Ayudar a los niños y niñas a sentirse motivados no es sencillo, sobre todo cuando tienen que hacer cosas que no les gustan. Siempre hay que intentar cultivar la motivación intrínseca, esa que nace de ellos mismos y no espera recompensa externa. Una buena estrategia para motivar a los niños y niñas es el método de la escalera, ideal para motivar al pequeño a realizar sus deberes, a la vez que le incita a proponerse nuevos retos y alcanzar sus metas con perseverancia.
¿Cómo hacer tu propia escalera motivacional?
Para ello necesitarás una hoja de papel o de cartón, en la que vas a pintar una escalera de perfil con siete peldaños. Puedes hacer solo el contorno de la escalera o colorear su interior con un tono claro. Luego, debes escribir las siguientes frases en cada uno de los peldaños, de forma ascendente:
- No puedo hacerlo
- Quizá pueda hacerlo
- Intentaré hacerlo
- Puedo hacerlo
- Lo haré
- Lo estoy haciendo
- ¡Lo conseguí!

Amplía aquí la imagen de la escalera motivacional.
Para hacer más divertida la escalera, puedes dibujar un niño subiendo, o incluso colocar una foto de tu hijo con una pegatina, de manera que después él mismo la pueda ir subiendo. Si quieres que el pequeño se involucre desde el inicio, puedes pedirle que te ayude a diseñar la escalera, lo cual también es una buena oportunidad para pasar un rato divertido en familia.
La herramienta principal de este método consiste, precisamente, en una escalera cuyos peldaños representan las diferentes fases del proceso motivacional. Puedes utilizar una pequeña escalera de juguete y pegar en cada peldaño pequeñas tiras de cartulina con las distintas frases, pero también puedes hacer una escalera. Si en casa tenéis una escalera (sirve la del portal) también podéis hacer los carteles a tamaño real.

¿Cómo aplicar el método de la escalera?
El primer paso para aplicar el método de la escalera consiste en preguntarle al niño con qué frase se siente más identificado en ese momento. Lo usual es que indique una de las frases que se encuentran en los peldaños inferiores, entonces puedes pedirle que coloque su foto en ese peldaño. Seguidamente, pregúntale a dónde quiere llegar y en qué plazo se sentiría cómodo alcanzando esa meta. De esta manera, evitas presionarlo a cumplir una meta que no le interesa o a hacerlo en un plazo demasiado corto.
Luego, a medida que vaya avanzando en su objetivo puedes animarlo a que vaya subiendo los peldaños de la escalera hasta que alcance la cima. El hecho de ir “escalando” poco a poco en la escalera hace que el niño sea consciente de sus avances, lo cual le reporta una dosis de motivación adicional, a la vez que le motiva a continuar avanzando.
Se trata de un método muy útil para motivar al niño a proponerse metas a largo plazo, como por ejemplo: aprender un nuevo idioma o dominar una nueva habilidad, pero también para incitarlo a cumplir objetivos a corto plazo que puedan resultarle aburridos o monótonos, como los deberes o las obligaciones del hogar.