La salud mental, como lo es la conciliación de familia y trabajo —el gobierno del País Vasco extenderá el permiso parental por nacimiento hasta las 24 semanas y el PP propone que no sea obligatorio que los dos progenitores cojan las 6 semanas de permiso parental tras el nacimiento de un bebé, ambas noticias solo en los últimos días—, se ha convertido en un tema capital de la agenda social y política en España. Especialmente la salud mental de los adolescentes, colectivo de riesgo en este sentido dado que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10 y el 20% de los adolescentes de todo el mundo padecen problemas mentales y la mitad de las enfermedades mentales empiezan antes de los 14 años.
Existen distintos trabajos que aportan información valiosa sobre la salud mental en los adolescentes. En el año 2021, por ejemplo, se publicó el Informe Estado Mundial de la Infancia, en el que se aseguraba que uno de cada siete adolescentes de 10 a 19 años en todo el mundo tiene un problema de salud mental diagnosticado.
Antes, en el año 2017, la Encuesta Nacional de Salud ya había advertido que, en España, el 13,2% de los niños y niñas entre 4 y 14 años estaban en riesgo de sufrir problemas de salud mental, porcentaje que aumenta en los colectivos más vulnerables dentro de la infancia.
Además, tal y como destaca UNICEF, las tasas de suicidio es la segunda causa de muerte en la Unión Europea en jovenes de 15 a 19 años después de los accidentes de coche.

Cuatro de cada diez adolescentes ha tenido un problema de salud mental en el último año
A todos estos datos ya conocidos se unen ahora los aportados por el Barómetro de Opinión de la infancia y Adolescencia, un informe que proporciona datos muy interesantes acerca de la percepción de los adolescentes en relación con la salud mental.
UNICEF ha elegido la semana en la que se ha celebrado el Día Internacional de la Salud Mental (10 de octubre) para publicar su barómetro, que ha sido desarrollado durante el curso académico 2023-2024 con la colaboración y participación de 168 centros educativos de toda España. En total, recoge la visión acerca de la salud mental y su experiencia personal de 4.740 adolescentes de 13 a 18 años.
Es muy llamativo y preocupante el dato de que el 41,1% de los jóvenes entre 13 y 18 años, más de cuatro de cada diez, manifieste que ha tenido o cree haber tenido un problema de salud mental en el último año.
Esta percepción de los adolescentes sobre su salud mental preocupa más si cabe teniendo en cuenta que, según este mismo informe, el 51,4% de los jóvenes que aseguran haber tenido ese problema de salud mental no han pedido ayuda al respecto. Además, un 33%, uno de cada tres, no ha hablado con nadie sobre estos problemas.

Las razones por las que no piden ayuda
En cuanto a las razones por las que no piden ayuda si creen padecer un problema de salud mental destacan que no saben a quién acudir y que le restan importancia al problema que creen padecer. Además, cuatro de cada diez no saben lo que les pasa, es el desconocimiento el motivo de su silencio.
Pero es el hecho de que no quieren que otras personas cercanas se enteren de lo que les ocurre el motivo principal para no contarlo ni pedir ayuda. En concreto, un 50% de los encuestados, aproximadamente, cree que es mejor dejar que pase el tiempo antes de pedir ayuda.
La buena noticia dentro de la preocupación general que dejan estos datos sobre la salud mental en los adolescentes es que las nuevas generaciones están normalizando que la salud mental existe. Esto lo demuestra el hecho de que solo entre el 2% y 5% de los encuestados para el barómetro de UNICEF está de acuerdo o totalmente de acuerdo con tener creencias negativas sobre las personas que padecen algún tipo de problema de salud mental.
Además, una amplia mayoría de los adolescentes, el 76,8%, ofrecería su ayuda si una persona cercana confía en ellos o ellas para compartir su problema de salud mental. Eso sí, entre las chicas lo harían el 85,1% de las encuestados y entre los chicos, solo el 68,8%.
Si crees que tu hijo o hija adolescente puede sufrir un problema de salud mental, los psicólogos advierten de esta siete red flags.

Mucho margen de mejora en los centros educativos
Para el 73,6% de los encuestados, la red principal de apoyo en caso de tener un problema de salud mental son las amistades. Antes le cuentan el problema a un amigo que a un familiar o un psicólogo.
Lejos, en Segunda posición, para un 60,8% de los jóvenes que han participado en el estudio, es la ayuda profesional psicológica su red principal de ayuda en cuestiones de salud mental.
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Hecho este impás, hay margen de mejora para que los centros educativos formen parte de esta red principal de ayuda, ya que solo el 34% de los adolescentes tiene a los profesionales de su centro educativo como su opción de seguridad. El 30% responde la medicina o psiquiatría y el 32,7% reconoce que su red es escuchar también a profesionales en internet y redes sociales (32,7%).
Sobre los centros educativos cabe añadir que el 56% de los encuestados en este trabajo publicado por UNICEF no busca la red habilitada en su centro educativo porque sigue sin confiar en sus profesores y orientadores. Es más, el 40,5% de adolescentes considera baja o muy baja la opción de que sus profesionales les ayuden si tienen un problema de salud mental.
Y casi la mitad, el 49,3%, creen que profesores y orientadores no les van a guardar el secreto. Por su parte, el 43,1% de los adolescentes creen que no tienen la formación adecuada, mientras que el 37,7% apunta que los profesionales de su centro educativo tienen otras tareas por atender o falta de tiempo.