Más de la mitad de los padres españoles está convencido de que sus hijos no saben gestionar su dinero

Los informes oficiales y los estudios de algunas empresas llegan a la misma conclusión, falta educación financiera en casa y en el colegio.
la falta de educación financiera

Según el último informe PISA, solo el 5% de los estudiantes españoles alcanzan el nivel máximo de competencias financieras, un porcentaje que muestra una realidad, la de la falta de educación financiera en la población española desde una edad temprana, muchos padres y madres echan de menos la educación financiera en los colegios e institutos para sus hijos, pero tampoco es algo que se aborde habitualmente en las propias familias.

De hecho, la preocupación por la educación financiera de nuestros hijos es un tema cada vez más relevante en la sociedad actual. Un reciente estudio realizado por bunq, uno de los denominados neobancos más grande de Europa, revela que más de la mitad de los padres en España considera que sus hijos no gestionan bien su dinero

Este dato, nos tiene que llevar a reflexionar sobre qué podemos hacer como madres y padres para facilitar la formación financiera de nuestros hijos porque la familia sigue siendo el principal foco para adquirir competencias financieras. 

El 92% de los padres afirman ser buenos gestionando su dinero, y 9 de cada 10 se consideran un buen modelo financiero para sus hijos, según el análisis llevado a cabo desde bunq. Sin embargo, quizás haya llegado el momento de traducir esta percepción en acciones concretas que fomenten el aprendizaje y la práctica de habilidades financieras en el hogar.

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La hucha de la infancia es una herramienta para enseñar sobre el ahorro a los niños. - Imagen: Midjourney / PF

Claves para enseñar finanzas a los niños

El 70% de los padres encuestados por bunq habla frecuentemente con sus hijos sobre dinero y es transparente con su familia sobre sus gastos y deudas. Sin embargo, tres cuartas partes desearía hablar más a menudo con sus hijos de finanzas, rompiendo con la dinámica de no hablar de dinero en familia que ellos vivieron en su infancia.

Cómo fomentar la comunicación y la transparencia

  • Hablar abiertamente sobre el dinero. Incluye a tus hijos, teniendo en cuenta su edad, en las conversaciones sobre el presupuesto familiar, los gastos y los objetivos financieros. Habla con naturalidad sobre el dinero de casa porque esto les ayuda a comprender conceptos básicos que van a ser fundamentales a lo largo de su vida.
  • Explica el valor del dinero. Es importante enseñarles cómo se gana, cómo se gasta y cómo se ahorra, como es importante que aprendan a diferenciar entre  necesidades y deseos.
  • Eres su ejemplo, en todo y en los hábitos financieros también, los niños sabemos que aprenden por imitación, se fijan en lo que hacemos incluso más que en lo que les decimos, por eso es importante que los padres demuestren buenos hábitos financieros. De hecho, según van siendo un poco mayores, se les puede  involucrar en la elaboración del presupuesto familiar de las vacaciones por ejemplo y mostrarles cómo se toman decisiones financieras responsables
  • Responde a sus preguntas. Tienes que estar dispuesto a abordar sus dudas y preocupaciones sobre el dinero, a darles respuestas más que explicaciones.

Los primeros pasos

Más de la mitad de los encuestados considera que lo ideal es que un niño dé sus primeros pasos en la gestión de sus finanzas (por ejemplo, a través de la paga) antes de los 14 años y el 70% cree que la primera cuenta bancaria tiene que abrirse antes de los 16.

La paga

Lo habitual es establecer una cantidad fija, acordar una cantidad regular que les permita cubrir sus gastos personales. También está la opción de fijar responsabilidad asignándoles tareas determinadas a cambio de una paga.

Proporcionar una paga regular a los niños les da la oportunidad de practicar la gestión del dinero pero no es solo que tengan un dinero fijo disponible, es importante enseñarles a dividir su paga en categorías como pueden ser gasto más o menos fijo, ahorro también fijo, una meta determinada y una parte para la solidaridad, por ejemplo.  

La cuenta bancaria

Cuando son un poquito más mayores es interesante elegir para ellos una cuenta bancaria, con herramientas de control y seguimiento que podamos utilizar sus padres.

Y al crecer un poco más, pueden empezar a utilizar la tarjeta de débito, de la que previamente les habremos hablado para evitar el sobreendeudamiento. También es interesante supervisar sus movimientos juntos, revisar de forma periódica sus gastos y sus movimientos bancarios y enseñarles a separar una parte de su dinero siempre para el ahorro. Si no nos apetece abrir una cuenta bancaria siempre podemos usar distintas huchas que hacen que el aprendizaje sea mucho más visual.

Es importante motivar a los niños a definir objetivos de ahorro específicos y realistas para que aprendan  la importancia de la planificación financiera y la gratificación diferida, algo que les cuesta mucho a los más pequeños pero que es imprescindible que aprendan.

Por qué es importante

La educación financiera trata de aprender a adquirir habilidades y conocimientos que permitan a nuestros hijos tomar decisiones financieras responsables a lo largo de su vida. Es una inversión en el futuro de nuestros hijos. Al proporcionarles las herramientas y conocimientos necesarios para gestionar su dinero de forma responsable, les estamos preparando para afrontar los retos y oportunidades que les depara el futuro.

Como padres, tenemos la responsabilidad de romper los tabúes que rodean al dinero y de fomentar una cultura de transparencia y diálogo en torno a las finanzas y enseñar a nuestros hijos por lo menos los conceptos básicos de educación financiera. En un mundo cada vez más complejo y digitalizado, es fundamental que los jóvenes desarrollen una comprensión sólida de conceptos como el presupuesto, el crédito, el ahorro y la inversión.

Que tengan información a la hora de tomar decisiones para que puedan evaluar con conocimiento las distintas opciones, que aprendan a administrar sus ingresos y sus gastos, que sepan planificar a medio y a largo plazo para establecerse unas metas por las que trabajar y esforzarse, son todos los aprendizajes que van adquiriendo desde pequeños si les enseñamos a manejarse de forma sensata con su propio dinero.

Recursos y herramientas

Las situaciones cotidianas son un entorno estupendo para este aprendizaje, ir al supermercado o planificar los gastos de las vacaciones, pueden ser un ejercicio estupendo acorde a la edad de nuestros hijos.

También hay juegos para entender el dinero y aplicaciones diseñadas para enseñar conceptos financieros a los niños de manera divertida, como también hay libros y materiales educativos muy didácticos y planteados dependiendo de la edad del menor.

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Las tareas domésticas sirven para educar en muchas materias a nuestros hijos. - Imagen: Midjourney / PF

¿Y pagar por hacer tareas domésticas?

Asignar un valor financiero a las tareas domésticas puede tener varios beneficios para la educación financiera de los niños. Por un lado les estamos enseñando a comprender la relación que tiene el dinero con el tiempo y el esfuerzo, vincular determinadas tareas domésticas con una recompensa monetaria hace que valoren más el esfuerzo y el trabajo que conllevan.

Por otra lado, la asignación de una paga por tareas domésticas permite a los niños practicar habilidades financieras básicas:

  • Presupuestar: Porque aprenden a administrar su dinero, decidiendo cómo distribuirlo entre gastos, ahorros e incluso donaciones.
  • Ahorro: Porque se les debe animar a guardar una parte de su paga para objetivos a largo plazo.
  • Toma de decisiones financieras: Porque tienen que evaluar si gastar en deseos inmediatos o ahorrar para metas futuras.
  • Fomento de la responsabilidad. Porque el hecho de vincular las tareas domésticas con una recompensa económica puede motivar a los niños a ser más responsables y a cumplir con sus obligaciones de manera constante.
  • Preparación para el futuro laboral. Porque esta práctica introduce a los niños en el concepto de que el trabajo se recompensa con dinero, lo cual es una lección valiosa para su futura vida laboral.
  • Oportunidad de aprendizaje práctico. Porque sin duda alguna les proporciona una experiencia práctica y tangible para que los niños aprendan sobre el manejo del dinero en un entorno controlado y seguro.

Sin embargo, es importante equilibrar este enfoque porque no todas las tareas deben ser remuneradas, algunas deben realizarse como parte de la responsabilidad familiar. Se debe evitar que los niños solo realicen tareas por dinero, fomentando también el valor de contribuir al hogar sin esperar una recompensa económica. Asignar un valor financiero a ciertas tareas domésticas puede ser una herramienta educativa efectiva, siempre que se implemente de manera equilibrada y se complemente con otras lecciones sobre responsabilidad y colaboración familiar.

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Valorar y participar en las tareas domésticas es algo que se aprende mejor en la infancia. - Imagen: Midjourney / PF

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