¿Cómo calmar a un bebé que no para de llorar? El truco demostrado por la ciencia

Un estudio acaba publicar uno de los mejores consejos que podrán recibir los padres de bebés que lloran sin parar: según la ciencia, este truco puede ayudar a calmarlos en cinco minutos.
Calmar a un bebé que llora mucho

Que los bebés lloran es algo que nadie puede controlar. Las lágrimas son su única forma de expresar si tienen hambre, sueño o si hay algo que les mantiene intranquilos o molestos. Y esto nadie lo puede cambiar. Poco a poco irán adquiriendo otras herramientas que terminarán por relegar las lágrimas a un segundo planos, utilizándolas únicamente cuando sea necesario.

Calmar a un bebé que llora mucho - Steve Debenport

En ese periodo de transición, los padres no pueden evitar intentar consolar a su bebé, pero a veces parece tarea imposible. ‘¿Qué le pasará?’ se preguntan cuando, sin éxito, intentan arrullarle, mecerle, tranquilizarle con un chupete o con un biberón.

Por suerte, la ciencia no se cansa en su intento de encontrar una solución rápida al llanto de los bebés. Y parece que estamos un poco más cerca de conseguirlo gracias los resultados de una investigación publicada en la revista Current Biology y llevada a cabo por expertos del Centro RIKEN para la Ciencia del Cerebro (CBS) en Japón.

El secreto para conseguir que un bebé deje de llorar

Aunque insisten e insistimos en que no hay trucos de magia que consigan que el bebé deje de llorar de repente, estos resultados nos muestran qué podemos hacer para intentar calmarlo: los bebés se calman antes si caminamos cinco minutos con ellos en brazos y nos sentamos después ocho minutos más con ellos antes de dejarlos en su cunita.

No dejes a tu bebé llorando sin hacerle caso. Mira aquí algunas de las consecuencias y algunos consejos de ayuda.

“Si bien varios métodos de entrenamiento del sueño o programas de educación para padres pueden proporcionar una mejora a largo plazo del llanto y los problemas de sueño de los bebés, aún no hay una recomendación concluyente para los momentos puntuales en casa”, explican los autores en el estudio.

Por esta razón decidieron monitorizar el llanto y el sueño de 21 bebés de siete meses, así como las técnicas utilizadas por sus madres a la hora de intentar calmarlos.

Los bebés prefieren movimeinto, no quieren estar quietos

Para comprobar tal cosa, los autores monitorearon el llanto y el comportamiento de estos 21 bebés (con electrocardiogramas, cámaras de vídeo para ver los movimientos, la apertura y el cierre de ojos con cada latido de su corazón para medir su nivel de tranquilidad) mientras sus madres practicaban cuatro métodos diferentes para intentar calmarlos:

  • Sostenerlos mientras caminaban.
  • Moverlos de un lado a otro en el coche o la cuna.
  • Sostenerlos mientras estaban sentadas.
  • Acostarlos en su cuna.
bebé en su cuna

Los resultados fueron inmediatos: rápido descartaron que el bebé se calmase mientras su progenitor le mecía en brazos estando sentados. Y tampoco cuando los recostaban en la cunita. Sí que observaron que se calmaban un poco cuando los paseaban en el carro o los mecían en su cuna, pero no era muy exitoso.

Pero, sí que se calmaban con éxito cuando sus madres caminaban con ellos en brazos y, de hecho, un porcentaje alto consiguió dormirse en menos de cinco minutos siguiendo este método. Además, descubrieron que, si automáticamente pasaban del paseo en brazos a su cuna, se despertaban antes que si los padres, después de pasear con ellos en brazos, los seguían sosteniendo (esta vez sentados) durante cinco u ocho minutos más.

¿Cómo debe ser el paseo para que sea efectivo?

¿Cómo coger al bebé mientras paseamos con él? De acuerdo a los autores, hay que sujetarlo con seguridad, acercando su cuerpecito cómodamente al nuestro y sosteniendo su cabecita.

Además, especifican cómo debe ser el paseo para que sea efectivo: en un lugar llano y despejado, a un ritmo constante y preferiblemente sin hacer paradas o giros bruscos.

“Nuestro estudio promueve un protocolo de comportamiento: cargar cinco minutos, sentarse antes de acostar al niño de cinco a ocho minutos para calmar a un bebé que llora”, afirman los autores del estudio.

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