El motivo equivocado por el que muchas personas piensan que las altas capacidades se pueden perder con el tiempo
Muchas personas creen que las altas capacidades se pueden perder con el tiempo si no se cultivan. ¿Qué hay de cierto en esta creencia? Así lo explican los expertos
Una de las dudas más recurrentes en las familias que se interesan por las altas capacidades intelectuales, casi siempre a raíz de que su hijo o hija las tiene, o bien por algún caso conocido cercano, es si son para toda la vida o se pueden perder con el tiempo.
Esta duda es natural, pero también ha sido alimentada por una frase del experto en altas capacidades Javier Tourón que ha sido malinterpretada por una parte de la sociedad interesada en este tema. Dice Tourón que “El talento que no se cultiva se pierde”, cosa que según otros expertos en psicología y altas capacidades es cierto, como veremos a continuación.
Entonces, ¿las altas capacidades sí se pueden perder? No, y la explicación es que no es lo mismo talento que dotación.

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Diferencias entre talento y dotación
En un interesante post divulgativo, las psicólogas especializadas en altas capacidades Anaïs Rodríguez Ruiz y María del Carmen Gutiérrez, de Altascapaciqué, señalan que Javier Tourón utilizó su famosa frase para explicar el Modelo de Desarrollo del Talento del psicólogo Gagné.
Este modelo defiende que “el talento es el resultado de transformar la capacidad en competencia”, explican las dos psicólogas. Pero la capacidad es “un que no se pierde”. Da igual si dejamos de cultivarla, si la ocultamos o si la desconocemos: la alta capacidad es para toda la vida. No es un talento, sino que es dotación.
Ls doctoras Anaïs Rodríguez Ruiz y María del Carmen Gutiérrez definen la dotación como “la posesión y uso de capacidades naturales destacadas (llamadas altas las capacidades o dones), sin entrenamiento y espontáneamente expresadas en al menos un área o dominio de capacidad”. Dicho de otro modo, añaden, “Sería la materia prima”.

altas capacidades
En cambio, el talento sí se puede perder cuando no se cultiva porque es “el logro o resultado”, apuntan las psicólogas de Altascapaciqué. En concreto, definen talento como “el dominio destacado de capacidades sistemáticamente desarrolladas, llamadas competencias (conocimientos y destrezas), en al menos un campo de la actividad humana”, exponen Anaïs Rodríguez Ruiz y María del Carmen Gutiérrez.
El talento se entrena
Por lo tanto, la duda y, en consecuencia, el error viene dado por creer que talento y altas capacidades son lo mismo, cuando en realidad la palabra sinónima sería dotación.
La dotación es para toda la vida, por lo que las altas capacidades no se pierden. En cambio, el talento se puede trabajar y también se puede perder. “El desarrollo del talento se da cuando el niño, joven o adulto empieza un aprendizaje sistemático de sus habilidades”, explican las dos expertas.

Niños con libros
Según la teoría expuesta por las dos psicólogas, que citan a Javier Tourón, en el desarrollo del talento hay catalizadores que pueden influir positivamente y también en lo negativo. Es el caso de factores interpersonales como la falta de motivación y factores ambientales como el entorno socioeconómico de la persona, por ejemplo.
Además, en el desarrollo del talento, concluyen las doctoras Anaïs Rodríguez Ruiz y María del Carmen Gutiérrez, intervienen la inversión (en tiempo, en dinero, etc.); el ritmo del desarrollo evolutivo de la persona (progreso); y los retos significativos.
Esto no es así con las altas capacidades, que son perennes. De hecho, la capacidad o don es uno de los tres factores de la clave del éxito junto a la motivación y la volición (determinación). “La capacidad no se pierde ni se evapora ni se aprecia esfuma. Solo eventos muy concretos podría hacer que esto ocurriera”, apostillan Anaïs Rodríguez Ruiz y María del Carmen Gutiérrez.