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¿Por qué hay menos niñas que niños con altas capacidades?

Aproximadamente las niñas detectadas con altas capacidades son el 30% del total y los expertos coinciden en el análisis del por qué.

Según datos publicados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (del el curso 2019/2020), de las que se hace la fundación El Mundo del Superdotado, en España solo están identificados 39.173 alumnos de altas capacidades. Es, teniendo en cuenta el porcentaje de escolarizados, un 0,47% del total, de los cuales el 30% son niñas aproximadamente. Si bien es un dato en crecimiento, sigue existiendo consenso entre los expertos en altas capacidades a este respecto: se detectan menos niñas con altas capacidades.
Explican los psicólogos especializados en altas capacidades Olga Carmona y Alejandro Busto en su libro Hijos con altas capacidades: el reto de educarlos, que las demandas de evaluación que reciben en su consulta “guardan una proporción de cuatro niños por cada niña”. Califican ambos el caso de las niñas como “flagrante”, ya que se quedan muchas por el camino sin que se detecten sus altas capacidades.
El motivo principal que todos los expertos en la materia destacan para responder por qué se detectan menos niñas de altas capacidades es que son más adaptativas, que pasan más desapercibidas y, por lo tanto, que durante la infancia (en Primaria) no muestran problemas a nivel social ni tantos comportamientos disruptivos. “Lo habitual es que las familias soliciten una valoración para su hijo, tras la cual preguntamos por su hermana (si la tienen) y la respuesta de los padres suele ser que la niña no tiene ningún problema y que no creen que tenga altas capacidades”, dicen en el citado libro Olga Carmona y Alejandro Busto.
En una línea muy similar se expresan otros psicólogos y expertos en altas capacidades. "En nuestra opinión, existen dos razones por las que acuden solo un treinta por ciento de niñas para ser evaluadas de altas capacidades y superdotación: la primera es que las niñas se ocultan, disimulan mejor sus altas capacidades para ser aceptadas por su entorno", afirma en este artículo la psicóloga clínica y directora de El Mundo del superdotado Carmen Sanz Chacón.
Para la doctora Sanz Chacón, “Las niñas superdotadas pueden bajar las notas a propósito para no destacar y, lo que es más grave, interiorizan sus problemas de forma que nadie en su entorno es consciente de que también pueden tener problemas de adaptación por su superdotación al no recibir educación especial”. Algo parecido afirman Olga Carmona y Alejandro Busto, que explican que “para las niñas sigue siendo más importante ser aceptadas que brillar intelectualmente”.

Otras razones

La doctora Carmen Sanz Chacón, en nombre de la fundación El mundo del Superdotado, defiende una segunda causa de que las niñas con altas capacidades se detecten menos que los niños: la expectativa de la familia hacia sus hijas.
Señala Sanz Chacón que “frecuentemente los padres esperan mucho menos de sus hijas que de sus hijos, lo que les lleva a no plantearse que estas puedan ser superdotadas”. En su opinión, esta causa es “más grave” que la primera.
Sea como fuere, lo que es indiscutible, porque así lo ha demostrado la evidencia científica, es que no hay un factor genético. La inteligencia no distingue por sexos, sino que lo hace por persona, por ser humano. De igual forma que tenemos los ojos o el pelo de un color, podemos tener una capacidad intelectual u otra, y ninguna es una cuestión de género.
Sí lo es la forma en la que tendemos a comportarnos socialmente, algo que se aprecia mucho en los niños y niñas de altas capacidades. “Entre los chicos son más habituales las conductas disruptivas en clase, agresiones, retraimiento exagerado o problemas de conducta y psicológicos que llevan a los padres y profesores a pedir una evaluación en nuestro centro”, asegura Carmen Sanz Chacón. En cambio, en las niñas, es mucho más frecuente “La conducta pasiva, encerrarse en sí mismas e intentar pasar desapercibidas”, añade.
Esto último no supone un problema en Primaria, donde “es más que probable que no aparezcan ni académicos ni de comportamiento porque rápidamente entienden qué se espera de ellas y cómo deben ser”, apuntan Olga Carmona y Alejandro Busto. Sin embargo, añaden los dos psicólogos, “durante la adolescencia, todos esos años de negación de sí mismas harán la transición más complicada y les será más difícil lograr una identidad propia”.

Posibles pistas de una niña de altas capacidades

Por último, aunque no es la cuestión principal que nos preguntamos en esta pieza, nos resulta interesante compartir las ocho claves de la superdotación según la doctora Carmen Sanz Chacón y la fundación El Mundo del Superdotado.
Son ocho pistas que todo niño o niña con altas capacidades no detectado puede dejar entrever en algún momento a su entorno, pero la doctora Sanz Chacón matiza lo siguiente al respecto: “Son los mismos rasgos que debemos tener en cuenta para identificar a los niños, aunque, en el caso de ellas, tendríamos que estar más atentos y no quedarnos solamente con la imagen que nos quieren dar”.
Las ocho claves son las siguientes:
  • Se aburren en clase y prefieren tener amigos de más edad.
  • Son muy exigentes consigo mismas y con los demás.
  • Se comportan de forma independientes y suelen ser muy introvertidas.
  • Son muy sensibles.
  • Tienen múltiples intereses.
  • Pueden parecer distraídas.
  • Empiezan a bajar sus notas en la adolescencia.
  • Y otros síntomas que manifiesten falta de bienestar psicológico, problemas de sueño, ansiedad, depresión, malas relaciones con sus compañeros, etc.
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