El mecanismo para inculcar en tus hijos un hábito lector sin malos rollos

¿Y si resulta que los niños y adolescentes no leen porque no les estamos enseñando la forma correcta para que lo hagan? La educadora e investigadora experta en neurociencia infantil y adolescente, Tania García, ha creado un sistema con el que, asegura, "los niños no solo amarán la lectura, sino que podrán aprender cualquier cosa sin malos rollos".
Madre e hija leyendo

“Los ejercicios de comprensión lectora siempre han sido un tostón, sean del curso que sean: texto largo, un par de fotos y preguntas tediosas y rebuscadas. Ese tipo de ejercicios no te llevan nunca a la comprensión lectora real. Solo te llevan de vuelta al texto para buscar la respuesta correcta hasta que la repites como un papagayo, pero comprensión, lo que se dice comprensión, pues no hay”, opina la educadora e investigadora social, Tania García.

García, experta en neurociencia infantil y adolescente y autora de libros como "Educar sin perder los nervios" o el cuento infantil, "¿De qué estas hecho el amor?", lleva 24 años impartiendo cursos y talleres dirigidos a docentes, padres, madres, niños y adolescentes. Precisamente, una de estas formaciones tiene como objetivo adquirir el hábito de la comprensión lectora, ya que ésta es fundamental no sólo para el rendimiento académico, sino también para el desarrollo personal a lo largo de toda la vida.

El taller “Sistema de Lectura Real (SLR)” de Tania García trabaja a través de la lectura el desarrollo cerebral óptimo de la infancia y la adolescencia: “El SLR combina neurociencia, investigación social y educación: el combo perfecto para que el cerebro de los niños, niñas y adolescentes, absorban aprendizajes y amen la lectura, teniendo también como talismanes a los propios libros”, explica la experta.

Con este sistema, los niños, niñas y adolescentes comprenden la lectura de manera tan natural, que el cerebro empieza a relacionar la lectura con la comprensión lectora directa, estableciendo una serie de conexiones cerebrales con las que crean imágenes y mapas mentales: "No solo comprenden la lectura, es que la viven", asegura García.

Tania García, educadora e investigadora social - Imagen cedida por editorial

“De lo que se trata”, añade, “es de comprender como funciona el cerebro en realidad en cuanto al aprendizaje, la lectura y el hábito lector y desbancar creencias arraigadas (que no son verdad pero que tenemos grabadas a fuego)".

Beneficios del Sistema de Lectura Real

El SLR equilibra los niveles de cortisol en sangre, reduce el estrés, aporta oxitocina y dopamina y, por ende, el cerebro relaciona la lectura con el bienestar, el placer y la felicidad, además de que tiene como base el vínculo padres-madres e hijo-as: "Cuanto mayor sea el vínculo, mayor bienestar, seguridad y autoestima, por tanto, es algo que deben aplicar los adultos de referencia junto a los niños, niñas y adolescentes: es un trabajo en equipo".

La experta recomienda a padres y madres apuntarse a este taller con el que niños y adolescentes no sólo podrán adquirir beneficios como la comprensión lectora, sino que también mejorarán su vocabulario, creatividad, equilibrio emocional, análisis y reflexión, curiosidad, habilidades sociales, memoria, resiliienca, cultura y autoestima.

Según García, niños y adolescentes podrán aprender cualquier cosa (ciencia, historia, geografía… ) sin sufrimiento y con motivación: "A través de ocho módulos se trabaja para erradicar las creencias erróneas aprendidas respecto a la lectura y el hábito lector y utilizaremos la ciencia en torno al aprendizaje y la comprensión lectora para integrar una nueva forma de aprender"

Consejos para inculcar en tus hijos un hábito lector sin malos rollos

Tania García recomienda a los lectores de SER PADRES una serie de pautas para aplicar en su día a día: 

  • Fuera creencias arraigadas: Para que niños y adolescentes integren la lectura como una herramienta de vida, lo primero que tenemos que hacer es cambiar la forma que, generalmente utilizamos , tanto padre y madres, como profesores y maestros, que se basa en creencias arraigadas que, en vez de de motivar, alejan a niños y jóvenes de nuestro propósito.
  • “Nos han metido tan a fuego el tema de la lectura que, a veces, no sabemos ni para qué nos obsesionamos con ello, ni cómo hacerlo de la manera correcta. Acabamos pasando por el aro y hacemos cosas tales como obligarles a leer unas páginas al día, presionarlos con el tema y hacerles un CSI sobre lo que han leído. Opciones que lejos de acercarles al hábito lector, les quitan las ganas”, sostiene García.
  • Nada de obligaciones: “Sin embargo, es imprescindible dejar de obligar a los niños y niñas a leer, algo muy integrado en las escuelas, como si esta fuera la única vía para desarrollar el hábito óptimo. Pero ocurre lo contrario: cuando obligamos al cerebro a algo, lo que le genera es aversión por ese algo, se activa el protocolo de la huida y, por tanto, no relaciona la lectura con algo placentero, sino con algo peligroso o incómodo.
  • Móvil apagado o lejos de la habitación. No estamos hablando del teléfono de tu hijo, sino del tuyo: “Hay que dar ejemplo y ponernos a reflexionar sobre el uso que damos al móvil. Liberémonos nosotros de esa adicción y empecemos a conectar con los libros y el hábito lector. De esta forma, mientras nuestros hijos nos observan se empapan de todas estas señales simbólicas que, sin duda, quedarán en sus cerebros.
  • Su libro, su elección: “Por último, aconsejo que los niños y las niñas formen parte de las elecciones de sus lecturas, que pasen mucho tiempo en contacto con libros y ellos elijan con qué libros se sienten identificados y así quieran integrarse en su mundo. Hay que alejar el adoctrinamiento también al elegir, ya que la participación en cuestiones que les conciernen es vital para que puedan tener una salud mental óptima”.

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