Este es el hábito que se puede inculcar a niños y jóvenes que aconseja hasta Rafa Nadal

Rafa Nadal no es un hombre de dar muchos consejos, pero él tiene claro cuál ha sido el éxito de su carrera, construida sobre un hábito muy concreto que aconseja aplicar a los más jóvenes en sus vidas.
Interrúmpele en mitad de los deberes

Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”. Esta frase célebre del literato Samuel Beckett ilustra camisetas y hasta la piel de muchas personas. Entre ellas, la del tenista Stanislas Wawrinka, ganador de tres torneos de Grand Slam. Mucho se ha dicho sobre lo que quería decir Beckett con esta frase, palabras que en clase contemporánea han adquirido una nueva dimensión al vincularse a ese hábito que tantas personas de éxito subrayan: la cultura del esfuerzo.

Empresarios como Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks de la NBA, el equipo donde juega la estrella europea del baloncesto Luka Doncic, son firmes defensores de la cultura del esfuerzo como el hábito más importante a inculcar a los niños. Es así para muchas personas que comparten la visión estadounidense de la vida, donde el trabajo ocupa un lugar muy arriba entre las prioridades.

Lo único que puedes controlar en la vida es tu esfuerzo, y estar dispuesto a hacerlo es una gran ventaja competitiva porque la mayoría de la gente no lo hace”, ha llegado a afirmar Mark Cuban, empresario con una fortuna que alcanza los 5.100 millones de euros según Forbes, sobre la cultura del esfuerzo en alguna ocasión. 

Para Cuban, el esfuerzo es “ir más allá de lo que se requiere para resolver problemas, incluso cuando no se te pide”. Y para ello considera esenciales tres variables que componen este hábito: voluntad, capacidad de trabajo y esfuerzo. Este planteamiento, compartido con muchas personas, choca con aquello que defiende otra parte de la sociedad, que consideran que la cultura del esfuerzo no es tan importante para alcanzar el éxito como el acceso a las oportunidades.

Niño haciendo sus tareas

Oportunidades es precisamente el término que remarca Rafael Nadal, seguramente la figura española que mejor representa lo que para muchas personas es la cultura del esfuerzo. “No soy una persona de dar muchos consejos, más bien soy partidario de que las cosas se aprenden con los ejemplos diarios, pero sólo voy a dar uno: daros oportunidades”. Estas son las palabras que pronunció recientemente el tenista en la ceremonia de graduación de la séptima promoción de su academia, Nadal Academy by Movistar.

Estés o no de acuerdo en la trascendencia de inculcar la cultura del esfuerzo en la infancia (y el cómo, que también importa), no hay duda de que es una cuestión que forma parte del debate social. No en vano, según Google NGram, la palabra resiliencia, que es la capacidad de algo o alguien para volver al punto de partida después de un fallo, aparece en los libros veinte veces más en los últimos veinte años. Y este es un concepto, por su significado, que está íntimamente relacionado con la cultura del esfuerzo.

La cultura del esfuerzo, según Nadal

Rafa Nadal, en el citado discurso, no utilizó el concepto cultura del esfuerzo, quizá consciente de lo polémico que es en la actualidad. Utilizó la idea de “darse a uno mismo oportunidades”, lo cual requiere, al menos en su forma de ver la vida, mucho esfuerzo y capacidad de superación.

No os frustréis cuando las cosas no salen bien a la primera, no os frustréis cuando llevéis un tiempo intentándolo y las cosas no funcionan. Seguid dándoos oportunidades”, le dijo Nadal a los estudiantes de su academia.

“En este caso, puedo dar mi ejemplo, he tenido muchas alegrías durante toda mi carrera, sin ninguna duda, pero también he tenido muchos momentos difíciles a nivel de lesiones, de derrotas y lo único que he hecho mejor en mi vida, con la ayuda de todo mi equipo, es seguir dándome oportunidades”, añadió el deportista.

En opinión de Rafa Nadal, “cuando uno se sigue dando oportunidades, seguro que va a llegar el momento en que va a encontrar el camino y la solución para conseguir vuestros objetivos”.

¿Estás de acuerdo con el tenista y con el empresario o no crees que la cultura del esfuerzo sea un hábito tan importante de inculcar a los niños?

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