Parking para móviles: el original consejo de una orientadora educativa para limitar las pantallas en una casa con niños

La orientadora y psicóloga Rocío Fernández-Durán Mazzuchelli profundiza en las claves para gestionar el uso de pantallas en la primera infancia.
Una niña aislada con una tablet y casos. En detalle, uso de una pantalla
Una niña aislada con una tablet y casos. En detalle, uso de una pantalla (RG)

La Asociación Española de Pediatría elaboró una guía digital para familias el año pasado en la que recomendaba, además de este original hábito para la gestión de las pantallas, que no se utilizaran este tipo de dispositivos hasta los dos años de edad. Pero en una revisión reciente, de diciembre de 2024, la asociación pediátrica de referencia en España modificó su consejo: nada de pantallas —ni móviles, ni tablets— hasta los seis años de edad.

En este contexto, el colegio Highlands School Sevilla organizó una jornada para familias en la que participó Rocío Fernández-Durán Mazzuchelli, coordinadora de la etapa de Educación Infantil y del departamento de Orientación de los colegios Regnum Christi España (RC). La psicóloga —también es directora de su propio gabinete, Apai—, profundizó en la gestión del uso de las pantallas en la infancia, especialmente en la primera etapa.

“La tecnología ha venido para quedarse, hay muchos padres que la demonizan y que, por ello, no quieren tampoco pantallas en el colegio de sus hijos, pero podemos sacar provecho de ellas siempre y cuando se preste atención a sus bondades y se tenga cuidado con los peligros que conlleva su uso”, expone la experta en conversación con Ser Padres posterior a la celebración de la citada jornada.

Una niña no juega con su amiga por mirar el móvil
Una niña no juega con su amiga por mirar el móvil (RG)

“Las pantallas son negativas por lo que dejan de producir”

Para Rocío Fernández-Durán, hay una zona gris en lo que respecta al uso de las pantallas en la infancia: Hay que ser conscientes del uso que se les da: no es lo mismo si lo estoy utilizando para que mi hijo esté calmado, para que mi hijo coma, o para que mi hijo se quede tranquilito en su cuarto y no haga mucho ruido, que si la estoy utilizando para estimular el aprendizaje, para que el niño aprenda las letras de una forma divertida o para que los niños potencien la competencia matemática. Esto es, para que se desarrolle todo lo que está relacionado con la estimulación cognitiva”, expone.

En este sentido, la experta destaca que las pantallas “no me parecen negativas por lo que producen, sino por lo que dejan de producir en el niño por cómo se están utilizando. Pone el ejemplo de las pantallas utilizadas para que un peque se esté “tranquilo”, en cuyo caso “estoy provocando el sedentarismo o que un niño no se relacione con sus iguales, dejando así de potenciar algo que es superimportante, y más en la etapa infantil, que es el lenguaje”.

De hecho, el uso de las pantallas es un motivo del "inaceptable" índice de obesidad infantil en España según la Asociación Española de Pediatría.

Esto, a su vez, también puede acarrear problemas sociales al menor. “En el gabinete que atendemos es impresionante la cantidad de niños que vienen porque no tienen habilidades sociales”, advierte. Un factor que influye directamente en esta cuestión es el uso descontrolado de pantallas.

En definitiva, dice Rocío Fernández-Durán, “hay multitud de estudios que realmente indican las alteraciones” que puede provocar un mal uso de las pantallas en la infancia, de ahí el cambio de parecer de la Asociación Española de Pediatría, que las desaconseja en la infancia hasta los 6 años.

De todos estos riesgos derivados del uso de pantallas por los niños advierte un estudio científico recién publicado.

Un niño concentrado en su teléfono móvil
Un niño concentrado en su teléfono móvil (RG)

Consejos concretos para gestionar el uso de pantallas en la infancia

En su intervención en las jornadas referidas, Rocío Fernández-Durán compartió algunos consejos concretos para gestionar con éxito esta cuestión que tanto preocupa a las familias; entre ellos, la original idea del parking de móviles en casa.

Le pedimos que profundice en este y otros tips para gestionar el uso de las pantallas en la infancia en casa. Estos son los más importantes en su opinión:

Zonas libres de móviles

El aparcamiento o parking de móviles en casa al que hace referencia Rocío Fernández-Durán es un consejo de la Asociación Española de Pediatría que la orientadora y psicóloga pone como ejemplo de un concepto más extenso, el de zonas libres de móviles en casa.

Para la experta, lo importante, se utilice o no el concepto de aparcar los móviles en la entrada de casa para dar ejemplo a los niños y niñas —entiende que esto es muy complicado—, es fijar zonas de la vivienda en las que los móviles no se tocan: “no se ve el teléfono en la cocina, no se ve en el dormitorio y no se ve en el cuarto de baño”, dice. “Ni para ellos ni para mí como adulta”, matiza.

Hacer un plan familiar digital consensuado

El segundo consejo de Rocío Fernández-Durán para gestionar el uso de las pantallas pasa por la regulación de la intensidad, la frecuencia y el contenido.

Para ello, recomienda elaborar un plan digital familiar consensuado con los peques que también puedan cumplir los adultos de la casa. “Si yo les estoy diciendo que de lunes a jueves nada de pantallas pero llego con el móvil en la mano hablando por teléfono y me siento a cenar o contesto mensajes y correos cuando les estoy durmiendo, esto, evidentemente, es cero pantallas para ellos pero no para ti”, reflexiona la orientadora de los colegios RC. “Si tenéis que responder correos, por ejemplo, hacedlo cuando los niños y niñas duerman, porque se acuestan pronto”, agrega.

En esta pieza te contamos más sobre cómo poner normas antes de usar pantallas en casa, el hábito familiar que los psicólogos recomiendan aplicar como paso previo del uso de pantallas en la infancia, incluida la tele.

Una niña con el teléfono móvil
Una niña con el teléfono móvil (RG)

No utilizar el móvil como un método de aburrimiento

O la tablet. Las pantallas en general, si queremos que las usen con conciencia y responsabilidad nuestros hijos e hijas, no se pueden usar como método de aburrimiento, dice la experta.

Rocío Fernández-Durán lo explica con el siguiente ejemplo: “Si tú estás viendo una peli con tu hijo y te aburres, no cojas el teléfono, porque encima ahí aparece la doble exposición a pantalla: tengo una que no me gusta, entonces me pongo otra más cerca”.

Para la coordinadora de orientación de los centros el ejemplo que le estamos dando es importante porque ellos, evidentemente, lo van a replicar”.

Control parental

No falta entre los consejos más efectivos para gestionar el uso de pantallas en la infancia que comparte Rocío Fernández-Durán el control parental al que tanto se refieren los expertos digitales.

Esto pasa, más allá de las medidas habituales que conoces de sobra, por controlar también pequeños trucos u opciones que ofrecen las distintas aplicaciones digitales que suelen utilizar los niños y niñas. Sin ir más lejos, por ejemplo, recientemente, Google amplió el alcance de su aplicación de control parental de pantallas ‘Modo horario escolar’ de cara a la vuelta al cole.

La experta pone dos ejemplos concretos: “bloquear la pantalla en YouTube Kids para que no puedan saltar de un contenido a otro y así lo visualicen hasta el final, para trabajar la tolerancia a la frustración en caso de que no les guste, o darle unlike a la típica película de Netflix que te sale anunciada siempre que entráis en la aplicación, esa peli que ellos quieren ver y tú no quieres que vean. Así te evitas el ‘pollo’ asegurado cada vez que abras la app”, dice.

Eliminar los soportes

Otro consejo es la eliminación de los soportes cuando se utilicen pantallas personas como móviles y tablets. “Los del coche los prohibiría porque cada vez que se montan y ven el soporte, lógicamente, quieren utilizarlo”, apunta la profesional de los colegios RC y del gabinete Apai.

En su opinión, los soportes son un enemigo de la gestión de las pantallas en la infancia porque “con ellos, al estar más cómodos, aumenta el tiempo de visionado y disminuye el contacto con la realidad”, concluye Rocío Fernández-Durán.

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