Tres señales común a casi todos los bebés con altas capacidades en las que se fijan los padres

Los niños con altas capacidades nacen con ellas. Por eso, cuando son bebés, muchos dan señales de ese rasgo que les distinguirá. Señales en las que los padres reparan desde que tienen pocos meses de vida.
bebé

Las altas capacidades no es un rasgo de la personalidad que se pueda entrenar. Hay personas con ellas y sin ellas y, aunque pueden llegar a desaparecer si no se trabajan correctamente, es cierto que los bebés prácticamente desde el momento de nacer ya nos transmiten algunas señales en las que podemos fijarnos para empezar a sospechar de este diagnóstico.

bebé - Anna Kraynova

Es cierto que, de acuerdo a la psicóloga Fernanda Rodríguez, el diagnóstico no debe llegar hasta que el niño cumpla los cinco o seis años, pues antes es muy difícil determinar si las tienen o no. No obstante, algunos estudios científicos han descubierto, como decimos, algunas pistas en el comportamiento de los bebés que comparten las altas capacidades.

Todas las señales responden a precocidades en su desarrollo que, en menor o mayor medida, pueden ser detectables por los padres. De hecho, son muchas de ellas en las que primero recaen los progenitores, que al final son las personas que más tiempo pasan junto al bebé (y, habitualmente, los primeros en darse cuenta de que el niño es diferente a los niños de su entorno con su misma edad).

Veamos una a una cuáles son esas tres señales que pueden ayudar a los padres en un primer acercamiento al futuro diagnóstico.

Así aprenden a caminar los bebés con altas capacidades

Si tenemos en cuenta la información arrojada por el psicólogo experto Leandro Quiroz, podremos deducir que los bebés con altas capacidades suelen tener precocidad en algunas áreas del desarrollo psicomotriz; como sus primeros pasos.

Los bebés con altas capacidades, de acuerdo siempre al mismo experto, pueden comenzar a andar sobre los ocho meses o antes de cumplir un año de edad. Además, los padres suelen observar movimientos que no son típicos de su edad, sino más adelantados.

La memoria en bebés con altas capacidades

Ya explicábamos en este otro artículo que una de las primeras señales en las que se fijan los padres de niños con altas capacidades es la capacidad de memorizar, mucho más elevada que la de los niños de su misma edad.

Aunque llama la atención, sobre todo, en niños más mayores, ya los bebés empiezan a dar pistas de esa memoria prodigiosa. “La memoria suele ser muy buena; recuerdan personas, objetos, lugares y la capacidad de imitar de forma temprana”, asegura Leandro Quiroz. De hecho, afirma que suelen reproducir canciones que han escuchado antes de los dos años de edad.

bebé riendo - Rodica Ciorba

Disincronía física en bebés

Para explicar esta señal, que de acuerdo a los expertos también es bastante común a bebés con altas capacidades, nos ceñiremos a la información que aporta Bea Sánchez, experta en Altas capacidades intelectuales. “Llamamos disincronía a un desajuste entre la edad cronológica del niño y la edad mental”, afirma en su blog especializado Mamá Valiente.

En otras palabras, que el bebé quiere hacer movimientos que su cuerpo, por ser demasiado bebé, no le permite. Esto le lleva a sumirse en un estado de frustración que desemboca en llantos y gritos. “Son niños que quieren permanecer de pie cuando su columna aún no lo permite, mantener la cabeza levantada o deslazarse”, afirma la misma profesional.

Alta sensibilidad en niños con altas capacidades

Por último nombramos una señal que ya muestran también los bebés. Dicen los expertos en altas capacidades que un alto porcentaje de niños que las poseen también son altamente sensibles (un 66%, de acuerdo a la psicóloga Úrsula Perona).

Por ende, desde que son pequeños podemos observar características propias de esa alta sensibilidad, tales como excesiva sensibilidad a algunas texturas (etiquetas, tetinas, juguetes,…) o sobre excitación con algunos ruidos, como los de los juguetes.

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  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar