El verano y las vacaciones escolares son uno de los momentos más esperados por millones de niños cada año en todo el mundo. Pero para muchos, es una época complicada en la que su alimentación y sus relaciones sociales se pierden casi por completo.
La ONG Educo ha vuelto a denunciar que de los más de dos millones y medio de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad que viven en nuestro país, miles de ellos se quedan en verano sin acceso a una comida saludable cada día.
“Este verano queremos poner sobre la mesa la realidad de la pobreza infantil. En España 1 de cada 3 niños, niñas y adolescentes (2,6 millones) está en situación de vulnerabilidad y muchos de ellos ven comprometido el acceso a una comida saludable al día”, afirma Pilar Orenes, directora general de Educo.
Cierran los comedores escolares y miles de niños dejan de alimentarse de manera sana y nutritiva
Durante los nueve meses que dura el curso escolar, en España casi un millón de niños reciben ayudas para acudir al comedor de su colegio de forma habitual. Hablamos de que 1 de cada 3 niños y niñas está en riesgo de pobreza y exclusión, lo que pone en riesgo su alimentación durante todo el año. Y aún más cuando finaliza el curso porque esas ayudas, públicas en su mayoría, finalizan durante los casi tres meses que duran las vacaciones de verano.
En España, según datos de UNICEF, casi dos millones de niños y niñas viven en una situación de pobreza y es la primera vez en la historia de nuestro país que los niños se convierten en el colectivo más afectado por la crisis económica. Se ha pasado de encontrarnos en torno al 24% de la población menor de edad, con haber subido en los últimos años hasta el 26%.

Alimentación y socialización
Según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, casi tres millones de niños españoles no pueden irse de vacaciones a ningún lugar ni siquiera una semana al año y muchos de ellos no socializan en las vacaciones como lo hacen durante el curso escolar.
La protección, la interacción social, el juego y el aprendizaje emocional son aspectos fundamentales para un desarrollo y un crecimiento sanos durante la infancia por lo que conviene seguir manteniéndolos en periodos tan largos como son las vacaciones estivales.
Por eso, para muchos niños y niñas en situaciones vulnerables poder participar en campamentos urbanos significa que se asegura su alimentación durante estos meses de vacaciones, dentro de un entorno seguro y divertido en el que además pueden desarrollar relaciones sociales, algo que también pierden muchos de ellos cuando llega el parón escolar de las vacaciones de verano y que es vital para su educación y su crecimiento.