Los mejores ejercicios para estimular los giros en el bebé

Antes de mantenerse de pie y dar sus primeros pasitos, un hito en el desarrollo del bebé es aprender a girar sobre sí mismo, a dar la vuelta tumbado. Usará esta habilidad para ir moviéndose cada vez más. Si queremos incentivar sus movimientos podemos probar algunos ejercicios como los que vemos aquí.
Los mejores ejercicios para estimular los giros en el bebé

Un punto más allá en el nivel de desarrollo de un bebé es aprender a girar sobre sí mismo cuando está tumbado. Esto es el comienzo para después poder ponerse de pie y dar sus primeros pasitos. ¿Cómo podemos entonces ayudar al peque a estimular su volteo? Veamos algunos ejercicios.

Después de conseguir controlar su cabeza, poco a poco comenzará a poder quedarse sentado sin tener que apoyarse en nada, y será más o menos a los cuatro meses de edad cuando lo consiga hacer.

El proceso se iniciará cuando esté apoyado sobre su tripita y empiece a elevar un poco su cabeza y sus hombros con ayuda de sus bracitos. Esto también le ayudará a fortalecer sus propios músculos. Algunos bebés en vez de querer girar sobre sí mismos es posible que prefieran sentarse directamente o querer gatear. Da igual la manera, lo importante es tener curiosidad por moverse.

Ideas de ejercicios para el volteo del bebé

bebe - Fuente: Pexels

Si quieres ayudar a tu hijo estimulando sus movimientos, puedes probar estas ideas de ejercicios:

  • Coge su juguete o peluche favorito y colócalo a su lado, pero fuera de su alcance. Lo más probable es que intente hacerse con él y el propio peso de su cuerpecito le haga girar.
  • También puedes coger una pelota o un juguete con colores llamativos o luces y moverlo de un lado a otro mientras el bebé está tumbado e intenta alcanzarlo. De la misma manera que esto será un estímulo visual para él, puedes repetir el ejercicio, pero con uno estímulo auditivo, utilizando un sonajero o un cascabel y también intentando que lo atrape mientras lo mueves.
  • Tumba al pequeñín en una cama y colócate tú también en ella, pero detrás de él. Llámale por su nombre. Al querer saber dónde estás, con un empujoncito ligero querrá ponerse boca arriba.
  • Un ejercicio clásico es tumbar al bebé y mover sus piernas como si estuviera pedaleando una bicicleta o también haciéndole masajes desde las nalgas hasta los pies para así favorecer la flexión de las caderas y la extensión de las piernas.

Como consejo de precaución, ten cuidado siempre cuando esté en la cama, en un cambiador o en el sofá, por ejemplo, el bebé podría intentar seguir “practicando” sus movimientos y sin querer acabar cayéndose. Ya no solo por si pudiera hacerse daño en ese momento, sino porque tampoco queremos que esa experiencia moviéndose o dándose la vuelta le acabase asustando o provocando un problema serio.

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