Hay cosas que dan mucha pereza cuando uno o una tiene peques. Tenemos derecho a estar cansados y que no nos apetezca pasarnos dos horas en el parque después de trabajar y recogerles en el cole. Podemos no hacer la cena y que se apañen con lo que haya en la nevera… Y así podríamos seguir durante un buen rato. Sin embargo, de la larga lista de hábitos que podemos hacer con nuestros hijos, hay al menos cuatro que, según Álvaro Bilbao, la recompensa que dan a nuestros hijos e hijas hacen que el esfuerzo merezca la pena.
“Hay cosas que pueden requerir de nosotros una dosis de esfuerzo”, reconoce Álvaro Bilbao, que además de neuropsicólogo también es padre y sabe lo que es estar agotado mental y físicamente.
Pero, como experto en el cerebro de los peques que es, sabe que hay palabras que deberíamos prohibir en casa por los efectos negativos que tienen y también que algunas de esas cosas que dan mucha pereza “merecen MUCHO la pena”.

Entre esas muchas cosas que dan pereza pero que cuyo esfuerzo es rentable por los beneficios que aportan a los peques, Álvaro Bilbao destaca sobre todo cuatro.
Las repasamos a continuación, pero antes te anticipamos que todas ellas son conocidas, tanto que lidias con ellas habitualmente, y muchas de ellas, por no decir todas, dan infinita pereza algunas ocasiones; básicamente, cuando estamos muy cansados o creemos que tenemos algo más interesante o importante que hacer.
- Llevarles al parque
Dice Álvaro Bilbao que es normal que “a veces nos da pereza” o que “a veces sentimos que tenemos cosas más importantes que hacer”, pero recalca, como hace siempre que tiene ocasión, que “el parque es esencial para su desarrollo”.
El neuropsicólogo aporta cuatro razones para defender su afirmación. “mejora su psicomotricidad, les enseña a asumir riesgos, mejora la toma de decisiones y aprenden a resolver conflictos”, señala Bilbao.
- Sentarte en el suelo a jugar
Has dormido mal, tienes que conciliar trabajo y casa, toca hacer la comida en algún momento o, simplemente, necesitas una tregua. En cambio, tu peque quiere jugar en el suelo. Da pereza, pero también renta. “Una vez empiezan a caminar, los ratos que pasamos con ellos en el suelo disminuyen progresivamente, pero esos ratos les ayudan mucho”, defiende Álvaro Bilbao.
El neuropsicólogo destaca cuatro beneficios de este hábito: “mejoran su seguridad, contigo aprenden a razonar mejor, mejora el vínculo entre padres, madres, hijos e hijas y, sobre todo, ¡les haces sentir importantes!”

- Dejar el teléfono cuando te hablan
Este pecado capital está muy extendido y, hasta cierto punto, puede resultar entendible por el grado de dependencia que tenemos del teléfono y porque nos ayuda a desconectar, pero dice Álvaro Bilbao que “dejar el teléfono es importante".
Lo es, dice el experto, porque escuchas mejor, haces que el niño se sienta escuchado, le enseñas buenos modales y favorece su autoestima”.
De algún modo, el teléfono nos hace ser padres ausentes, y el propio Álvaro Bilbao te explica por qué no deberías convertirte en un padre ausente.
- Leerles un cuento antes de dormir
El último esfuerzo del día para con nuestros hijos e hijas también tiene una recompensa muy positiva, según Álvaro Bilbao. “Puede ser la mejor inversión”, subraya el experto en el cerebro de los niños sobre la acción o hábito de leerles un cuento por la noche.
De ello, Álvaro Bilbao destaca que “mejora su comprensión, aumenta su vocabulario, favorece la imaginación y les ayuda a quedarse dormidos”.