Ser Padres

Desarrollo del niño de los 12 a los 24 meses

Cumplido el año, el desarrollo psicomotor del niño, sus progresos en el lenguaje y sus avances sociales son espectaculares. Repasamos algunos de los logros más significativos en esta etapa. Eso sí: siempre hay que tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo.

Cada niño avanza a su propio ritmo y alcanzará unas habilidades antes que otras. Aún así, se puede establecer qué capacidades corresponden más o menos a cada edad y por eso os contamos el desarrollo infantil del niño de los 12 a los 24 meses.

Desarrollo infantil a los 12 meses

A esta edad los pequeños suelen mostrar los primeros signos de querer andar. Recorren la casa gateando y algunos ya lo hacen de pie apoyándose en los muebles. Incluso hay quienes ya pueden caminar solos, aunque lo normal es que lo hagan de la mano de papá o mamá o empujando un juguete con ruedas. Además, ya pueden introducir objetos pequeños dentro de otros grandes, abrir los cajones y sacar cosas, e incluso intentar comer por sí mismos (con la mano o utilizando la cuchara, aunque con muy poca destreza).

Suelen decir sus primeras tres o cuatro palabras: generalmente «mamá», «papá», «agua», «pan» o el nombre de algún otro objeto conocido.

Es la época del apego a mamá, por lo que generalmente no quieren estar con las personas poco conocidas. Muchos se muestran tímidos ante cualquiera que no viva con ellos o que no vean con asiduidad, incluidos abuelos y tíos.

Desarrollo infantil a los 15 meses

Habitualmente son capaces de levantarse y caminar solos. Incluso pueden ya agacharse y coger objetos del suelo sin perder el equilibrio. También empiezan a subir escalones de uno en uno, es decir, con los dos pies en el mismo escalón antes de acceder al siguiente. En cuanto a sus habilidades manuales, ya pueden dar palmas, garabatear sobre un papel o coger una taza y beber ellos solitos.

Saben decir unas seis palabras (las más útiles para ellos y sencillas) aunque entienden bastantes más. Ya obedecen instrucciones poco complicadas como «dame la muñeca», y entienden frases fáciles del tipo «¿dónde está el biberón?».

Conocen su nombre aunque no lo pronuncien. Empiezan a mostrar interés por los dibujos y películas que ven en la tele y les divierte observar su imagen en un espejo. Les pueden llamar la atención los otros niños, pero todavía no suelen jugar con ellos.

Desarrollo infantil a los 18 meses

Pueden saltar, correr, subir una escalera ellos solos cogiéndose a la barandilla y sentarse sin ayuda en una silla bajita. Son capaces de arrojar objetos grandes, como una pelota, sin caerse, hacer torres de tres o cuatro cubos, quitarse prendas de vestir como los calcetines y utilizar la cuchara con más acierto que hace unos meses.

Amplían bastante su  vocabulario con palabras que ya no son ininteligibles y conocen muchas más. Pueden seguir una melodía que les gusta. Empiezan a obedecer dos órdenes de una misma frase, como por ejemplo «siéntate y coge la cuchara».

Imitan todo lo que hacen los adultos. Pueden saludar a personas desconocidas si se lo pedimos y les apetece. Mantienen la atención más tiempo en una actividad, por ejemplo cuando les leen un cuento. Muestran cada vez más interés por otros niños, aunque les cueste interactuar con ellos.

Desarrollo infantil a los 24 meses

Ya caminan perfectamente, corren y dan patadas a un balón sin perder el equilibrio. Bailan al ritmo de la música. Pueden girar el pomo de una puerta, abrir un bote o pasar las páginas de un libro. Empiezan a vestirse o calzarse con un poco de ayuda.

Su divertida incontinencia verbal es propia de esta época: saben decir un montón de palabras, aunque a veces las empleen sin sentido, y hacen preguntas sin parar. Forman frases sencillas y entienden casi todo lo que se les dice. Si no saben expresar algo que quieren con palabras, se hacen entender por otros medios (señalando o tirando de los adultos hacia lo que quieren). También son capaces de nombrar y señalar partes de su cuerpo.

Empiezan a ser más sociables e interactúan con los demás, también con otros niños. Dejan de estar tan apegados a mamá y son mucho más participativos.

Cuándo acudir al especialista


Si las comparaciones son odiosas, en estos casos mucho más. Que un niño de 18 meses no tenga la misma facilidad para andar que su primo de la misma edad no significa en absoluto que tenga problemas de desarrollo. Cada pequeño tiene su ritmo, y solo ante ciertos casos hay que acudir a un especialista:

A los 12 meses: Si no busca comunicarse con los adultos, ni siquiera visualmente.

A los 15 meses: Si no es capaz de sostenerse de pie, tampoco con ayuda (agarrado a un mueble o a otra sujección). También conviene visitar al pediatra si no muestra ningún interés por explorar juguetes nuevos.

A los 18 meses: Si no puede caminar. Otro síntoma de que puede tener algún problema en su desarrollo es que no reconozca ningún nombre de objetos cotidianos o que no sea capaz de obedecer órdenes sencillas del tipo: «Dame la pelota».

A los 24 meses: Si todavía no ha dicho sus primeras palabras, no reconoce su nombre o no entiende instrucciones poco complicadas como «siéntate ahí». También es conveniente hacer una visita al especialista si camina con mucha dificultad.

Cómo ayudarle

No hay que estimularle en exceso, obligándole a progresar demasiado rápido. Se trata de darle la libertad necesaria para mejorar.

El desarrollo de sus capacidades psicomotoras llegará cuando su cuerpo esté preparado. Lo único que podemos hacer es no ponerle obstáculos: despejar la casa y evitar objetos que puedan dañarle (esquinas puntiagudas, objetos de cristal que se puedan romper con facilidad y demasiados muebles) para que el niño pueda experimentar a sus anchas y evolucionar sin cortapisas.

El niño a esta edad aprende imitando a los adultos. Así que cuanto más se le hable, mucho mejor. Aprovechar para enseñarle nombres de objetos en momentos relajados, como la hora del baño, puede ayudarle. Noo conviene agobiarle demasiado corrigiéndole constantemente, ni tampoco imitarle. Si por ejemplo pronuncia mal una palabra, lo mejor es que repitamos su frase pero diciendo esa palabra de forma correcta.

Para que se desarrolle socialmente con normalidad, lo más importante es que se sienta seguro. Lo único que podemos hacer para ayudarle es demostrarle que le queremos incondicionalmente y que siempre vamos a estar ahí cuando nos necesite. Lo demás dependerá de su personalidad.

Asesora: Sara Vázquez, pediatra.

Vídeo: Desarrollo del niño de los 12 a los 24 meses

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