Cómo saber si tengo altas capacidades intelectuales es una pregunta que cada vez se hace más gente. No porque estén de moda las AACC, como leerás en documentos especializados en altas capacidades, sino porque es una de las características de nuestra diversa sociedad que más se está consiguiendo visibilizar en los últimos tiempos.
Por si has llegado hasta estas líneas sin tener una idea global sobre lo que son las altas capacidades, debes saber que se estima que el 10% de la población las tiene, cifra que no concuerda con los datos de detección que se manejan en la actualidad. Se está mejorando gracias a la inversión pública para en el ámbito educativo y a la mejor cualificación en la materia de especialistas, tanto educativos como del ámbito psicológico. Pero todavía hay muchos niños y adultos que no están diagnosticados y tienen altas capacidades. Sobre todo, niñas, que suelen pasar más desapercibidas.
Si tienes la curiosidad o la duda de si tienes altas capacidades o si las tiene alguien cercano, niño o adulto, debes saber que no es el coeficiente intelectual lo que lo determina. Este es importante, pero no es el factor decisivo como lo era hasta hace no tanto.
De hecho, “la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una persona es “superdotada” —luego veremos que no es lo mismo que altas capacidades— cuando su Cociente Intelectual es igual o superior a 130”, señala la Asociación Española de Superdotados y con talento para niños, adolescentes y adultos (AEST). Sin embargo, los estudios científicos más recientes ha cambiado el paradigma. Lo explica la propia asociación: “los estudios más recientes se alejan de este rígido baremo y prefieren referirse a los niños/as de Altas Capacidades como aquellos que tienen una capacidad de aprendizaje muy superior y una forma de aprender radicalmente distinta, que los diferencia del resto de niños de su edad”.

Es decir, ya no es definitivo que un niño o un adulto tenga 127 de coeficiente intelectual o 132; la barrera del 130 ya no es definitiva. “Los test de inteligencia no son exactos y hoy en día los especialistas en el diagnóstico de la Alta Capacidad no tienen en cuenta únicamente este dato; esto es debido a que no creen que exista un punto de corte igual para todos”, apuntan desde AEST.
Por este motivo, el coeficiente intelectual ha pasado a ser un valor más de una valoración mucho más completa y compleja. “Dando lugar a una evaluación multi-dimensional (no sólo psicométrica), que tiene en cuenta otros indicadores cuantitativos y cualitativos como son la creatividad, el estilo de aprendizaje, el desarrollo evolutivo, y otras características propias de la alta capacidad”, concluyen desde AEST.
Aunque todo esto que hemos contado a partir del testimonio de la asociación más reconocida a nivel nacional en superdotación y altas capacidades, cabe señalar que todavía en España hay comunidades autónomas que trabajan, en el caso de los escolares, en línea con la OMS en lo que respecta a este tema. Es decir, que sí establecen que una persona las tiene si su coeficiente intelectual supera la barrera del 130.
“Los criterios son fijados por cada Comunidad Autónoma, variando el CI entre 120 y 130 (como criterio mínimo exigido), y dando desigual importancia al rendimiento académico o factores de personalidad. Esto se debe a que en España no hay una definición oficial en su sistema educativo para diagnosticar a los niños con altas capacidades”, señalan al respecto desde el centro psicológico Renaix.

Evaluación para determinar las altas capacidades
Las altas capacidades se determinan mediante una evaluación completa por parte de especialistas. Pueden ser miembros del equipo de orientación de un colegio en el caso de los escolares, o bien de algún centro especializado privado en el caso de los adultos (o de niños no detectados en el colegio).
Por la vía privada, las pruebas tienen un coste económico, de manera que antes de someterse a ella conviene conocer algunas de las características más habituales de las altas capacidades. Te hemos hablado detenidamente de muchas en Ser Padres: desde el sentido de la justicia hasta la sobreexcitabilidad.
Si crees que tu perfil puede encajar en alguno de los definidos por la ciencia dentro de las altas capacidades, algo de lo que también te hablamos, puedes acudir a uno de estos centros privados. En esta lista puedes consultar algunos de los centros y asociaciones especializadas en altas capacidades en función de tu lugar de residencia.
La prueba es compleja, ya que tiene varios enfoques. Hasta tres, según el centro de psicología Renaix, uno de los muchos que lleva a cabo este tipo de pruebas para detectar las altas capacidades. Citamos, literalmente, los tres enfoques del test según dicho centro. Son los siguientes:
- Una evaluación cognitiva a través de pruebas de aptitudes cognitivas. Estas no proporcionaran una cifra de C.I. concreta, que nos da un aproximación sobre el grado de desarrollo del cerebro y las funciones cognitivas del niño, poniéndolo en relación con el resto de la población.
- Una evaluación de personalidad para ver cómo está estructurada y cuáles son los rasgos de la misma.
- Una evaluación de creatividad, que nos indicará como función su hemisférico cerebral derecho y, y las implicaciones que esto conlleva en el desarrollo de la personalidad.

La prueba es la única forma de tener claro si una persona tiene altas capacidades o no de una forma “oficial”, dicho de una forma coloquial. Y decimos altas capacidades y no superdotación porque no son lo mismo.
Lo explica, a modo de conclusión, el equipo de Renaix. “No es lo mismo un término que otro a pesar de que ambos coexistan. A día de hoy, no hay solo un enfoque, no hay un acuerdo general sobre cómo definir esos términos, aunque todos ellos coinciden en diferenciar dos elementos: la capacidad y el talento”, exponen. “La alta capacidad es la potencialidad para hacer algo, y el desarrollo de esa capacidad será la superdotación. De nada sirve tener un potencial extraordinario si no se desarrolla”, apostilla el equipo del centro psicológico.