
Alimentación del bebé
Cómo hacer su primer puré de verduras
¿Quién no ha sido novato en la cocina? ¡Y ahora con un bebé! El pediatra te da una hojita de recomendación de lo que debe tomar y cuando introducirlo, pero ¿verduras? ¿cuáles toman? No preguntes más a familiares o amigos de los que cocinan a base de "los pizquitas", es decir, alguien que sabe cocinar, cocina a ojo, sin medidas... Te explicamos paso a paso cómo hacer los primeros purés para un bebé.

Se parte siempre de un puré base hecho de patata y zanahoria. El primer puré de verduras que toma un bebé es así de básico, sin más añadiduras que una cucharada sopera de aceite de oliva y un vaso de agua.
Una vez comprobado la tolerancia a este puré vamos añadiendo más verduras. Seguid las instrucciones de vuestro pediatra para ir introduciendo el orden de verduras que por norma general es una por día: medio puerro, una o dos judías verdes sin puntas, un cuarto de calabacín, el tamaño de dos nueces de calabaza, un cuarto de tomate, un cuarto de cebolla...
Pueden utilizarse verduras frescas de temporada o congeladas.

Siempre se cuecen lavadas y peladas porque el caldo se utilizará para el puré. Se deben cocer con poca agua y mejor en olla exprés, para aprovechar mejor las vitaminas y minerales que se quedan en el caldo.
En la olla expres se tarda unos 10 minutos, dependiendo de la olla. En la thermomix a 100 º, se tarda unos 30 minutos, con el giro a la izquierda, a velocidad cuchara. En cazuela se tardan 40 minutos a fuego lento.
Una recomendación útil: cuando compres verduras frescas, límpialas, trocéalas y guárdalas en bolsas para congelar con todos los ingredientes que decidas poner el puré de verduras de tu bebé, excepto el huevo y el aceite. Es de gran ayuda marcar si es de pollo, de ternera o de pescado. De esta forma solo tendrás que sacar cada bolsita para preparar el puré de verduras y echar el aceite en la olla. Rapidísimo.

Al principio es recomendable no incluir ni guisantes ni habas porque aunque solemos tenerlas congeladas son de la familia de las legumbres y se introducen más adelante. Esto varía también según cada pediatra.
Tampoco se ponen nunca las verduras de flor (repollo, coliflor, brócoli…) por ser muy fuertes para su estomagito. Cuando sean mas mayores puedes introducirlas , pero ten cuidado de no poner mucho porque cambia radicalmente el sabor al puré y pueden rechazarlo. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda no incluir acelgas ni espinacas en el puré antes del año. Si se hace, que sea en muy poca cantidad, conservando el puré en frigorífico si se van a consumir en el mismo día o, si no es así, congelándolo hasta su uso.
No hace falta poner muchas verduras diferentes en cada comida. Es preferible que sean 2 o 3, en mezclas similares a las de la comida casera.

Una vez introducidas todas las verduras, meteremos pollo, pavo, ternera y pescado blanco (dando un mínimo de una semana entre una cosa y otra y siempre en las edades que nos marca el pediatra). Las frutas y verduras aportan vitaminas, minerales y fibra. Las carnes, pescados y huevos aportan proteínas y minerales como el hierro.
¿Cuánta cantidad? Tanto de carne como de pescado debemos introducir medio filete.
La carne se cuece junto con las verduras a partir de los 6 meses. Se puede utilizar pollo o pavo (sin piel), cordero o ternera. El cerdo se dará un poco más adelante, preferiblemente partes con poca grasa.
El pescado puede ser fresco o congelado, blanco o azul. Puede sustituir a la carne en el puré de verduras. Muchos bebés prefieren saborearlo desmenuzado con los dedos. ¡Atención a las espinas!
El huevo se introduce cocido, primero la yema. La clara y el huevo entero un poco más tarde. Se puede añadir a los otros alimentos, en puré o troceado.

- Recordar que alrededor de los 6 meses se pueden ir dando nuevos alimentos poco a poco, y que hacia los 12 meses ya deben haber probado de todo.
- Es recomendable permitir que el bebé tome la iniciativa y coma alimentos de los demás miembros de la familia.
- Es preferible utilizar alimentos cocinados en casa y que el niño vaya comiendo poco a poco los platos caseros.
- Los padres ofrecen los alimentos adecuados, pero la cantidad que toma la decide el niño. Nunca hay que forzarles a que coman o terminen lo que hay en el plato.