Qué esperar del parto natural y la cesárea, según un ginecólogo

En la mayoría de los casos, se suele recomendar el parto vaginal. Sin embargo, existen ciertas circunstancias en las que es más adecuado que el bebé nazca a través del abdomen.
Una mujer embarazada, de paseo por el campo
Una mujer embarazada, de paseo por el campo (RG) - Una mujer embarazada, de paseo por el campo (RG)

El parto a través de la vagina es la forma natural de finalizar un embarazo. Mediante la cesárea se termina a través de una incisión quirúrgica en el abdomen de la madre. “Siempre debe aspirarse a tener un parto por vía vaginal, que es la forma natural y segura de finalizar el embarazo, explica Fernando Salazar, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. 

En el proceso del parto natural se adquieren y estimulan unos cambios que facilitan la adaptación del bebé a la vida extrauterina y la hacen menos traumática. En la madre, el periodo de recuperación es más simple, rápido y menos doloroso, permitiéndole una incorporación más rápida a su vida normal. Igualmente, en la madre se liberan sustancias (oxitocina) que favorecen el vínculo afectivo entre la madre y el bebé, tan importante la instauración de la lactancia y la crianza del bebé.

Una mujer, a punto de ponerse de parto
Una mujer, a punto de ponerse de parto (RG)

Cuándo realizar cesárea

 Como apunta el doctor Salazar, “la cesárea solo se debe realizar cuando se prevé que los resultados para la madre y el feto de un parto por la vagina son peores que si se realiza vía abdominal”.

En algunas ocasiones la cesárea se planifica antes del inicio espontáneo del parto en base a situaciones que hacen más favorable finalizar a través de la vía abdominal como, por ejemplo, por alteraciones en la posición del feto, embarazos múltiples, obstrucciones del canal del parto o la presencia de determinadas enfermedades maternas o problemas fetales. Son las llamadas cesáreas programadas.

En otros casos, la decisión de realizar una cesárea surge en el transcurso del proceso del parto por falta de la progresión adecuada del mismo o porque aparecen situaciones agudas que obligan a la extracción fetal rápida para resolver y prevenir daños al feto. 

Estas complicaciones pueden ser la pérdida del bienestar fetal y determinados accidentes del cordón umbilical (prolapso), de la placenta (desprendimiento) o del útero (rotura). Aunque las cesáreas están muy controladas hoy en día, no debemos olvidar que son intervenciones quirúrgicas mayores y no están exentas de riesgos ni complicaciones como infecciones, hemorragias, lesiones de otros órganos vecinos al útero o aparición de fenómenos de tromboembolismo

¿Se puede pedir voluntariamente? 

La llamada cesárea voluntaria o “a demanda” es aquella que se realiza a petición de la gestante en un embarazo a término y sin que exista una razón médica que lo aconseje.

Como apunta el doctor Salazar, existen diferentes razones para solicitarla: miedo al dolor o a parir, temor a las complicaciones maternas durante y tras el parto, miedo al uso del fórceps u otros instrumentos obstétricos, antecedente de una experiencia obstétrica negativa, derecho a elegir el tipo de parto, comodidad y conveniencia sociofamiliar o personal. 

Si estás planteándote pedir una cesárea voluntaria, tu ginecólogo debe informarte primero de los beneficios y riesgos de este procedimiento a corto y a largo plazo (complicaciones propias de la cesárea y en el pronóstico de futuros embarazos y partos).

Una mujer embarazada
Una mujer embarazada, tumbada (RG)

Un número limitado 

Por norma general, cada cesárea es generalmente más complicada que la anterior. Las mujeres que tienen varios partos por cesárea tienen un mayor riesgo de lesiones de la vía urinaria e intestino, anomalías en la inserción de la placenta y posibilidades de hemorragia e incluso de histerectomía (extracción del útero). 

“Las investigaciones actuales no han permitido establecer el número exacto de cesáreas que se consideran seguras. Teniendo en cuenta esta mayor incidencia de complicaciones y tras informar adecuadamente a la paciente, como norma orientativa y sensata no se suelen recomendar más de 3 cesáreas informa el experto. 

Desgarros 

Aunque el parto vaginal suele presentar menos complicaciones que la cesárea (sobre todo para la madre), también existen ciertos riesgos que las parturientas temen. Padecer algún desgarro o terminar con el suelo pélvico muy debilitado son algunos contratiempos que pueden ocurrir.

Antiguamente, se realizaba una episotomía, una incisión en el perineo o tejido que hay entre la abertura vaginal y el ano, para prevenir desgarros vaginales. En la actualidad, y según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se recomienda realizarla de manera rutinaria y tan solo se hace selectivamente en aquellas pacientes que presenten alto riesgo de desgarros perineales complicados debido a las características anatómicas o funcionales de su periné. Estos se producen en aquellas mujeres que presentan periné y vagina fibrosos con resistencia a la distensión y en las cuales no han sido eficaces las medidas preventivas para evitarlos. 

La preparación al parto del suelo perineal (entrenamiento muscular del suelo pélvico y masaje perineal), la previsión de situaciones que favorecen los desgarros en el parto (fetos grandes, partos con fase de expulsivo larga, partos instrumentales) así como la adecuada protección del periné durante la fase expulsiva del parto y el uso selectivo y restrictivo de la episiotomía, son medidas efectivas para evitar estos desgarros perineales

Retrato de una mujer embarazda con vestido de fiesta
Retrato de una mujer embarazda con vestido de fiesta (RG)

Suelo pélvico

La musculatura pélvica tras el parto se recupera de manera progresiva a lo largo del puerperio (6-8 semanas tras el parto). Esta recuperación se puede facilitar o acelerar mediante diferentes ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico iniciados desde los días siguientes al parto hasta la primera valoración con la matrona o el médico a las 6-8 semanas tras el parto. 

Asimismo, se deben evitar situaciones y hábitos que sobrecarguen esta zona, tales como el estreñimiento y el sobrepeso corporal. Tampoco debe usarse ropa o practicar actividades que compriman el abdomen, como los ejercicios abdominales convencionales, levantamiento de pesas deportes de salto o uso de instrumentos musicales de viento. 

Pasadas estas ocho semanas, es aconsejable acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que te indique los abdominales y ejercicios físicos que más te convienen. Las peculiaridades del parto (partos largos, fetos grandes, partos instrumentales, desgarros perineales, etc.) y las propias características personales de la mujer (constitución de los tejidos musculares y conjuntivos del periné) pueden alargar el proceso de recuperación del suelo pélvico y requerir ampliar los ejercicios para rehabilitar su tono muscular. 

En ocasiones, se debe valorar en unidades especializadas de suelo pélvico la zona para iniciar otras terapias si persisten las disfunciones.

El cuerpo de la mujer tras la cesárea 

La cesárea es una intervención quirúrgica que suele tener muy buena recuperación. A veces pueden producirse complicaciones debido a las condiciones de salud específicas de la mujer a la que se le realiza. 

En un parto con cesárea, el suelo pélvico solo se ha visto afectado durante el embarazo por el peso del bebé, pero no sufre ninguna alteración por el parto en sí. Tras la recuperación posquirúrgica de la cesárea, en ocasiones pueden persistir algunas molestias poco discapacitantes y duraderas en el tiempo. 

Las más frecuentes son la sensación de adormecimiento y anestesia en los bordes de la incisión transversal de la piel. También son frecuentes las molestias y tirantez en la zona profunda de la incisión al realizar movimientos o ejercicios abdominales más exigentes.

Aquí tienes algunos consejos para recuperarte rápidamente tras una cesárea.

La cuarentena 

El embarazo cambia tu cuerpo sorprendentemente, y este proceso no se detiene cuando nace el bebé. Después del parto, la membrana mucosa superficial que reviste el útero durante el embarazo comenzará a desprenderse, es lo que comúnmente se llama la cuarentena

Tendrás secreción vaginal, que consiste en esta membrana y sangre (loquios), durante semanas. Esta secreción será roja y abundante durante los primeros días. Luego disminuirá, se volverá cada vez más acuosa y cambiará de color marrón rosado a blanco amarillento. 

Cuándo ir al médico 

Acude a urgencias si tienes sangrado vaginal abundante (el sangrado empapa una toalla sanitaria en menos de una hora), especialmente si está acompañado de dolor pélvico, fiebre o sensibilidad uterina.

Mejor el parto vaginal 

Breve opinión del doctor Fernando Salazar. Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, al respecto de si es mejor el parto vaginal o la cesárea.

"En la mayoría de los casos se recomienda el parto natural a la cesárea. La cesárea solo se debe realizar cuando se prevé que los resultados para la madre y el feto de un parto por vagina son peores que si se realiza por el abdomen. 

En ausencia de indicaciones de extracción fetal inmediata, la mayoría de las cesáreas programadas no deberían realizarse antes de la 39 semana, con motivo de asegurar la adecuada madurez fetal y su correcta adaptación tras el nacimiento".

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