar el horario de sueño, comidas y pantallas mejora la actitud de los niños ante el curso escolar

Los pediatras de la Clínica Universidad de Navarra comparten una serie de recomendaciones para completar la transición a la rutina escolar.
Un niño camino de clase

Los pediatras de la Clínica Universidad de Navarra comparten una serie de recomendaciones para completar la transición a la rutina escolar, y destacan que establecer horarios ordenados de comidas, sueño y usos de pantallas ayuda a mejorar la actitud de los estudiantes con respecto al curso escolar.

Los expertos en pediatría de la prestigiosa clínica española aseguran que hay una serie de hábitos que impactan, para bien o para mal, en cómo afrontan los escolares el curso que acaba de comenzar. La mayoría, como vas a comprabar, están relacionados con los consejos para la vuelta al cole y empezar con buen pie.

Un niño leyendo en la cama con luz tenue - Rubén García

Uno de estos hábitos, de los retos más difíciles de conseguir afianzar en esta época del año según los pediatras de la Clínica de Navarra, es el horario de irse a acostar. Según el Dr. Unai Díaz-Moreno, neuropediatra de la Clínica, “establecer una rutina de sueño, garantizando un número óptimo de horas de descanso nocturno, puede ser uno de los retos más relevantes para que los niños se despierten con energía para afrontar la jornada escolar”.

En este sentido, el neuropediatra recuerda las cuánto deben dormir los niños hasta los 12 años: de 10 a 13 horas al día en los niños de entre 3 y 5 años y de 9 a 12 horas en los menores de 6 y 12 años. Esto incluye la siesta, que están avaladas por la ciencia por cierto. 

El pediatra aporta consejos para ayudar a que los niños descansen mejor por la noche en los que coinciden todos los profesionales de pediatría, como es el caso de las cenas ligeras o evitar los juegos agitados antes de entrar en la rutina de sueño. También la iluminación con luces cálidas y tenues: "Se trata de conseguir una rutina positiva, tranquila, agradable y persistente en el tiempo”, concluye. Esta tabla de las horas de una profesora sobre la hora en la que deben acostarse los niños puede ayudarte a conseguirlo.

Un niño dormido con un libro a su lado - Rubén García

En segundo lugar, los pediatras de la Clínica de Navarra recuerdan la importancia que tiene regular el uso de pantallas en la infancia también para que la actitud ante el curso escolar sea más positiva en los niños y niñas. La Dra. Cristina Esteve indica que “existe un consenso en evitar que las utilicen los menores a 2-3 años por el enorme poder de atracción que tienen y porque es preferible fomentar el juego en el mundo real”.

Así figura en la guía de ayuda a las familias para gestionar el uso de pantallas de la infancia que publicó este año la Asociación Española de Pediatría, guía en la que la Asociación Española de Pediatría recomienda a las familias un original hábito sobre las pantallas.

En el caso de los dispositivos electrónicos en edades superiores, la pediatra anima a los padres y madres “a educar en el autocontrol y a ser conscientes de la oportunidad de establecer unas normas de tiempo y utilización”. Además, propone seguir potenciando actividades de ocio y entretenimiento a los hijos e hijas que se alejen de la tecnología.

Una familia cenando junta - Rubén García

El tercer hábito que influye en cómo afrontan los escolares el inicio del curso según los expertos en pediatría de la Clínica de Navarra es la alimentación

El Dr. José Manuel Moreno incide en la importancia que tiene la vuelta a rutinas saludables cuando se retoma el horario escolar. En concreto, hace hincapié en la necesidad de “cuidar un desayuno equilibrado que incluya leche, productos ricos en fibra e hidratos de carbono de liberación lenta, que potencian la energía necesaria para afrontar la actividad matutina”.

Y también insiste en animar a las familias a que involucren a sus hijos e hijas en la compra y en elaboración de los menús, además de poner en valor los beneficios de compartir las comidas principales del día con los menores de la casa. Habla el pediatra de “consecuencias positivas para la salud física y mental del niño que tienen“las comidas entendidas como tiempo para compartir en familia”.

Un niño con una mochila yendo a clase - Rubén García

Por último, la pediatra Ana Catalán cita un cuarto hábito que puede influir en la actitud positiva de los menores con respecto al nuevo curso escolar: la mochila. Sí, según la pediatra de la Clínica de Navarra es esencial elegir una mochila adecuada para la edad del peque. “Lo ideal es que se adapte a la edad y al tamaño de cada niño, de tal manera que nunca supere el 10 o el 15% de su peso y, en caso de que supere esa cifra, aconseja llevarla con ruedas”.

En este sentido, la especialista en la salud de la infancia recomienda que “las correas de la mochila sean anchas y estén bien acolchadas, al igual que el respaldo”, y sobre la colocación apunta que “debe ir bien sujeta a la espalda y encima de la cintura, a nivel dorsal, nunca lumbar, para evitar el dolor en la espalda, en el cuello o en los hombros”.

Recomendamos en