¿Cuándo se puede poner zapatos al bebé?

Algo que debemos saber es que mantener los pies del bebé descalzos el mayor tiempo posible es lo más recomendable para su desarrollo. Esto quiere decir que no debemos ponerles zapatos excesivamente pronto. ¿Quieres saber cuándo es el mejor momento para ello y algunos consejos para elegir el mejor calzado?
¿Cuándo se puede poner zapatos al bebé?

El papel que juegan los pies como elemento de exploración es muy importante. Seguramente, todos hemos visto a un bebé jugando con sus pies o llevándoselos a la boca, y es que, las terminaciones nerviosas de los mismos son mayores a estas edades, de ahí su importancia.

El bebé está explorando su propio cuerpo, construyendo su esquema corporal, conociendo sus límites y los de su entorno, por eso también es normal verle lanzando patadas al aire. Esto nos lleva a pensar en que, si le tapamos los pies antes de tiempo, estaremos limitando la información que recibe, tanto de sí mismo como de su alrededor. Por ello es importante conocer cuándo debemos empezar a calzar al bebé para no impedir nunca su buen desarrollo.

¿Cuál es el mejor momento para ponerle zapatos?

Como respuesta rápida: solo deberíamos calzar a un niño para abrigarlo. Mientras no ande, es preferiblemente mejor que en casa vaya descalzo y que se acostumbre al contacto con el suelo. En caso de hacer frío, podemos optar por ponerle unos calcetines.

Para los bebés que ya empiezan a gatear, a desplazarse y a ponerse de pie, aunque veamos mil ofertas y nos sintamos tentados a comprar un par de zapatitos, debemos evitarlo porque de momento con los calcetines antideslizantes o de suela flexible, basta. No obstante, si decidimos comprar unos, lo ideal será utilizarlos solo en la calle.

Cuando los bebés empiezan a andar solos será el mejor momento para ponerles los zapatos. Aunque, como anteriormente, cuando estén en interiores seguiremos intentando que vayan descalzos o con calcetines.

Consejos para elegir el calzado del bebé

calzado bebé - Fuente: iStock
  • Durante los primeros meses de vida, lo mejor es ponerle patucos o calcetines para protegerle de las bajas temperaturas.
  • No es recomendable ponerle zapatos a un niño antes de que empiece a andar.
  • Los zapatos deben tener una longitud algo superior a la que tenga el pie (entre 1 y 1,5 cm más que el dedo más largo).
  • En cuanto a la punta del zapato, debe ser ancha y larga con el fin de que el niño pueda mover libremente los dedos.
  • El zapato debe estar fabricado con materiales transpirables y pieles flexibles.
  • Si vemos que es necesario que el niño requiera de una plantilla, lo mejor es hacerle una a medida.
  • Si vamos a elegir un zapato en concreto, lo ideal es dejar los abotinados para más adelante. Las botas normalmente no permiten la movilidad del tobillo.
  • Con el objetivo de que pueda mover bien las articulaciones, lo mejor es que la suela sea flexible. Si percibimos que se suele desgastar en poco tiempo, la solución es acudir al podólogo, él será el encargado de detectar posibles problemas en la marcha.
  • Según vaya aumentando de tamaño el pie del niño, lógicamente, el calzado debe ir cambiándose, por lo tanto, se hará con frecuencia.
  • Escojamos el que escojamos, el calzado no debe molestar después de usarlo varias veces, ni tampoco siendo nuevo.
  • Debemos recordar que el hecho de caminar descalzo por un terrero irregular, como arena, hierba o cojines, también es beneficioso para el pequeño, favorece a su desarrollo.

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