Los niños y niñas de entre 5 y 18 años tienen más posibilidades de sufrir un problema de salud mental si se cumple una condición familiar concreta que se da en numerosos casos. Te contamos cuál es este factor de riesgo para la salud mental en la infancia que ha detectado un nuevo estudio del University College de Londres.
El 41% de los adolescentes de 13 a 18 años cree haber tenido un problema de salud mental en el último año. Este dato es reciente y es tremendo a todas luces. Es más que suficiente para que se enciendan esas red flags para cuidar la salud mental de los adolescentes, según los psicólogos. Y al mismo tiempo, que se enciendan también las alarmas para seguir invirtiendo tiempo y recursos en investigar sobre la salud mental en la infancia y adolescencia, y para seguir divulgando y concienciando sobre ella.
Por ello, nuestra responsabilidad es hacernos eco de novedades científicas que se pueden traducir en un aprendizaje a pie de calle para gestionar mejor el acompañamiento y guía de nuestros hijos e hijas.

En este sentido, la última novedad es un estudio del University College de Londres recién publicado en la revista The Lancet Public Health, la misma cabecera en la que se publicó hace poco un estudio de la universidad de Oxford que alerta del peligro para los niños de repetir con la inteligencia artificial los errores de las redes sociales, que advierte un factor de riesgo para sufrir problemas de salud mental en la infancia y adolescencia.
Este factor es tan habitual como tener un hermano o hermana mayor que haya padecido experiencias adversas graves en sus primeros 1.000 días de vida.
El estudio, de nombre interminable —‘Experiencias adversas en la infancia de los primogénitos y riesgo para la salud mental y el uso de la atención sanitaria en los hermanos: un estudio de cohorte de nacimiento basado en la población de medio millón de niños en Inglaterra’— concluye que los niños y niñas de familias en las que el primogénito —su hermano o hermana mayor— haya experimentado o experimente problemas adversos en esos primeros 1.000 días de vida desde la concepción tienen un 71% más de probabilidades de padecer también un problema de este tipo.

Un estudio concluyente desarrollado en Inglaterra
El estudio del University College de Londres no es una investigación cualquiera ya que ha analizado los registros médicos de 333.048 madres primerizas y sus 534.904 hijos primogénitos y hermanos nacidos en Inglaterra entre 2002 y 2018.
Para realizar la investigación, profundizaron en seis formas distintas de experiencias adversas en la infancia registradas en los primeros 1.000 días de vida, contando desde el momento de la concepción hasta los dos años de edad. Sí, son los mismos 1.000 días claves en la alimentación infantil, según Lucía Mi Pediatra.
Estas seis experiencias traumáticas son las siguientes: riesgo de maltrato infantil (lesiones inexplicables, por ejemplo), maltrato infantil, violencia de pareja, abuso de sustancias por parte de la madre, entornos familiares adversos y problemas de salud mental materna.
Pues bien, el estudio concluye que las madres cuyos primogénitos habían experimentado experiencias adversas o traumáticas en la infancia tenían un riesgo mayor, del 71% en concreto, de tener hijos con problemas de salud mental entre los 5 y los 18 años. Mayor en comparación con aquellas madres cuyos primogénitos no padecieron dichas adversidades.
Además, el 37,1% de las madres analizadas tuvieron un primer hijo o hija que padeció al menos una experiencia adversa en la infancia, siendo las más comunes los problemas de salud mental de la madre (21,6%) por delante de los entornos familiares adversos (14,5%).
El estudio, por lo tanto, subraya la importancia que tiene el acompañamiento y la atención temprana en la infancia y las familias vulnerables. Cabe recordar al respecto también la importancia del tiempo de ocio y descanso para la salud mental de toda la familia.

"Nuestro estudio revela un riesgo de salud en cascada que se extiende más allá del individuo y afecta también la salud de los hermanos. Es probable que esto se deba a la continuidad de experiencias adversas en la infancia dentro de la familia. Cuando un niño o un padre presenta problemas de salud mental, violencia u otras formas de adversidad, es esencial preguntar sobre el contexto familiar más amplio", dice el doctor Shabeer Syed, del Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street de la UCL, autor principal del estudio, en declaraciones recogidas por Europa Press.
“Estos hallazgos indican que, cuando nos encontramos con niños que enfrentan desafíos importantes como el abuso doméstico o la pobreza, debemos ampliar nuestro enfoque a toda la familia, incluidos los hermanos”, apunta en el mismo medio la profesora Jessica Deighton (UCL Psychology & Language Sciences y Anna Freud, una organización benéfica de salud mental para niños y jóvenes. “También debería desarrollarse, en colaboración con diversos grupos de niños y jóvenes, una estrategia integral de prevención de la salud mental", agrega.
Los investigadores recalcan, no obstante, que las experiencias adversas en la niñez no siempre causan problemas de salud mental. Son, simplemente, un factor de riesgo con mucha capacidad de impacto en dicha cuestión, como evidencian los resultados de esta investigación recién publicada.