Normas básicas para el puré de verduras del bebé
Se parte siempre de un puré base hecho de patata y zanahoria. El primer puré de verduras que toma un bebé es así de básico, sin más añadiduras que una cucharada sopera de aceite de oliva y un vaso de agua.
Una vez comprobado la tolerancia a este puré vamos añadiendo más verduras. Seguid las instrucciones de vuestro pediatra para ir introduciendo el orden de verduras que por norma general es una por día: medio puerro, una o dos judías verdes sin puntas, un cuarto de calabacín, el tamaño de dos nueces de calabaza, un cuarto de tomate, un cuarto de cebolla...Pueden utilizarse verduras frescas de temporada o congeladas.
Las alergias a alimentos aparecerán siempre tras haber tomado previamente ese alimento. No aparecen la primera vez que se toma sino a partir de ésta. Es por ello que los introducimos progresivamente para poder controlar si hay algo que le sienta peor.

Lavada y pelada
Siempre se cuecen lavadas y peladas porque el caldo se utilizará para el puré de verduras Se deben cocer con poca agua y mejor en olla exprés, para aprovechar mejor las vitaminas y minerales que se quedan en el caldo. En la olla expres se tarda unos 10 minutos, dependiendo de la olla. En la Thermomix a temperatura Varoma, se tarda unos 30 minutos, con el giro a la izquierda, a velocidad cuchara. En cazuela se tardan 40 minutos a fuego lento. Una recomendación útil: cuando compres verduras frescas, límpialas, trocéalas y guárdalas en bolsas para congelar con todos los ingredientes que decidas poner el puré de verduras de tu bebé, excepto el huevo y el aceite. Es de gran ayuda marcar si es de pollo, de ternera o de pescado. De esta forma solo tendrás que sacar cada bolsita para preparar el puré de verduras y echar el aceite en la olla. Esta manera te permite ahorrar tiempo (muy necesario en esta etapa de la vida) y además mantener los alimentos lo más frescos posibles.

Ingredientes que no debemos introducir en los primeros purés de verduras
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda no incluir acelgas ni espinacas (verduras de hoja oscura) en el puré antes del año. Si se hace, que sea en muy poca cantidad, conservando el puré en frigorífico si se van a consumir en el mismo día o, si no es así, congelándolo hasta su uso. No hace falta poner muchas verduras diferentes en cada comida. Es preferible que sean 2 o 3, en mezclas similares a las de la comida casera.
Las recomendaciones actuales sobre nutrición infantil no retrasan la introducción de alimentos que antes se introducían más tarde, como el huevo, las legumbres o el pescado. No hay una edad de introducción concreta sino que a partir de los 6 meses se pueden introducir, eso sí, progresivamente como el resto de alimentos.

Introducimos la proteína
Una vez introducidas todas las verduras, meteremos pollo, pavo, ternera y pescado blanco. Las frutas y verduras aportan vitaminas, minerales y fibra. Las carnes, pescados y huevos aportan proteínas y minerales como el hierro. ¿Cuánta cantidad? Tanto de carne como de pescado debemos introducir medio filete. La carne se cuece junto con las verduras a partir de los 6 meses. Se puede utilizar pollo o pavo (sin piel), cordero o ternera. Las carnes rojas deberán tener una frecuencia de consumo baja, de una a dos veces cada dos semanas, sin embargo las carnes blancas se pueden consumir con más frecuencia.
El pescado puede ser fresco o congelado, blanco o azul de pequeño tamaño. Puede sustituir a la carne en el puré de verduras. Muchos bebés prefieren saborearlo desmenuzado con los dedos pero tenemos que estar atentos a las espinas. Los pescados azules de gran tamaño (pez espada, emperador, atún rojo, lucio…) no deben consumirse en menores de 10 años por su elevada cantidad de mercurio.
El huevo se introduce cocido y entero. Antiguamente se recomendaba separar la yema de la clara pero en la actualidad ha quedado demostrado que no es más alergénico y se puede introducir completo. Es importante cocerlo adecuadamente para evitar posibles intoxicaciones alimentarias.

4 reglas imprescindibles
- Recordar que alrededor de los 6 meses se pueden ir dando nuevos alimentos poco a poco, y que hacia los 12 meses ya deben haber probado de todo.
- Es recomendable permitir que el bebé tome la iniciativa y coma alimentos de los demás miembros de la familia.
- Es preferible utilizar alimentos cocinados en casa y que el niño vaya comiendo poco a poco los platos caseros.
- Los padres ofrecen los alimentos adecuados, pero la cantidad que toma la decide el niño. Nunca hay que forzarles a que coman o terminen lo que hay en el plato.
- Comer en familia, despacio y saboreando los alimentos ayuda a mejorar la digestión.
