¿Cuántos niños con altas capacidades hay en cada comunidad autónoma?
En total, España tiene reconocidos un total de 40.916 estudiantes con altas capacidades. Se estima, sin embargo, que la mayoría no están detectados. Estas son las comunidades con más y con menos niños con ellas.
De acuerdo a los datos más recientes del Ministerio de Educación, en el curso 2021-2022 había detectados en España un total de 40.916 estudiantes con altas capacidades.
Sin embargo, pese a las cifras, en España se calcula que hay entre un 3 y un 5% de estudiantes con altas capacidades, lo que significa que más del 90% de ellos estarían sin identificar, de acuerdo a El Mundo del Superdotado.
Una cifra que abre el debate sobre el por qué cuesta tanto identificarlos. Un debate que vamos a intentar descifrar desde Ser Padres y con el que vamos a comprobar por qué las cifras son tan dispares en cada comunidad autónoma.
Las niñas son más difíciles de identificar que los niños
La mayoría, de acuerdo a las gráficas, son varones. No significa esto que haya más niños que niñas con altas capacidades, si no que a ellas es más difícil detectarlas porque se mimetizan más con los demás compañeros (o esto es lo que afirman los expertos). “Las niñas se oculta, disimulan mejor sus altas capacidades para ser aceptadas por su entorno”, aseguran
¿Cuántos alumnos con altas capacidades hay en cada comunidad?
Desde Ser Padres hemos consultado, de nuevo, los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de educación y Formación Profesional, que datan del curso 2021-2022, a falta de conocer datos más actualizados.
Viendo las cifras, que pasaremos a especificar a continuación, podemos ver una clara prevalencia de Andalucía, donde se concentran casi la mitad de los estudiantes con altas capacidades de España; a diferencia de Cantabria, que apenas concentra un 2% de estos.
Estas son las cifras ordenadas por porcentaje de representación:
- Andalucía: 16.995 estudiantes con altas capacidades
- Aragón: 3876
- Principado de Asturias: 1437
- Baleares: 1810
- Canarias: 2393
- Cantabria: 264
- Castilla y León: 1102
- Castilla-La Mancha: 813
- Cataluña: 3290
- Comunidad Valenciana: 1152
- Extremadura: 510
- Galicia: 2313
- Comunidad de Madrid: 3484
- Región de Murcia: 3047
- Navarra: 673
- País Vasco: 937
- Rioja: 468
- Ceuta: 31
- Melilla: 17
¿Por qué hay más niños con altas capacidades en unas comunidades que en otras?
La razón de estas cifras tan desiguales no es, ni muchísimo menos, que las condiciones de vida o el ambiente propicien unas altas capacidades dentro de estas provincias. Es la consecuencia de no disponer de un sistema de medición centralizado en cada país: los parámetros que se tienen en cuenta a la hora de determinar qué alumnos sí son altas capacidades y qué alumnos no lo son varían (mucho) en cada comunidad.
“A nivel nacional no existe un criterio unificado para la identificación de los alumnos con altas capacidades intelectuales; un niño puede tenerlas en Andalucía, pero no en Cataluña”, explica Carmen Sanz Chacón, psicóloga especializada en altas capacidades, en este artículo de El Mundo del Superdotado. Y es que, de acuerdo a la misma fuente, algunas comunidades tienen en cuenta la ‘teoría de superdotación de Los Tres Anillos de Renzulli’, que explica que un alumno con altas capacidades es aquel que suma alta capacidad, alta creatividad y alto rendimiento (sin embargo, tal y como ya explicamos, no siempre se da el caso, puesto que las altas capacidades también agrupa a los Talentos y a los precoces intelectuales).
“Además, los tests que se usan para medir la creatividad no pueden utilizarse para descartar la superdotación de un niño con un cociente intelectual superior a 130; su edad mental será siempre superior a la de sus compañeros y, por tanto, sus necesidades educativas diferentes”, explica la misma profesional.
Y aquí no acaba todo. Otra de las razones de que en unas comunidades haya más altas capacidades que en otras es que en algunas se empieza a considerar superdotación a los 12 o 13 años, pues se considera que antes de esta edad la mente no está lo suficientemente formada. “Esto lleva a que los niños pasen su infancia sin las necesidades específicas”.
Por último apunta también que en algunas comunidades no se definen bien los criterios de evaluación, dejándolos a elección del tutor del niño (opinión que, a veces, prevalece por encima de la del psicólogo).
La psicóloga clínica argumenta la necesidad de hacer un cambio normativo par definir criterios comunes en todas las comunidades e intentar cubrir los máximo posible las necesidades de estos niños.